El Rey se alinea con la política desesperada de Rajoy.
El rey Felipe VI, en, una pantalla de un bar catalán, al final de la jornada de paro general.
Especialmente duro con la Generalitat
y con las instituciones catalanas, a las
que acusó de hacer gala de una “deslealtad inadmisible” y de dejar a la sociedad
“fracturada y enfrentada”, Felipe VI se alineó con que la política de Rajoy,
alejándose de un cada vez menos posible diálogo con las decisiones del poder
catalán. Al margen del supuesto apoyo del PP, el PSOE se limitó a hacer una
breve y escueta valoración a las palabras del monarca, políticamente correcta,
pero de la que se trasluce el malestar que existe en Ferraz porque no se haya
hecho un llamamiento abierto al diálogo y a la negociación. A lo sumo, algunos
socialistas se limitan a señalar su coincidencia con la defensa hecha por el
monarca de la Constitución, el Estatut, el Estado de Derecho y la integridad de
España. El portavoz socialista valoró también la “importante apelación” hecha
por el jefe del Estado a la concordia y al entendimiento entre todos los
pueblos de Catalunya y de España.
Podemos destaca que las palabras
del rey les ha dejado “preocupados y sorprendidos”. “Felipe VI ha perdido la
oportunidad de ser parte de la solución, ha mostrado nula capacidad para
entender España y solo se ha dirigido a una parte de los españoles”, señalan fuentes
de la formación morada. Desde Twitter, Pablo Iglesias, secretario general del
partido, critica abiertamente el mensaje del monarca y le responde: “No, en
nuestro nombre”. Para la portavoz en el Congreso, Irene Montero, el rey “se
compromete con el PP pero no con España ni con la democracia”, mientras que,
para el portavoz en el Senado, Ramón Espinar, Felipe VI ha pronunciado “el
discurso más irresponsable en 44 años de monarquía constitucional”, que “une su
destino al del Gobierno”.
Xavier Domènech, coordinador
general de Cataluña En Comù y portavoz de En Comù Podem en el Congreso, afirma,
sin tapujos: “Un jefe del Estado que nadie votó apoya sin fisuras al PP. Fin de
la monarquía”. Muy crítico también es el coordinador general de IU, Alberto
Garzón, quien, señala que el rey “no ha estado a la altura del momento político.
En vez de puentes, ha puesto un frontón que alimenta la tensión y el conflicto
tanto en España como en Catalunya”. Garzón lamenta que el monarca no haya
pronunciado “ni una vez la palabra diálogo” y señala que “el ciudadano Felipe
de Borbón está preparando el terreno para una intervención durísima contra
Catalunya por parte del Gobierno más corrupto de toda la Unión Europea”. Las
formaciones nacionalistas se muestran decepcionadas por el mensaje de Felipe
VI. El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, advierte de que, tras este mensaje
del monarca, “Catalunya está un poco más lejos”. Mientras que el diputado, Joan
Tardà, escribe: “Felipe VI, digno de Felipe V” y Joan Bagué, senador por Girona
y dirigente del PDeCAT, critica el mensaje del Felipe VI, que “ha dejado de
considerarnos como conciudadanos y no ha hecho ni una referencia a las 800
víctimas del día 1 de octubre por la policía española”. Por su parte, el
presidente de Òmnium Cultura, Jordi Cuixart, se pregunta: “¿Dónde estaba Felipe
VI cuando la violencia de estado hirió a 800 votantes? y ¿dónde está cada vez
que el TC vulnera la voluntad democrática de Catalunya?”.
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