Rajoy: quien fue a Sevilla perdió su silla.
Rajoy pinchó en Sevilla con Juanma Moreno.
J. Moreno, posando ante los periodistas mientras votaba en su colegio electoral.
El
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy
‘arropó’ en Sevilla a su candidato, Juan Manuel Moreno Bonilla, en el cierre de
campaña. El jefe del Ejecutivo viajó desde Bruselas, donde se encontraba en
sesión de trabajo del Consejo Europea, a la capital andaluza. Rajoy estuvo en
la región media docena de veces en las últimas semanas. En Sevilla también
estuvo el líder del PSOE. Pedro Sánchez. Pablo Iglesias se dejó ver en el Velódromo
de Dos Hermanas, donde intervino junto a Íñigo Errejón y a Teresa Rodríguez, la
candidata de Podemos a la Junta. IU cerró la campaña en el Fuerte de Isla Mágica. Y UPyD
contó con Rosa Díez en el acto de Martín de la Herrán donde puso el el punto y
final antes de iniciar las elecciones. Sin
embargo, este último partido no consiguió ningún escaño, IU perdió siete,
Podemos no pasó de 15 y el PP perdió más de 15 sillas. Y no es que Podemos se
las arrebatara, no. Las perdió por gritar y desgallitarse hasta el extremo de
asustar a sus mismos electores. Lo presentí en cuanto oí sus gritos desaforados de triunfador en el último día de
campaña.
El recuento
definitivo de los votos alejó al PP de Andalucía del mínimo que se había fijado
como objetivo: 35 escaños, 15 menos de los conseguidos
por Javier Arenas en las
elecciones de 2012. Entonces, el hoy número cuatro de la lista almeriense y
vicesecretario del PP, lograba una victoria simple (50
escaños) con la que no pudo gobernar tras llegar el PSOE e IU a un
acuerdo. El PP, recordando que este partido y el PSOE habían sumado el 70 % de
los votos en las anteriores elecciones andaluzas, se había lanzado a superar al
PSOE, convencido de que esta vez le ganaría Pero sólo lograba 33 escaños frente
a los 47 del PSOE, los 15 de Podemos, los nueve de Ciudadanos y los cinco de
IU.
En la
sede nacional del PP, Mariano Rajoy siguió el recuento acompañado de María
Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de
Santamaría, Javier Arenas, Carlos Floriano, Pablo Casado, Cristóbal
Montoro y Fátima Báñez, entre otros. Pero ninguno
de ellos se atrevió a comparecer ante los medios en la noche del domingo. Para
ellos no valía la pena anunciar la derrota, mostrando la cara de decepción. Y
fue el portavoz del Comité de Campaña, Pablo Casado, quien habló ante los
periodistas con gesto más
serio de lo habitual. Admitió que no era el resultado que esperaban pero
subrayó que el PSOE y el PP siguen “aglutinando más del
70% de los votos”.Además, recordó que el adelanto electoral no ha tenido
“el efecto” que buscaba Susana Díaz: “Dar mayor estabilidad a su gobierno. Es
todo lo contrario”, subrayó, mencionando los cinco partidos que ahora ocuparán
el Parlamento autonómico.
En la sede andaluza del PP, en Sevilla, Juanma Moreno y su núcleo de colaboradores
asistieron, desolados, a la caída en picado del número escaños. El líder
conservador andaluz compareció, bebió agua antes de hablar y agradeció a los
andaluces que votaron al PP (“Más de un millón”), a sus compañeros de partido, al
Gobierno por respaldarle en la campaña y
a su familia. Y, tras perder 17 parlamentarios, Moreno anunció que no
abandonará su puesto en la primera fila de la oposición andaluza y que “más pronto que tarde, el cambio
político” llegará a Andalucía. Algunos del PP reconocieron en silencio, que este
resultado pasará factura a Rajoy, quien
fue a Sevilla y perdió su silla, aunque el presidente ya ha dejado claro a los
suyos que “pase lo que pase” en Andalucía y en las municipales y autonómicas
que vienen en mayo y septiembre (Catalunya), seguirá “liderando el PP, el mayor partido de la democracia”. Pero, ¿hasta
cuándo?
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