El polémico cuartel de Fernánde Díaz.
El ministro de Interior, acompañado del director general de la G. C. durante la inuguración del nuevo cuartel.
Con
media hora de retraso y tras asistir a una misa en la parroquia del pueblo de
Fitero, Navarra, Jorge Fernández Díaz celebró por todo lo
alto la inauguración de la nueva casa cuartel de la Guardia Civil. El ministro
del Interior consideró aquel “un día histórico”, puesto que, tras
23 años, la localidad donde nació su padre, vive su madre y veranean él y
sus nueve hermanos, al fin lograba abrir, en ese pueblo de 2.000 habitantes, un
nuevo cuartel de la Guardia Civil con 15 guardias, seis más que los que tenía
en 1991, cuando el PSOE lo cerraba por falta de actividad. Y cumplía así una “vieja aspiración” del PP.
Sin embargo, esta “aspiración” no era compartida por todos los vecinos. Algunos han denunciado ante el Tribunal Administrativo de Navarra la cesión del suelo a Interior, que el Gobierno foral tenía pensado convertir en un consultorio médico antes de que se aprobara el proyecto de construcción. Un proyecto cuyo coste se ha elevado al doble de lo presupuestado inicialmente, hasta alcanzar los dos millones de euros. Claro que para Pachi Yanguas, alcalde de Fitero y senador de Unión del Pueblo Navarro (UPN), esos vecinos eran los que “no creían en la Navarra foral, integrada en España, y habían intentado boicotear dicho cuartel en el Parlamento y el Congreso”. El senador señaló que “la inmensa mayoría del pueblo está a favor de este cuartel” y duda de que las críticas a la Benemérita vayan “más allá de una asociación”, pese a que la Asociación Unificada de Guardias Civiles, agrupa a unos 32.000 agentes de los 80.000 con los que cuenta el cuerpo.
Sin embargo, esta “aspiración” no era compartida por todos los vecinos. Algunos han denunciado ante el Tribunal Administrativo de Navarra la cesión del suelo a Interior, que el Gobierno foral tenía pensado convertir en un consultorio médico antes de que se aprobara el proyecto de construcción. Un proyecto cuyo coste se ha elevado al doble de lo presupuestado inicialmente, hasta alcanzar los dos millones de euros. Claro que para Pachi Yanguas, alcalde de Fitero y senador de Unión del Pueblo Navarro (UPN), esos vecinos eran los que “no creían en la Navarra foral, integrada en España, y habían intentado boicotear dicho cuartel en el Parlamento y el Congreso”. El senador señaló que “la inmensa mayoría del pueblo está a favor de este cuartel” y duda de que las críticas a la Benemérita vayan “más allá de una asociación”, pese a que la Asociación Unificada de Guardias Civiles, agrupa a unos 32.000 agentes de los 80.000 con los que cuenta el cuerpo.
Por
su parte, la AUGC ha sido muy crítica con la construcción del cuartel de Fitero y no
entiende cómo se ha podido aprobar el gasto de dos millones de euros en una
casa cuartel para quince agentes, cuando la última, de nueve, se cerró hace 23
años por falta de actividad. Y, en un
comunicado, decía que “el
ministro juega al NODO, abriendo un cuartel en su pueblo, cuando los guardias
no tienen ni para chalecos”. Lejos
de atender y contestar a esas críticas, Fernández Díaz les hizo oídos sordos y destacó
que “España es uno de los países más
seguros del mundo”. Los guardias
civiles de la AUGC opinaron que el ministro, “al
más rancio estilo de tiempos pasados, se ha dedicado a inaugurar cuarteles para
su propia gloria y jactancia entre sus vecinos”, expresando “su más firme
rechazo ante estos despilfarros, que
contrastan con la precariedad con la que se ven obligados a hacer su
trabajo cada día los guardias civiles, lo que, al final repercute
en la propia seguridad ciudadana”.
Los colaboradores de Fernández Díaz
alegan que la delincuencia ha subido en las últimas fechas debido a los
“forasteros”. Pero Juan Antonio Delgado, portavoz de la AUGC, habla de un
despilfarro más por parte del Ministerio del Interior y la cúpula de la Guardia
Civil, “dirigido no a incrementar la seguridad y el servicio que ha de
prestarse a los ciudadanos, sino a
engordar su vanidad y sus estómagos”. Delgado considera un despropósito que
haya guardias civiles que no tengan chaleco antibalas, vehículos con más de 300.000 km ., cuarteles
cuyo mantenimiento es prácticamente inexistente… y se piense en construir ese
cuartel “¿Cómo levantas un cuartel nuevo cuando
hay otros que se están cayendo a pedazos?”. Por su parte, los vecinos de Fitero llevaron
el caso ante el Tribunal Administrativo de Navarra, al considerar que hubo
irregularidades en la cesión del suelo a Interior, que en un principio estaba
destinado a convertirse en un consultorio médico. Además, la ordenanza
municipal solo contemplaba la construcción de una vivienda en el solar, en vez
de las cinco del cuartel.
“En este pueblo –lamenta una vecina– había prisa por coger ese dinero porque se
tenía que hacer en un año y si no, se perdía. Ni han cambiado la naturaleza del
solar ni se lo han cedido correctamente al Ministerio”. Fernández Díaz quiso
estrenar el cuartel de la Guardia Civil de su pueblo por todo lo alto, a pesar
de que la localidad ya cuenta con otros cuarteles a seis y nueve kilómetros en
Cintruénigo y Corella. Y el regidor convocó a la presidenta del Gobierno
de Navarra, Yolanda Barcina, a la delegada del Gobierno de Navarra, Carmen
Alba, a varios políticos de distintos partidos e incluso a generales del
Ejército y la Guardia Civil, y lo inauguraron por todo lo alto. El coste de la
obra, que en un primer momento se presupuestó en 1,1 millones de euros, ha
terminado siendo del doble: dos millones de euros.
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