“El turismo mata a Mallorca”, el PP se “bunkeriza” y la Corona se tambalea.
“Tourism kills Mallorca”.
Así rezaba el sábado de la semana pasada una gran pancarta en el recinto de
llegada del aeropuerto de Palma de Mallorca, que no era de bienvenida a los
turistas, sino de denuncia y advertencia a los mismos. Un grupo de
simpatizantes de “Arran” (organización juvenil de la izquierda independentista
catalana, que surgió del proceso de confluencia entre las organizaciones
Maulets, CAJEI y agentes externos), y de “Palma, Ciutat per a qui l'habita” (“Palma,
ciudad para el que la habita”, asamblea abierta para responder a la turismo de
Palma), se concentró en el aeropuerto para denunciar que “el turismo mata a
Mallorca”. Arrancaba la segunda quincena de julio, mientras Son San Joan
aumentaba su ritmo de operaciones y pasajeros. Dichos grupos exhibieron
carteles que denunciaban que “un vuelo por minuto es insostenible” y que el
turismo de masas supone “precariedad laboral”. Asimismo, criticaron el alquiler
turístico, como sinónimo de vivienda “insostenible” y recordaron el clásico “Qui
estima Mallorca, no la destrueix” (“Quien quiere Mallorca, no la destruye”). El
domingo pasado fue un día de gran actividad en el aeropuerto, habiendo
alcanzado unos 900 vuelos programados y 150.000 pasajeros, cifras consideradas
como inasumibles en un manifiesto redactado en catalán, inglés y alemán, que se
entregaba a los pasajeros. “No vivimos del turismo que nos mata -se podía leer
en el mismo-. La presión humana sobre el territorio de las islas no para de
crecer y el capitalismo isleño sigue basando su enriquecimiento en la
mercantilización de los bienes comunes: paisaje, medio ambiente, patrimonio,
derechos sociales...”. “En la Mallorca en que usted ha llegado”, decía la
octavilla dirigida a los turistas recién aterrizados, “se padece una crisis
medioambiental de extrema gravedad”. Hacía referencia a playas “saturadas”, a carreteras
“intransitables” y a masas de residuos que llegaban “al extremo”. Se definía a
Mallorca como “el paraíso”, pero el de la “ocupación precaria y el de los
salarios bajos”. Se hablaba del problema del acceso a la vivienda digna (“un
lujo”) y de la “expulsión” de los residentes de unas ciudades y pueblos “donde
todo está al servicio de la industria turística”. Se rechazaba la idea de que,
en Mallorca, “vivamos del turismo” y la corregían por: “Una élite privilegiada
vive muy bien del turismo, a costa de una inmensa mayoría que malvive del mismo”.
El manifiesto reclamaba “poner límites” y aseguraba que cada vez más personas
exigen “decrecimiento turístico” para superar “la crisis ecológica y social que
sufre la crisis”, un reto “imprescindible y urgente”.
Un día antes de estas
manifestaciones antiturísticas, diversos hoteles y boutiques del casco antiguo
de Palma amanecieron con pintadas en sus fachadas: “Hoteles fuera del barrio”, “Basta
de hoteles”, “Tourism kills the city”. El lunes, Arran desplegó una pancarta en
un autobús turístico de Palma en la que se leía “Paremos la masificación
turística en los Països Catalans”. Y el miércoles, 11 de julio, el colectivo “Arran”
exponía su intención de realizar distintas acciones este verano contra la
masificación turística. Según expusieron en un acto en la calle Sant Miquel, su
campaña no trataba de la “turismofobia” sino de la “capitalismofobia” y de la “lucha
de clases”. La organización juvenil indicó que la campaña continuará “todo el
verano”. En las pancartas exhibidas se mostraba frases tales como “Quien quiere
Mallorca no la destruye”, “Turismo de masas-Precariedad laboral” o “Cien mil
personas por día es insostenible”. Y, durante la protesta, se entregaron
octavillas, en catalán, inglés y alemán, en las que se denunciaba la “presión
humana” sobre el territorio y la “crisis medioambiental de extrema gravedad que
padece Mallorca”, así como “la mercantilización del paisaje, el medio ambiente
y el patrimonio”.
