jueves, 29 de enero de 2015

Las griegas en la política.


La primera crítica generalizada contra el nuevo gobierno griego de Alexis Tsipras ha sido la falta de ministras. A este respecto, Iñigo Sáez de Ugarte pone los puntos sobre las ies en un artículo titulado: “La falta de ministras de Syriza y lo que nos dice la sociedad griega”, con el que comienza: “No quiero chafar ninguna polémica pero la información de que no hay mujeres en el nuevo Gobierno de Syriza que dimos todos los medios no parece correcta. No hay ninguna ministra, pero sí hay seis viceministras. Al igual que en otros países, los viceministros (lo que aquí llamamos secretarios de Estado) tienen estatus de miembros del Gabinete en Grecia, y por eso en la jura del cargo celebrada en la tarde del martes ministros y viceministros llevaron a cabo el juramento mezclados y en grupo, como se puede apreciar en las fotos”. 

Sáez de Ugarte dice que no es lo mismo ser ministro que ministra y precisa que hay otra mujer en un puesto relevante, la presidencia del Parlamento. “Los acostumbrados a ver a Jesús Posada, gran amigo de Rajoy, en el Congreso pensarán que eso no es muy importante, pero la elegida en Grecia tiene un perfil distinto. Zoi Konstantopulu, abogada, fue en la legislatura anterior una de las diputadas de Syriza más destacadas en la lucha contra la corrupción y muchos esperan que siga presionando en esa línea. Los diputados de Nueva Democracia le pusieron el mote de Robespierre, lo que deja claro que ella siempre ha estado dispuesta a llegar hasta el final para acabar con el Estado clientelar en favor de sus militantes que durante décadas han erigido ND y el Pasok. Creo que se ha escrito varias veces que resulta difícil que en un país haya ministras si no hay antes diputadas en un número significativo. Y en eso hay pocos países europeos que estén muy arriba. En este gráfico con datos de marzo de 2014 la media es del 26,9% (España tiene un  39,7%). Países como Francia (26,2%) y Gran Bretaña (22,6%) están por debajo de la media.

“Está claro  que, en la política griega, la presencia de la mujer es un problema sin resolver. Grecía tenía en la anterior legislatura un 21% de mujeres en el Parlamento. Tras estas elecciones, el ascenso ha sido mínimo: 68 de 300 hacen un 22,6%. El porcentaje de mujeres en el grupo parlamentario de Syriza es algo mayor: 44 de 149, un 29,5%. Los demás partidos tienen porcentajes mucho más reducidos. Por ejemplo, en Nueva Democracia son 10 de 76 (un 13,1%) y en el KKE son 2 de 13 (un 15,3%). Son tantas las esperanzas puestas en Syriza en la izquierda europea que parece que tienen que estar en la vanguardia en todos los campos. Ya nos han repetido hasta la extenuación que Grecia no es España, pero lo que es seguro es que Grecia es Grecia, lo que significa que no ha cambiado tanto una sociedad muy tradicional, con una fuerte carga nacionalista y en la que la religión cuenta con un papel en la vida pública muy superior al habitual en Europa Occidental. Quien piense que estas cosas tienen poco que ver con el papel de la mujer en la política se está equivocando.

“Lo que es cierto –concluye Sáez de Ugarte– es que en algunos asuntos todo es cuestión de voluntad política. Renzi nombró en Italia a ocho mujeres en un Gabinete de 16 miembros, la primera vez que en Italia había paridad en el Gobierno. Como Italia también es Italia, hubo gente, como la diputada Rosy Bindi, del partido de Renzi y presidenta de la comisión parlamentaria antimafia, que dijo que algunas ministras habían sido elegidas porque eran jóvenes y por su aspecto físico”.


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