Denuncian a Rajoy ante el Supremo por pagar el cuidado de su padre con dinero público.
Casi medio millón de
personas con dependencia seguían esperando, según los últimos datos oficiales
de agosto, las ayudas a las que tienen derecho al haber sido valoradas ya como
dependientes. Claro que hay pacientes a secas y pacientes con padrinos. Entre
estos últimos, Mariano Rajoy Sobredo, de 95 años, con facturas de 3.600 euros
mensuales. Pues bien, este egregio paciente, padre del presidente del Gobierno, es
denunciado por el defensor del Paciente ante el Tribunal Supremo por un
presunto delito de malversación de fondos públicos tras conocerse que sus
gastos de atención corren a cargo del erario público. La
información revela que el presidente del Gobierno decidió cargar al presupuesto
de La Moncloa el cuidado de Mariano Rajoy Sobredo, de 95 años, para evitar a la
familia facturas de 3.600 euros mensuales.
El Defensor del
Paciente acusa a Rajoy quien, por su condición de aforado, debería ser juzgado
por el alto tribunal, de un presunto delito de malversación de fondos públicos.
En efecto, la familia de Rajoy pagó, en abril de 2014, un mes de cuidados
durante la hospitalización de su padre, la única factura que el Gobierno ha
aportado. Sin embargo, ante los gastos que se preveían una vez que estuviera
instalado de nuevo en el Palacio de La Moncloa, Presidencia decidió buscar otra
fórmula y encargó la asistencia a dos funcionarios eventuales. El Defensor del
Paciente decidió interponer la denuncia tras enviar una carta al presidente,
poco después de la publicación de la noticia en la que le pedía explicaciones.
Pero no recibió respuesta alguna. Y Carmen Flores, presidenta de la
organización, califica su actitud de “prepotente” y denuncia “el abuso de poder
al emplear dinero público para algo totalmente personal”.
Rajoy cargó a las arcas
públicas la atención de su padre mientras 417.000 dependientes, según los últimos
datos, engrosan la lista de espera. Mientras tanto, las personas con
dependencia, según los últimos datos oficiales (30 de agosto de este año), siguen
esperando las ayudas a las que tienen derecho al haber sido valoradas ya como
dependientes. Carmen Flores, que además de presidenta del colectivo es madre de
una persona con dependencia que falleció en 2011, cuando llevaba un año
valorado como dependiente, comenta que su hijo murió esperando la ayuda. “Unos
meses después recibimos un ingreso de 300 euros comunicándonos que no nos
correspondía más”, relata con indignación. Su hijo, que se había quedado
tetrapléjico tras una operación, precisaba atención constante las 24 horas del
día, pero nunca recibió ninguna ayuda. “No podemos ver una noticia como esta y
quedarnos impasibles, no vamos a permitir que nos tomen el pelo y Rajoy se lo
ha tomado a los más vulnerables. Es intolerable –declara Carmen– lo que ha hecho Rajoy
mientras los dependientes mueren sin ayudas y, a los que se las conceden, les
dan una miseria”.
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