Miembros del movimiento 'Ciutat per a qui l'habita', frente al
Ayuntamiento de Palma.
La plataforma denunciaba
que “un vuelo cada minuto es insostenible”, ya que “cada día pasa una media de
1.097 vuelos por el Aeropuerto de Palma”, lo que supone un vuelo por minuto. Una
situación insostenible que afectaba a diferentes sectores de la sociedad
mallorquina. Lo que significa que “no vivimos del turismo, sino que ¡el turismo
nos mata!”. En otros panfletos distribuidos, se denunciaba una “ocupación
precaria” y un “capitalismo isleño basado en la mercantilización de los bienes
de consumo: paisaje, medio ambiente, patrimonio, derechos sociales, etcétera.” Se
señalaba esta gestión turística como la causa de la precariedad laboral, los
salarios bajos y el incremento del precio del alquiler de viviendas. En
concreto, se acusaba a un “élite privilegiada” de beneficiarse de la situación,
pues “es falso que Mallorca viva del turismo”. Se apuntaba a los vecinos de
Barcelona y Palma de Mallorca como sufridores en sus barrios de la masificación
turística. Reclamaban un cambio de modelo que no les expulsara de sus hogares. La
polémica saltaba a los medios después de mostrar protestas contra el turismo,
sobre todo, en Barcelona y en Donosti. “Desde hace años -escribió A. Mateos, en
Ultima Hora-, los vecinos de los barrios céntricos de estas ciudades ven cómo
el nuevo fenómeno de los pisos de alquiler en los bloques de viviendas ha
disparado los precios de los arrendamientos, expulsando, en algunos casos, a
los inquilinos habituales, al no poder hacer frente al alquiler. La Ciudad Condal
y Palma de Mallorca son dos ejemplos de ello y los vecinos, hartos de esta
situación, reclaman un cambio de modelo en sus ciudades además de limitar la
llegada de visitantes, así nos lo ha hecho saber Marti Cusò, miembro de la
Assemblea de Barris per un Turisme Sostenible (de Barcelona), y Manel Doménech,
de la Asociación de Vecinos de Canamunt (Palma) que se integran en la
Plataforma 'Ciutat per qui l'habita'.”. Ambos barrios comparten calles
estrechas, peatonales, edificios antiguos y han visto cómo han desaparecido los
comercios de proximidad como las panaderías, zapaterías, electricistas... para
dar paso a oferta para turistas, como heladerías, tiendas de souvenir, alquiler
de bicicletas y franquicias.
El principal problema al
que se enfrentan los vecinos de estos barrios es el acceso a la vivienda. La
irrupción de pisos privados de alquiler, como los que encontramos en
plataformas con Airbnb, está disparando el precio por metro cuadrado. “Hay
personas mayores, jubilados, que llevan 30 años en su casa y, tras triplicarles
alquiler, se tienen que ir” señala Doménech, que profundiza en este problema.
En Barcelona, según Cusò, hay que sumar la especulación inmobiliaria de “grupos
inversores que compran edificios enteros para hacer apartamentos y pisos de
lujo”. Y se multiplican las fiestas en los pisos hasta alta horas de la
madrugada, las borracheras, las peleas e incluso sexo en plena calle. El
gobierno de Baleares aprobó hace unos meses una normativa para poner límite a
los pisos turísticos, medidas que han adoptado en el Ayuntamiento de Palma a
iniciativa de las asociaciones vecinales como la que forma parte Doménech,
quien denuncia que “no estamos en contra del turismo, vivimos de él, pero
estamos matando las ciudades”. En Barcelona, la administración de Ada Colau ha
puesto fin a la concesión de licencias para construir nuevos hoteles y ha
sancionado con 600.000 euros a la plataforma Airbnb por ofrecer pisos de
alquiler sin licencia, además de obligar a su cierre, políticas insuficientes
para Cusò que, aunque reconoce su valor al ser “la primera vez que se regula”,
desde la Assemblea de Barris defiende un modelo “que reduzca el turismo y dé
más peso a otras economías” ya que, según él, ha quedado demostrado que crea “trabajo
precario, sus beneficios no se reparten y destruye el tejido vecinal”. Barcelona
y Palma de Mallorca son solo dos ejemplos de un fenómeno que no solo ocurre en
España. Ciudades como Ámsterdam, Brujas, Venecia o Roma, han anunciado también
medidas para limitar el turismo.
Turismofobia.
Hojas distribuidas en catalán, inglés y
alemán, a los turistas recién llegados al aeropuerto de Palma.
Aunque las personas
congregadas no eran muchas –apenas unos 20 participantes–, el impacto de la
protesta en el aeropuerto fue relevante, dado que se produjo en la principal
puerta de entrada de los visitantes a la isla, y en plena temporada alta de
turismo, durante el mes de julio. En la manifestación también se repartieron
folletos a los turistas, en los que se denunciaron problemas como la “crisis
medioambiental de extrema gravedad que padece Mallorca” o “la mercantilización
del paisaje, el medio ambiente y el patrimonio”. Los miembros de la plataforma
responsable de la protesta abogaron por la necesidad urgente de un
“decrecimiento turístico” como única vía para paliar “la crisis ecológica y
social que sufre la isla” a causa del turismo masivo. En los últimos años, las
autoridades locales, conscientes de la gravedad del problema, optaron por
limitar la capacidad legal de acogida turística de la isla. El pasado mes de
abril, se aprobó una normativa que prohíbe el alquiler de viviendas a turistas
en edificios con varias viviendas. Ya en 2017, el Gobierno de las Baleares se
vio obligado a poner un tope al número de alojamientos en establecimientos
turísticos legales. El límite de plazas quedó fijado entonces en 623.624, de
las que la mayor parte –435.707– están en Mallorca. Aunque, se insistió en que
estaban “trabajando para que efectivamente fueran puntuales”.
La ministra en la reunión con la presidenta de Caeb, Carmen Planas, y la
presidenta de los hoteleros, María Frontera, al fondo.
Por otra parte, el pasado
lunes, empresarios y hoteleros pidieron a Reyes Maroto, ministra de Industria,
Comercio y Turismo, medidas para frenar la turismofobia en las islas, tras los
últimos casos de manifestaciones y pintadas contra el turismo masivo. Carmen
Planas, la presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de
Baleares (CAEB), mostró su preocupación por estos hechos. Y solicitó la
actuación de la Administración pública “para evitar este tipo de protestas que
se están produciendo en Baleares”, aunque también en otros puntos del país.
“Creemos -dijo la dirigente empresarial- que nos puede hacer mucho daño a
nuestras empresas y a nuestro sector turístico, que es el motor de nuestra
economía”, Y pidió “más control y más policía” para evitar este tipo de protestas.
Le preocupa el alcance nacional e internacional de la turismofobia. Por su
parte, María Frontera, presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de
Mallorca (FHEM), declaró a los periodistas que hay “algunos pequeños grupos
antiturísticos que llevan a cabo acciones que recogen los medios de
comunicación y que tienen un alcance a nivel internacional que deberíamos
cuidar. Evidentemente, condenamos cualquier acción de este tipo”. Frontera
reivindicó el papel del sector turístico como motor de la economía española. Y
solicitó “medias adecuadas” a la administración pública para que no se repitan
este tipo de protestas.
Una pegatina contra el turismo en el barrio de Gracia, de Barcelona.
“Las ciudades -escribe en
Huffpost Carlos Hernández Pezzi Arquitecto y urbanista, patrono de la Fundación
Alternativas- tienen un nuevo gran reto, que consiste en sobrevivir al turismo
de masas. Si bien no es cierto que el “turismo mata la ciudad” como reza la
potente imagen de la calavera con dos palos de ‘selfie’, convertida en enseña
de los ‘turismo-fóbicos’, las ciudades padecen una pandemia turística de
grandes proporciones, que deja secuelas para los que no están vacunadas, ni
preparados eficientemente, porque los procesos bullen en centros de poder cada vez
más globales, concentrados y anónimos, que operan transnacionalmente mediante
agentes bursátiles con estructura de fondos de inversión. Esta inversión está
cada vez más desentendida de las economías locales, de la responsabilidad
social y ambiental y es más codiciosa en la búsqueda de beneficios a cualquier
precio. En medio de la crisis crónica y la lucha contra el cambio climático,
las ciudades deben afrontar con urgencia este nuevo escenario sin complejos;
han de cambiar su noción y la delimitación del centro histórico y monumental
ampliándolo, porque el espacio restringido produce una especulación/explotación
ilimitadas, diaria y anual, dentro de sus actuales bordes. Los Planes
Generales, Estratégicos y las EDUSI (Estrategias Desarrollo Urbano de Sostenible
Integrado) deben prever tratamientos específicos y ordenanzas conformes a los
nuevos procesos residenciales, terciarios y turísticos, manejando con
antelación y soltura los nuevos instrumentos digitales de la ‘smart city’,
precisando bien qué se quiere conseguir y evitar con los ‘destinos turísticos
inteligentes’. Los territorios son ‘inteligentes’, si crean riqueza social y
ambiental y tontos, si la destruyen. La excelencia turística se conseguirá
diseñando contramedidas que frenen los daños colaterales de la masificación
tendencial irreversible. El destino turístico tiene que reorientarse
constantemente a la calidad y a la mejora de las condiciones de vida de los
residentes. Si estos se expulsan a las afueras, las ciudades, entonces sí,
morirán por la pandemia turística”.
Fotografías facilitadas por la candidatura
de Soraya Sáenz de Santamaría (arriba) y de Pablo Casado (abajo).
En un plano nacional y
político, al retirarse Mariano Rajoy, abrazando la profesión de registrador de
la propiedad en Santa Pola, sólo tres semanas después de abandonar su cargo de
presidente del PP y del Gobierno, promete hacerse a un lado en la batalla
interna en el PP por el poder. Según confirman varios medios, intenta
intervenir en los últimos días para rebajar la tensión entre Pablo Casado y
Soraya Sáenz de Santamaría, los dos candidatos para la presidencia. Dice que lo
hace para intentar poner paz, pero, internamente, la que fuera su
vicepresidenta en el Gobierno, Soraya de Santamaría, intenta con todas sus fuerzas
y aquiescencia de Rajoy ser su predecesora, apoyada por la militancia y por el
aparato del PP, aunque es denostada por gran parte de la cúpula del partido y
por varios ex ministros del Gobierno que el mismo Rajoy presidiera.
Pablo Casado junto a los ex ministros del Gobierno de Rajoy que le mostraban
su apoyo.
El jueves pasado, Pablo
Casado se unía, en una comida en Madrid, a varios ex ministros en clave de
'conjuro' contra Santamaría. Estaban en ella personalidades como Rafael Catalá,
José Manuel Soria, Isabel García Tejerina, José Manuel García-Margallo, Dolores
de Cospedal, Juan Ignacio Zoido... Todos ellos le dieron su apoyo en estos
últimos días. Y Casado, cada vez más crecido y descontrolado desde que
recibiera el apoyo de los otros candidatos a las primarias que quedaron
descolgados de la lucha final, como Cospedal y Margallo, hizo un último
esfuerzo para ganarse el apoyo clave y definitivo de la derecha y para asaltar
Génova 13. Dicen que incluso el gallego Alberto Núñez Feijóo le miraba bien. Quien
fuera el gran favorito para suplir a Rajoy dejó huérfano el partido, sin
candidato mayoritario entre la militancia y la cúpula del partido, desatando la
guerra interna. Por eso era tan importante su apoyo explícito. Casado se apuntó
un tanto al lograr apoyos de varios dirigentes del PP gallego, algo fundamental
por la gran cantidad de compromisarios y delegados que tiene en la masa nacional
del PP. Y, gracias a Feijóo, quien se pronunció a favor del abulense, Casado dio
el tiro de gracia que acabaría con Santamaría.
