Manifiesto contra el retroceso de las libertades.
Mayor Zaragoza, Évole, Wyoming y Gemma Nierga, entre
los apoyos a un manifiesto contra el retroceso de las libertades.
Un manifiesto impulsado
por la federación de ONG de paz, derechos humanos y cooperación Lafede.cat, con
respaldo de unos 200 periodistas (entre ellos, Évole, Wyoming y Gemma Nierga),
personalidades del mundo de la cultura, sindicatos y movimientos sociales,
exige la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana ('ley mordaza') y la “limitación”
del uso de la prisión provisional. El texto fue presentado el pasado miércoles en
Barcelona y, con el título 'Derechos y libertades', muestra la “preocupación
por la escalada en el uso de instrumentos judiciales que, en el marco de un
sistema político democrático, persiguen silenciar la crítica” tras la reforma
del Código Penal. El manifiesto destaca que, pese a tener “opiniones diversas
sobre muchos aspectos de la actualidad política”, comparten una inquietud ante
hechos que cercenan derechos y libertades fundamentales, como la sentencia al
rapero Valtonyc, el caso del libro 'Fariña', la retirada de una obra en la
feria ARCO y la prisión preventiva de los jóvenes de Altsasu y de los
dirigentes de entidades soberanistas Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. En la
presentación, Tere Palop, vicepresidenta de Lafede.cat, y Jordi Armadans, director
de Fundipau, resaltaron el carácter unitario del manifiesto y que haya
personalidades con sensibilidades políticas diferentes, así como un importante
número de firmas de artistas del Estado.
Entre los firmantes del
texto hay músicos como María del Mar Bonet, Paco Ibáñez, Raimond; editores como
Jorge y Silvia Sesé; escritores como Rosa Regàs, Manuel Rivas, Elvira Lindo,
Llucia Ramis; pintores e ilustradores como Frederic Amat, Javier Mariscal y
Juanjo Sáez; periodistas como Ignacio Escolar, Gemma Nierga, Ana Pardo de Vera,
Edu Galán, Toni Soler, Arturo Valls, Jorge Javier Vázquez; la deportista
Natalia Via-Dufresne; los filósofos Xavier Antich, Jordi Amat, Marina Garcés,
Pere Portabella; catedráticos en derecho Javier Pérez Royo y Joan J. Queralt y
gente del cine y del teatro como Montxo Armendáriz, Ventura Pons, Antonio de la
Torre, Leticia Dolera, Quim Masferrer, Juan Diego Botto… También se adhirieron sindicatos,
ONG y movimientos sociales
La periodista y escritora,
Llucia Ramis asegura que “cuantas más acciones se hagan, más gente se
concienciará”, y considera que es imposible no firmar este manifiesto que pide
la recuperación de derechos y libertades, huyendo de cualquier adscripción
política. El músico Marc Parrot asegura que existe más gente a favor de la que
firma, pero que hay miedo a ser colocados en un determinado saco, a lo que la
cantante Marina Rossell añade que es verdad que “hay miedo, pero también
indignación” por lo que está ocurriendo.
“Nos inquieta -dicen los firmantes- que, cada vez más, personas de todo
tipo (periodistas, humoristas, tuiteros, sindicalistas, artistas, maestras,
informáticos, activistas, raperos, mecánicos, etc.) estén siendo investigadas o
condenadas por acciones u opiniones que constituyen un libre ejercicio de la
libertad de expresión y de manifestación. Vemos con preocupación la
criminalización del activismo por los derechos humanos, como es el caso de la
periodista Helena Maleno en su trabajo en la Frontera Sur, o otros casos
ocurridos en Italia o Grecia, y todo ello en un contexto de políticas racistas
con la población migrante y refugiada. Consideramos totalmente injustificadas e
innecesarias, situaciones de prisión preventiva como las sufridas por los
jóvenes de Altsasu o por Jordi Cuixart, Jordi Sánchez y la de los representantes
de las instituciones catalanas. Hemos visto con preocupación las sentencias de
prisión para el rapero Valtonyc o el grupo de La Insurgencia, el secuestro del
libro ‘Fariña’ o como ARCO retiraba una obra de arte por su contenido político.
Este último ejemplo, por cierto, es un síntoma inquietante del clima de
autocensura ‘preventiva’ que se puede generar si se continúa con esta dinámica
general de represión.
“Nos alarma la facilidad
con la que se pretende forzar la realidad, tipificando muchas acciones como
delito de odio, de sedición, de rebelión o de terrorismo entre otros. Nos
asusta que, además de la represión ejercida en cada caso, con todas estas
situaciones se intente y consiga minar la capacidad de la ciudadanía para,
organizada colectivamente, transformar realidades sociales por medios
pacíficos. Consideramos que la libertad de opinión y expresión, la libertad de
manifestación, el derecho a la protesta no-violenta, etcétera, son derechos
humanos fundamentales que deben ser preservados para una buena salud
democrática. Por consiguiente, manifestamos nuestra preocupación por esta
escalada en el uso de instrumentos judiciales que, en el marco de un sistema
político democrático, persiguen silenciar la crítica y exigimos la derogación
de la Ley de Seguridad Ciudadana y la limitación del uso de la prisión
provisional”.
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