Un pueblo de Valencia decide renunciar a la red eléctrica y vivir sólo con energías renovables.
Aras de los Olmos.
Aras de los Olmos, un
pequeño pueblo valenciano de apenas 300 habitantes, ha decidido renunciar a la
red eléctrica y depender solo del autoconsumo de energías renovables. Según su
alcalde, están cansados de los problemas eléctricos que tienen con la red de
distribución eléctrica comercial, y han decidido invertir cuatro millones de
euros para autoabastecerse y vivir de forma independiente. Este será -todo está
en fase de tramitación administrativa- el primer municipio español en
desconectarse completamente de la red eléctrica pública.
Aras de los Olmos está al
final de la línea eléctrica, y, cuando hay condiciones climatológicas adversas,
se producen averías que dejan sin servicio a todo el pueblo. La administración
pública no soluciona el problema ya que requiere de una alta inversión. Hartos
de esta situación, los habitantes de este lugar han decidido tomar cartas en el
asunto, y han encontrado en las renovables la solución a sus problemas
eléctricos.
Carlos Roldán
(Catedrático de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Politécnica de
Valencia), encargado de desarrollar técnicamente el proyecto,
cuenta que el pueblo tiene un parque eólico en el municipio, por lo que la zona
es ideal para construir su propio generador eólico para el suministro de
electricidad. En el lugar hay suficientes terrenos sin uso para la instalación
de una planta fotovoltaica, y recursos para poder producir energía a partir de
biomasa de origen vegetal, o biogás de origen animal, usando los purines y el
resto de basura que producen los animales. El cauce de un río sirve para el
suministro constante de agua, que se puede usar como almacenamiento de energía,
almacenando el agua a diferentes alturas.
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