Casado, bajo el lema: “Todo por la Patria”.
Pablo Casado cerró su
campaña, reivindicando sus valores ultra conservadores y su posicionamiento
liberal económico y de centro-derecha, sin renunciar al pasado gris del PP de
Aznar y Aguirre, dos pilares básicos en su formación cuando estaba en las
Nuevas Generaciones del PP, denostados y enterrados por parte por el mismo partido.
De hecho, Aznar ya no es ni militante del partido y no fue invitado al Congreso
del PP. Casado tampoco tuvo reparos en fotografiarse con militares, policías y
guardias civiles en la campaña, intentando dar una imagen de hombre de Estado
pegado a las Fuerzas Armadas y de Seguridad, como su famosa fotografía con el
cartel de “Todo por la Patria”. Y comió con siete ex ministros de Mariano Rajoy
entre los cuales estabab García-Margallo, Rafael Catalá, Isabel García
Tejerina, Juan Ignacio Zoido o José Manuel Soria. Éste último tuvo que dimitir de
la presidencia del PP de Canarias y del Ejecutivo anterior cuando se descubrió
que mentía como diputado. Además, Soria ha sido encausado por varios casos de
corrupción urbanística, además del 'caso Eolo', 'caso del Chalet' y 'caso
Salmón'. Casado se buscó igualmente el apoyo de Adolfo Suárez Illana, hijo de
expresidente Suárez. Y fue apoyado por Catalá y Zoido, quienes cantaron “El
novio de la muerte”, uno de los himnos de la Legión, al paso de las procesiones
de Semana Santa, en Málaga. También estuvo entre los 'cantores' el ex ministro
Íñigo Méndez de Vigo, que apoyó a la otra candidata del PP, a Sorata Sáenz de
Santamaría.
Soraya se negó a ofrecer entrevistas a varios medios de comunicación,
como El País o Al Rojo Vivo, programa de Antonio García Ferreras.
Por su parte, Santamaría
cerró su campaña con un último ofrecimiento a Casado para lograr una lista de
Integración. “Pablo, sigo aquí. Cuando quieras, como quieras y donde quieras,
por nuestro partido y por España”, dijo la candidata, quien señalaba que, en su
equipo, “hay ex ministros haciendo política a pie de calle”. En otro momento,
dijo que la mayoría de los compromisarios optará por “la candidatura de las
bases”. En su discurso, propuso a la ex ministra de Empleo Fátima Báñez como
secretaria general y anunció que contaría con Mari Mar Blanco, la hermana de
Miguel Ángel Blanco. En un discurso continuista, criticó a los corruptos de su
partido “que tantos votos han restado”, pero sin hacer autocrítica y presumiendo
de legado de Rajoy, a quien elogió. Dijo “querer atraer a todos los que se
sientan parte del centro-derecha español, abriendo un abanico con la bandera de
España. Cabemos todos, no sobra nadie, solo los corruptos”. Aseguró vivir
conforme a sus principios, “como la sinceridad con uno mismo; lealtad entre
nosotros... respeto al compañero, la coherencia entre lo que decimos en privado
y hacemos en público. Esa es nuestra ejemplaridad”. Y se presentó como “la
candidata más votada del partido más votado de España. Estamos para ganar
elecciones, pido vuestro voto para ganar, porque aquí no hay más perdedores que
nuestros adversarios, la izquierda, el independentismo y el populismo, nunca he
conocido otros. Una izquierda que se empeña en debates del pasado”. Dijo “defender
con uñas y dientes la unidad de España. La unidad de España necesita un PP
fuerte y unido”. Y aconsejó: “Cuando votéis, pensad en todo el partido, en lo
que quieren los afiliados, en lo que los españoles buscan en nuestro partido,
al que quieren votar. La decisión está en vuestras manos. Vengo con experiencia
y trayectoria, con la legitimidad del voto de los afiliados. Tenéis la libertad
de enmendarlo, pero os he dado razones para mantenerlo”.
Pablo Casado.
Nadie daba un euro por él
cuando osó presentarse como candidato a las primarias del Congreso del PP. Todo
parecía ser una batalla entre las dos 'gallinas' de pelea, Soraya Sáenz de
Santamaría y Dolores de Cospedal. Y aunque la primera resistió hasta el final,
Pablo Casado pasó de ser un simple portavoz del partido a ser candidato al
nuevo presidente del PP. Y ganó con claridad en el Congreso del PP, tras un
recuento donde ganó casi desde el principio en las 25 mesas por escrutar.
Obtuvo 1.701 votos de los compromisarios por los 1.250 de su rival, Soraya
Sáenz de Santamaría o, lo que es lo mismo, un 58% contra un 42% de la segunda
aspirante. Su discurso fue mucho más emocional que la otra candidata. Casado
sacó ventaja de su mejor oratoria, apelando al corazón de la militancia, e
incidiendo más en la ideología de los votantes del PP, derechista y
conservador, pero haciendo guiños a todos, incluido a los homosexuales. Casado
cargó las tintas contra la oposición, acordándose primero de los
“oportunistas”, en referencia a Ciudadanos, pero también de los “socialistas”,
“separatistas”, “batasunos” y “podemitas”. Recordó al viejo discurso del PP en
la oposición de tiempos de Zapatero, apelando a los valores conservadores y de
la familia y la unidad de España, las víctimas de ETA... Como colofón, ofreció
por sorpresa a su rival, Santamaría, la total integración en la Ejecutiva del
partido en caso de victoria.
Cristina Cifuentes junto a Pablo Casado.
Pablo Casado y Cristina
Cifuentes se convirtieron en una pareja políticamente inseparable ya sea para
estudiar, ya para trabajar en política. Ambos sacaron su máster en la
Universidad Rey Juan Carlos I, aunque no acudían demasiado a clase. Al menos, a
Cifuentes nunca se le vio asistente. Lejos de encontrar y mostrar el TFM, la ex
presidenta de la Comunidad de Madrid, terminó abandonando sus cargos y debiendo
presentarse ante los tribunales, donde, según Daniel Fernández, en
ElPlural.com, “probablemente coincida con Casado a la espera de que la jueza
Carmen Rodríguez-Medel dicte sentencia sobre las presuntas irregularidades.
Ahora, ante elección de Pablo como líder del PP, Cristina, ya retirada de la
primera línea política, mostró su apoyo a su antiguo compañero que además de
representar la renovación, siempre ha defendido nuestros valores y a nuestro
partido. Aunque quizás todas esas muestras de afecto no sean fruto de su amor por
el PP, sino una estrategia para seguir teniendo un futuro dentro del PP”.
Además de Cifuentes y de los otros candidatos, Esperanza Aguirre, la anterior
expresidenta de la Comunidad de Madrid, también eligió a Casado como su
favorito. “Aunque, vista la trayectoria y actual situación de las dos expresidentas,
no sabemos si ese respaldo puede terminar siendo una condena”.
Las fotos más
sorprendentes y las fotomontajes de esta semana:
Soraya se quedó sin su corona.
El PP de Casado, se
posiciona claramente hacia la ultraderecha catolicista conservadora machistoide
y de enzarpe nacional. Malo para Albert Rivera, según Skakeo FamZinn. Y debería
ser una oportunidad para la izquierda... si es capaz de verlo y usarlo. (Y
queda lo de los títulos universitarios)
“El Valle de los Caídos -recordaba el miércoles, 18 de julio, la revista satírica El Jueves- vuelve a vestirse de gala para una celebración franquista. En conmemoración del día del Alzamiento Nacional (también conocido como golpe de estado contra un gobierno legítimo que provocó la Guerra Civil y 40 años de dictadura) hordas (bueno, cuatro gatos) franquistas mostraron al mundo su hombría con todo el boato y la pompa posible. Y, cómo las fuerzas ya empiezan a flaquear entre muchos de los nostálgicos del dictador monórquido, nada mejor que echar mano de la química moderna para mostrarse bien alzado. A los patriotas que no puedan asistir al evento, los organizadores les animaron, estuvieran donde estuviesen, excepto en misa, a ver algo de porno (nada de Mia Khalifa, que sí, sabemos que está buena, pero es moruner) y lucir una soberana erección. Otra manifestación fascista que terminó generando las mismas reacciones de siempre: orgullo simiesco para pocos, repulsión a la mayoría y silencio por parte del PP”.
