El secretario de las infantas lleva a la Casa Real a los juzgados.
Me entero de que Carlos García Revenga, secretario de las
infantas, cargo que, durante décadas, ha recibido confidencias de don Juan
Carlos y muestras de cariño de doña Sofía, además de formar parte de su decorado
profesional y sentimental, está en pleitos con la Casa Real. Y de que, en la Zarzuela, están indignados con la
reacción del fiel escudero, quien ha creado el primer conflicto
laboral en la Casa Real, cayendo como una bomba la rebelión de su servidor.
Desde
la Zazuela, aseguran que García Revenga era personal contratado eventual,
adscrito a un departamento que ya no existe. Que, al cerrar el Rey
Felipe VI la secretaría privada de sus hermanas, el personal a ella
adscrito dejó de tener funciones. Desde septiembre ya se sabía que la salida de
García Revenga se llevaría efecto en diciembre. Y, en enero, quien fuera
secretario de Elena y Cristina, con quienes mantenía una relación tan estrecha
que a veces parecía su hermano mayor, enviaba un correo electrónico a
determinados empleados de la Casa. Era un mensaje muy comedido, formal y agradecido, en el que García
Revenga comentaba a sus amigos que, “en enero, me voy a la cola del INEM”. Su
puesto había desaparecido y no tenía sentido su continuidad en la estructura.
La princesa de Asturias y la infanta Leonor aún no precisan de los servicios de
un secretario. Y cuando lo necesiten, no será, desde luego, García Revenga
quien vaya a ser convocado para esta misión. El preceptor despedido, buen
conocedor de la forma de pensar de los nuevos reyes, ya se imaginaba que no
habría un especial miramiento con su caso. Pero…
El ex
asesor de las infantas reclama la indemnización a la que juzga que tiene
derecho. Revenga es un personaje que controló mucha información desde la Casa
Real. Fue tesorero del Instituto Nóos, trabajó con Urdangarin y con su socio,
Diego Torres, resultó imputado por el juez Castro quien, finalmente, le
exoneró. Pero aquel episodio, se dice en Vozpópuli, cayó como un estigma en su hoja de servicios. “Spottorno, el último jefe
de la Casa con don Juan Carlos, fue desposeído de su cargo de
asesor de don Felipe en el momento en que estalló el escándalo de las tarjetas black de Bankia. Nadie
piensa que Revenga vaya a dar un paso en contra la Institución. Pero podría.
Todos piensan que guardará el conveniente silencio, como hizo Sabino, como hará Spottorno.
Por sus manos han pasado asuntos muy delicados y nadie puede ni imaginar que
los vaya a desvelar por rencor. Muy
amable, simpático y eficaz, Carlos García Revenga gozaba de la estima y la
consideración de la Familia Real en pleno. Culto, amable, entregado a la causa,
no esperaba que se le tratara así. Ni una indemnización, ni un miramiento, ni
un gesto de cariño”.
Ante
este inusitado fin de este mentor durante 20 años de las infantas Elena y
Cristina, su reacción, recurriendo a los tribunales de Justicia, ha puesto en
guardia a los responsables de la Casa Real. Un portavoz de la misma se ha
limitado a señalar que García-Revenga está “en su derecho” de iniciar
las acciones que considere oportunas en relación a su salida de la institución
y ha señalado que será la justicia la que determine en su momento quién tiene
razón.
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