Un artículo en 'Newsweek' pide la abdicación de Felipe VI para resolver la crisis catalana.

 El Rey Felipe VI y Cataluna, según el artículo de José Buscaglia en Newsweek

El todavía presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se ha hecho eco en su cuenta de Twitter de un artículo, publicado en la revista norteamericana “Newsweek”, que plantea la abdicación del rey Felipe VI para dar paso a la IIIa República y un Estado Federal.  “El rey Felipe tiene que abdicar para resolver la crisis constitucional de España”, es el título del citado artículo de opinión escrito por José Buscaglia, catedrático de la Universidad Northeastern de Boston, y publicado el pasado viernes. En él, argumenta que Felipe VI dejó de ser el “rey de todos los españoles” con su “extraña aparición” televisiva del pasado 3 de octubre, cuando “pidió al Gobierno catalán volver a la legalidad constitucional y no se disculpó por la campaña de terror impulsada por la policía nacional”.

Después de dar un repaso de los últimos años de la política catalana, y del desarrollo del 1-O (“una brutalidad policíaca nunca vista en España desde la dictadura de Franco”), el profesor se fija en la “extraña aparición” televisiva del rey español, que “pidió al Gobierno catalán volver a la legalidad constitucional y no se disculpó por la campaña de terror impulsada por la policía nacional”. Y concluye que la única solución para España es la abdicación. “Su abdicación llevaría a la proclamación de una Tercera República, a nuevos gobiernos en Madrid y Barcelona y a una asamblea constituyente que desembocaría en la creación de un estado federal multinacional donde andaluces, vascos, canarios, castellanos, catalanes y otros podrían reconciliarse con su pasado. Cualquier otra alternativa, llegados a este punto, sólo conduce a decir adiós a España”.

En su artículo, Buscaglia destaca que el monarca “no se dirigió a los catalanes en su propia lengua”, que el monarca sabe hablar perfectamente. “En este punto –asegura–, Felipe dejó de ser el rey de todos los españoles”. El profesor de Northeastern continúa: “Su abdicación llevaría a la proclamación de una Tercera República, a nuevos gobiernos en Madrid y Barcelona y a una asamblea constituyente que desembocaría en la creación de un estado federal multinacional donde andaluces, vascos, canarios, castellanos, catalanes y otros podrían reconciliarse con su pasado”. Y, mientras las relaciones entre Madrid y Barcelona siguen deteriorándose, él haría bien en considerar hacer un último sacrificio para salvar su país de él mismo”. La propuesta de la publicación es que “mantener a Cataluña en España, sacando a España de Cataluña está directamente relacionado con hacer de Felipe un ciudadano regular del país como todos los demás. Su abdicación llevaría a la proclamación de la Tercera República española, a nuevos gobiernos en Madrid y Barcelona, ​​y a una asamblea constitucional que podría resultar en la creación de un estado federal multinacional donde andaluces, vascos, canarios, castellanos, catalanes y otros podrían reconciliarse con su pasado mientras buscan reclamar y remodelar la vieja noción de las muchas Españas, o Las Españas”.

Por otra parte, el diario alemán Der Spiegel publicaba ayer un artículo donde, dirigiéndose a los alemanes, defendía el proceso catalán. La columna de opinión viene firmada por Jakob Augstein, periodista alemán e hijo —aunque no biológico— de Rudolf Augstein, el editor del Der Spiegel durante la posguerra. Augstein defiende la Europa de los pueblos, en detrimento de los estados-nación, que ve como un obstáculo para la democracia europea, y asegura que Catalunya defiende un “patriotismo alegre, moderno y plural, que quiere encontrar su lugar en el corazón de Europa”. Augustein citaba a una politóloga que defiende que el estado-nación es el verdadero obstáculo de la democracia europea. Además, explicaa que, al contrario de lo que dicen las teorías del sociólogo Ralf Dahrendorf, los catalanes no son excluyentes sino que “izan sus banderas nacionales en manifestaciones de Refugees Welcome y no muestran el rostro feo del nacionalismo” sino que “en Barcelona celebran un patriotismo alegre, moderno y plural, que quiere encontrar su lugar en el corazón de Europa”.