Pues si que estaba jodido parar un taxi en el Valle de los Caídos este domingo
La
sonrisa de un país. @Que-rule
Campeonato nacional del yo-yo.
Felipe
VI no ha dicho nada sobre el tema. Aunque está la cosa ahora como para hablar.
Albert Rivera y su
partido, Ciudadanos, son auténticos expertos en apuntarse a todo lo que sale o
suena bien. Lo han hecho con el feminismo (varias veces), con la prisión permanente
revisable, con la dimisión de Cifuentes, con el Gobierno de Sánchez, con el
Estatuto del Artista…Ahora Rivera se sube al carro de Nelson Mandela, cuando se
celebra el centenario del nacimiento de quien fuera activista contra el
apartheid, presidente de Sudáfrica y… comunista.
Tras la publicación de
este tuit, decenas de usuarios de las redes sociales le han respondido
recordándole la ideología de Madela. Y le consideran un cínico por querer
subirse al carro de su figura.
Hoy hubiera cumplido cien
años el gran Nelson Mandela. @jonathanmartinz
'Si hay alguien que está generando republicanos es Juan Carlos I', dice Juan Baldoví en Cuartopoder.
Henar Ortiz, tía republicana de la reina
Letizia.
Henar Ortiz, la tía
‘díscola’ de la reina Letizia, ha pedido la colaboración de sus seguidores en
redes sociales para que firmen una petición de referéndum público para abolir
la monarquía e implantar la república. Tras salir a la luz las grabaciones de
Corinna zu Sayn-Wittgenstein, en las que desvela que el rey Juan Carlos utilizó
a su ‘amiga entrañable’ como testaferro, entre otras revelaciones, una de las
primeras cosas que Henar ha hecho es sumarse a la petición de un referéndum
público para abolir la Monarquía e implantar una República en España. La
petición, que ya lleva más de 96.000 firmas, ha compartido sus redes sociales
con este mensaje: “Este referéndum es un sueño que llevamos años persiguiendo.
Los Borbones se han hecho ricos a nuestra costa. ¿No crees que ha llegado la
hora de decir ‘basta’? ¡Firma y difunde la petición ahora!”. En su perfil de
Twitter, Henar Ortiz, que se confiesa de Podemos, también luce el lazo amarillo
con el que los independentistas reclaman la libertad de los “presos políticos”.
En el pasado, ya mostró su apoyo al referéndum catalán y fue muy crítica con la
actuación del Estado español en Cataluña. Ahora, pese a su parentesco con la
reina Letizia, no duda en cargar contra Felipe VI, compartiendo un tuit que dice:
“El rey desembarcó ayer en Catalunya, y lo hizo por la derecha…, por la extrema
derecha”.
Bofetada de la revista
Time a Donald Trump, esta vez a cuenta de la cumbre EEUU-Rusia. El presidente
estadounidense cosechó airadas críticas en su país por decenas de políticos y
medios de comunicación que le han acusado de creer más al presidente ruso que a
su propia Agencia Central de Inteligencia (CIA). Time le dedica una curiosa
portada en la que puede verse su cara fusionada con la de su homólogo ruso
Vladímir Putin.
El humor en la prensa de
esta semana: El Roto, Peridis, Pat, Vergara, Manuel F. Padylla, Jordi Borrás, Eneko,
Malagón, Ros…
Pep Roig, desde Mallorca:
Símbolos, Tendencia, El Cid Campeador, Cambios para que todo siga igual, Atado
y bien atado, Los sueños, sueños son…
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