Una perra en el juicio contra su antiguo dueño por maltrato animal.
La perra Milagros durante el juicio contra su antiguo
dueño por maltrato animal.
Una juez de Santa Cruz de
Tenerife ordenó esta semana que la perra Milagros asista como testigo del
juicio por maltrato animal abierto contra su antiguo dueño, acusado de haberla
arrojado a la basura encerrada en una maleta. Durante la vista, celebrada el
pasado martes en el Juzgado de lo Penal número 1 de la capital tinerfeña, la
magistrada, Sandra Barrera, pidió que pasara “la testigo perjudicada, la perra
Milagros”, una hembra de raza pitbull. La fiscal de Medio Ambiente de la
provincia, Francisca Sánchez, se encargó de aclarar a los asistentes que “obviamente,
la testigo no puede hablar”, pero que iban a hacerlo por ella tanto la
acusación pública como un médico forense, que expusieron a la juez las lesiones
que había sufrido y cómo se encuentra ahora.
La decisión es una medida
muy poco habitual en la Justicia española y se tomó con el acuerdo de todas las
partes, que lo consideraron un buen gesto de cara a concienciar a la sociedad
sobre el problema del maltrato animal. Sergio M. J, el acusado de haberla
arrojado a un contenedor basura confinada en una maleta rígida, declaró por
videoconferencia desde Sevilla, donde se encuentra en prisión preventiva tras
ser detenido por su implicación en otros hechos, y admitió ante la juez que había
tirado la perra a la basura, pero alegó que lo hizo porque pensaba que estaba
muerta.
Los hechos sucedieron en
octubre de 2012, en la calle Los Molinos de la capital tinerfeña. La perra se
salvó de que el camión de recogida de basura la aplastara porque unos vecinos
oyeron sus gruñidos dentro del contenedor y abrieron un agujero en el plástico
de la maleta para que pudiera sacar la cabeza. Adriana Naranjo, presidenta del
Albergue Comarcal Valle Colino, que acogió al animal, lo recuperó y logró que
fuera adoptado por otra familia, relató a Efe que la perra estaba en shock, que
había estado encerrada en una maleta en la que casi no cabía y donde no podía
ni respirar, y que se vio que tenía el cuerpo lleno de mordeduras de otros
perros. Naranjo reconoce que no era necesario que la perra compareciera en el
juicio, porque todas las lesiones que sufrió hace casi siete años están
documentadas detalladamente y, en realidad, hoy está completamente recuperada,
pero sí valora el gesto de la juez y la fiscal como una ayuda para “visibilizar”
estos casos. “Creo -añade- que es positivo para que se tome conciencia del
problema que representa el maltrato a los animales”.
El juicio ha tardado casi
siete años en celebrarse porque se ha aplazado varias veces, entre otros
motivos porque el acusado estuvo un tiempo en paradero desconocido, hasta que
fue detenido por el robo que lo tiene ahora en prisión preventiva. Sergio M. J.
se enfrenta a una petición de condena de prisión que oscila entre los nueve
meses que solicita la Fiscalía y el año que demanda la acusación ejercida por
el albergue comarcal Valle Colino. Si es condenado, la fiscal del caso ya ha
adelantado que exigirá que cumpla su pena, sin que se le conceda ningún tipo de
suspensión. La magistrada, Sandra Barrera, ha señalado que, si finalmente
decide condenar al presunto maltratador de la perra 'Milagros', a la que tiró a
un contenedor dentro de una maleta, irá a prisión, aunque la condena sea
inferior a dos años. Sandra Barrera considera que hay muchas personas en España
que piensan que los animales también son miembros de la unidad familiar y “así
los debemos tratar, también en un proceso judicial”, apuntó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario