Desmontando a Eduardo Inda (Y II)
“Eduardo Inda no es buen
periodista; mejor, es un periodista que se encuentra bien, se maneja a gusto en
el ‘universo de la posverdad y la mentira’. Ha prostituido una profesión que
debería estar al servicio del pueblo. Algunas cadenas de tv y radio le pagan
por gritar, insultar y mentir. No tiene bien calibrada la brújula de la verdad
y la moderación. La mentira no entiende de ideología. Inda encarna e interpreta
varios personajes dentro del peor modelo de periodismo. Posee los vicios del
periodista partidista, tendencioso y excitado; trabaja la noticia con el
sentimiento no con la reflexión; su pensamiento es acartonado. Para él no
existe relato veraz; la verdad es su opinión; en él la verdad no es reflexiva,
es impulsiva. Disfraza el lenguaje con lugares comunes, siempre ofensivo para
el contrario. Bien sentenciaba con sencilla clarividencia Leonard Cohen: A
veces uno sabe de qué lado estar, simplemente viendo quiénes están del otro
lado. Y muchos sabemos de qué lado está Eduardo Inda. (…)
Jesús Parra Montero,
catedrático de Filosofía, los recuerda en el artículo ‘Desmontando a Eduardo
Inda’: “Inda es de esos periodistas que hablan mucho, opinan demasiado y
escuchan poco. En sus peroratas incansables, en las que interrumpe, de modo
permanente, al contrario, muestra exceso de engreimiento, fatuidad y
arrogancia. Cree que por hablar mucho dice más verdad. ¡Ingenuo! Todo lo
contrario. Como dice el libro de los Proverbios: ‘el que mucho habla, mucho yerra;
el que es sabio refrena su lengua…Los labios del justo orientan a muchos; los
necios mueren por falta de juicio’. Inda practica un tipo de ‘periodismo’ que
corroe y contamina la democracia, aporta poco, fomenta el odio, el insulto y el
desprecio a quien con él no coincide; alguien ha llegado a calificarle como
“terminal de desinformación”. Hace días, con más desprecio que objetividad, no
sé si intentando humillar más al presidente Sánchez que ensalzar por encima de
lo que en realidad vale a Pablo Casado, ante los resultados de la encuesta del
CIS, afirmaba: ‘El CIS ha sido la venganza de Pedro Sánchez por la ‘tunda’ de
Casado en el Congreso’. De ahí que algunos compañeros de tertulia, en las
muchas en las que participa, hayan manifestado y escrito: ‘Me da vergüenza compartir
cadena o tertulia con él. No tiene la decencia profesional y ética de
rectificar’. También es cierto que existen otras voces del mundo de la
comunicación que han alzado la voz para apoyarle, entre otros destacados, los
¿periodistas? Herman Tersch o Alfonso Rojo. ¡Muy recomendables ambos! (…)
“El periodista Francisco
Mercado, exjefe de Investigación de Okdiario, de la que Eduardo Inda es
director, ha denunciado que durante los 18 meses que permaneció en la empresa,
estuvo expuesto directamente a manipulaciones, falsificación de su trabajo en
contra de su voluntad y sin su consentimiento, de manera sistemática y grave,
de los artículos redactados por ‘él’ hasta rozar o alcanzar la mentira, la
injuria o la calumnia. ‘Podría citar decenas de artículos -afirma Mercado-
manipulados en contra y sin mi conocimiento por la dirección de Okdiario’.
Destaca en concreto, entre otras, la manipulación de la noticia de la falsa
imputación de que Pablo Iglesias había cobrado de Venezuela mediante un paraíso
fiscal. ‘El director de Okdiario, Eduardo Inda Arriaga, se encargó de dinamitar
mi versión. La manipuló y reconstruyó con una colección de aseveraciones que
jamás estuvo ni en mi mente ni en el original escrito por mí. Esta manipulación
se hizo sin avisarme de tan drásticos cambios’. Cuando protestó por la
tergiversación de su información, Inda le respondió: ‘La información es buena,
pero los títulos son una mariconada. Nada de que ‘la policía está
investigando’. Hay que poner: ‘Iglesias cobró de maduro en un paraíso fiscal, y
punto’.
Esta es la idea de
periodismo transparente y veraz del señor Inda. Es difícil encontrar a un
periodista que sea capaz de mentir y manipular la información ‘tan
sinceramente’. No se puede utilizar una noticia no contrastada, incluso inventada,
para avalar el propio argumento o denigrar el del contrario. Es lo que ya se
denomina ‘táctica Inda’: ‘choque de códigos periodísticos y morales en las
tertulias, demonizando al contrario’. Como tertuliano, mantiene su
comportamiento a través de las formas que le son propias: groseras, despóticas,
inquisitivas con total ausencia de empatía. En su sonada y permanente presencia
como tertuliano en La Sexta Noche, siempre carente de respeto con los
tertulianos que tiene enfrente, en conjunción y trío insultante formado por
Marhuenda y Claver, la expresión más suave que los tres emplean es ‘esa
izquierda…’.
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