Felipe González prefiere a Franco antes que a Podemos.
Felipe González afirma que incluso Franco hubiera sido preferible a lo que nos quiere imponer Podemos
Tras meses de prudente
silencio, Felipe González lanzó, hace más de un mes, un mensaje contundente a
Pedro Sánchez y otro todavía más duro contra Pablo Iglesias. Tanto al actual
inquilino de Moncloa como a Pablo Iglesias, su socio preferente, Felipe
González, les hizo una demoledora advertencia a cuenta del debate republicano
que uno lanzara y el otro no frenara. “Prefiero 800 millones de veces más la
Jefatura del Estado que tenemos, incluso la anterior (en referencia a Franco),
que la que ellos admiran”, dijo González en una encendida defensa del modelo
institucional implantado en España desde 1978. El expresidente del Gobierno,
Felipe González, apuntó públicamente que “no le preocupaba” que la fuerza de un
Gobierno dependiera de Podemos o de su secretario general, Pablo Iglesias,
aunque apostilló que, “si yo fuera presidente del Gobierno, no me gustaría”.
A la pregunta de si
incluiría a Iglesias en un Gobierno, contestó que no creía que el líder de
Podemos “guste mucho de mí”, al igual que le puede ocurrir a él en sentido
contrario, pero se declaraba “dispuesto a hablar con todo el mundo”, aunque “hay
algunos elementos que podrían ser esenciales que lo harían muy difícil, salvo
que hubiera convergencia de posiciones”. Por otro lado, el expresidente del
Gobierno también se pronunció sobre la carta que Unidos Podemos-En Comú-En
Marea había remitido a la Casa Real, dirigida a Juan Carlos I para pedirle que
compareciese a petición propia en el Congreso de los Diputados, con el objetivo
de que explicase “su actividad institucional como jefe del Estado durante más
de 38 años y como Rey emérito desde 2014, y aclare si está implicado en casos
de corrupción”. El expresidente señaló que se trataba de “un exponente” de la “especie
de carga de caballería” que cree que se da ahora “contra la institución
monárquica y la Jefatura del Estado”, e indicó que, cuando ésta “se plantea
desde los separatistas, se piensa que están en contra del Rey Felipe porque es
monarquía o por el discurso del 3 de octubre” de 2017, si bien, antes de ese
día, ocurrieron los atentados de agosto en Cataluña, “y las descalificaciones y
los gritos” cuando el monarca se desplazó a Barcelona a participar en la
manifestación contra dichos actos terroristas “los mismos que después del 3 de
octubre”.
En ese sentido, opinó que
“si, en lugar del rey Felipe, fuera el anterior o fuera presidente de la
República, estarían descalificándolo como presidente de la República”. González
habla de un “interés liquidacionista”, de “desestabilizar”, y señala que él no
ha sido “nunca monárquico, pero se dice, con razón, que he defendido a la
institución más que ningún otro”, y apunta que no sabe “dónde quieren ir” los “bromistas
que quieren poner en crisis la estabilidad de la convivencia constitucional
para liquidarla”. Unas expresiones más cerca de un galimatías que a la claridad.
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