viernes, 24 de agosto de 2018

Primera planta solar flotante del mundo sobre el mar, en Holanda.


 Proyecto de paneles solares flotantes.



Bautizado como ‘Zon-op-Zee’ (‘El sol en el mar’), Holanda sorprende con la primera planta solar flotante sobre el mar, un proyecto a desarrollar en tres años que cuenta con un buen número de implicados para garantizar que el desafío se supera. En concreto, seis empresas y centros de investigación especializados trabajarán mano a mano en el diseño de esta granja fotovoltaica flotante que, cuando se materialice sobre aguas del mar del Norte, será única en el mundo. Se trata del diseño, ejecución y puesta en marcha de la primera planta solar flotante sobre el mar. El reto podría traducirse en una mejora del rendimiento de los paneles fotovoltaicos de hasta el 15% respecto a los que se ubican en tierra, además de atajar los problemas de falta de espacio que, en ocasiones, lo ponen difícil para instalar este tipo de granjas para el aprovechamiento de las energías limpias.

Aunque países como China o Reino Unido ya hayan apostado por trasladar a la superficie acuática sus plantas para la captación de energía solar, hasta la fecha estas se han ubicado en masas de agua en tierra, generalmente lagos. De ahí, lo excepcional de la iniciativa. “Lo que haremos con este proyecto no se ha hecho nunca”, declara Allard van Hoeken, ingeniero, además de fundador y máximo responsable de Oceans of Energy. El startup (término utilizado para definir a aquellas empresas que se encuentran en edad temprana o de nueva creación y presentan grandes posibilidades de crecimiento) forma parte del consorcio que espera hacer realidad el proyecto. La apuesta es todo un reto, sobre todo por las fuerzas destructivas del viento y de las olas en el mar, asunto por el que este tipo de iniciativas no se habían llevado a la práctica hasta ahora.

El atractivo del proyecto y el impacto de su puesta en marcha son evidentes. “Los sistemas solares flotantes a gran escala sobre el mar todavía no existen”, apuntan desde el consorcio. Este alude además a las fortalezas de la energía solar en el mar, que no ocuparía suelos escasos en tierra. Además, los impulsores destacan su potencial aportación a islas o zonas remotas en las que, precisamente por eso, se suele acudir a fuentes contaminantes, como el diésel. Pero estas no son las únicas áreas que se verán beneficiadas del éxito de la ambiciosa idea. “Esta será una solución para el mundo entero, puesto que la mayoría de la población del planeta se concentra en regiones costeras”. En concreto, 6 de cada 10 personas viven en áreas próximas a la línea marítima. El impacto esperado, se extiende a más campos, como el rendimiento de las instalaciones solares fotovoltaicas. Los participantes en este proyecto consideran que una granja solar sobre el mar puede rendir un 15% más que otra, homóloga, sobre tierra. Sobre este aspecto se seguirá profundizando conforme avancen los trabajos de este consorcio, puesto que el papel de la Universidad de Utrecht será, precisamente, comparar la producción en tierra y en plantas solares marítimas como la que se estrenará en los Países Bajos.

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