sábado, 11 de mayo de 2019

Una perra en el juicio contra su antiguo dueño por maltrato animal.


La perra Milagros durante el juicio contra su antiguo dueño por maltrato animal.

Una juez de Santa Cruz de Tenerife ordenó esta semana que la perra Milagros asista como testigo del juicio por maltrato animal abierto contra su antiguo dueño, acusado de haberla arrojado a la basura encerrada en una maleta. Durante la vista, celebrada el pasado martes en el Juzgado de lo Penal número 1 de la capital tinerfeña, la magistrada, Sandra Barrera, pidió que pasara “la testigo perjudicada, la perra Milagros”, una hembra de raza pitbull. La fiscal de Medio Ambiente de la provincia, Francisca Sánchez, se encargó de aclarar a los asistentes que “obviamente, la testigo no puede hablar”, pero que iban a hacerlo por ella tanto la acusación pública como un médico forense, que expusieron a la juez las lesiones que había sufrido y cómo se encuentra ahora.

La decisión es una medida muy poco habitual en la Justicia española y se tomó con el acuerdo de todas las partes, que lo consideraron un buen gesto de cara a concienciar a la sociedad sobre el problema del maltrato animal. Sergio M. J, el acusado de haberla arrojado a un contenedor basura confinada en una maleta rígida, declaró por videoconferencia desde Sevilla, donde se encuentra en prisión preventiva tras ser detenido por su implicación en otros hechos, y admitió ante la juez que había tirado la perra a la basura, pero alegó que lo hizo porque pensaba que estaba muerta.

Los hechos sucedieron en octubre de 2012, en la calle Los Molinos de la capital tinerfeña. La perra se salvó de que el camión de recogida de basura la aplastara porque unos vecinos oyeron sus gruñidos dentro del contenedor y abrieron un agujero en el plástico de la maleta para que pudiera sacar la cabeza. Adriana Naranjo, presidenta del Albergue Comarcal Valle Colino, que acogió al animal, lo recuperó y logró que fuera adoptado por otra familia, relató a Efe que la perra estaba en shock, que había estado encerrada en una maleta en la que casi no cabía y donde no podía ni respirar, y que se vio que tenía el cuerpo lleno de mordeduras de otros perros. Naranjo reconoce que no era necesario que la perra compareciera en el juicio, porque todas las lesiones que sufrió hace casi siete años están documentadas detalladamente y, en realidad, hoy está completamente recuperada, pero sí valora el gesto de la juez y la fiscal como una ayuda para “visibilizar” estos casos. “Creo -añade- que es positivo para que se tome conciencia del problema que representa el maltrato a los animales”.

El juicio ha tardado casi siete años en celebrarse porque se ha aplazado varias veces, entre otros motivos porque el acusado estuvo un tiempo en paradero desconocido, hasta que fue detenido por el robo que lo tiene ahora en prisión preventiva. Sergio M. J. se enfrenta a una petición de condena de prisión que oscila entre los nueve meses que solicita la Fiscalía y el año que demanda la acusación ejercida por el albergue comarcal Valle Colino. Si es condenado, la fiscal del caso ya ha adelantado que exigirá que cumpla su pena, sin que se le conceda ningún tipo de suspensión. La magistrada, Sandra Barrera, ha señalado que, si finalmente decide condenar al presunto maltratador de la perra 'Milagros', a la que tiró a un contenedor dentro de una maleta, irá a prisión, aunque la condena sea inferior a dos años. Sandra Barrera considera que hay muchas personas en España que piensan que los animales también son miembros de la unidad familiar y “así los debemos tratar, también en un proceso judicial”, apuntó.

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