domingo, 2 de junio de 2019

Los claroscuros del rey Juan Carlos I, retirado hoy de la vida pública oficial.

       El Rey Juan Carlos se jubila.

 43 años y medio después de jurar los principios del Movimiento, el rey emérito, Juan Carlos I, abandona hoy la vida pública sin responder a varias interrogantes históricas y coincidiendo con el quinto aniversario de su abdicación. La última vez que el monarca apareció en público fue hace unas semanas, durante la capilla ardiente de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Congreso de los Diputados. Ese mismo día Juan Carlos I asistió a un partido de Rafael Nadal en el Open de Tenis de Madrid. A sus 81 años de edad, la agenda del rey emérito es prácticamente inexistente. En los últimos meses, uno de sus destinos predilectos fue la localidad gallega de Sanxenxo, en la Ría de Pontevedra, a donde acudió para navegar con su amigo, el patrón Pedro Campos. Tras su abdicación en 2015, el papel de Juan Carlos I se vio reducido a la mínima expresión. Casa Real fijó entonces para él un salario de 187.356 euros, el 80% del sueldo de Felipe VI y 50.000 euros por encima del sueldo fijado para la reina Sofia. En una carta a Felipe VI, Juan Carlos I asegura: “Tomo esta decisión desde el gran cariño y orgullo de padre que por ti siento, con mi lealtad de siempre”. El monarca emérito recuerda a su hijo, Felipe VI: “A lo largo de estos últimos años, desde mi abdicación de la Corona de España el 2 de junio de 2014, he venido desarrollando actividades institucionales con el mismo afán de servicio a España y a la Corona que inspiró mi reinado. Ahora, cuando han transcurrido casi cinco años desde aquella fecha, creo que ha llegado el momento de pasar una nueva página en mi vida y de completar mi retirada de la vida pública. Desde el año pasado, cuando celebré mi 80 cumpleaños, he venido madurando esta idea, que se reafirmó con motivo de la inolvidable conmemoración del 40 Aniversario de nuestra Constitución en las Cortes Generales. Un acto solemne, lleno de emoción para mí, que me hizo evocar, con orgullo y admiración, el recuerdo de tantas personas que contribuyeron a hacer posible la Transición política y renovar mi sentimiento de permanente gratitud hacia el pueblo español, verdadero artífice y principal protagonista de aquella trascendental etapa de nuestra historia reciente. Con una firme y meditada convicción, hoy te expreso mi voluntad y deseo de dar este paso y dejar de desarrollar actividades institucionales, a partir del próximo 2 de junio. Tomo esta decisión desde el gran cariño y orgullo de padre que por ti siento, con mi lealtad siempre. Un grandísimo abrazo de tu padre”.

Felipe VI, el italiano Mattarella, el portugués Rebelo da Sousa y Juan Carlos I. El coro interpretó el himno que se utilizó durante el franquismo.

Su último acto institucional fue el pasado 17 de mayo en el Monasterio de El Escorial, donde presidió la entrega del premio Órdenes Españolas 2019 al historiador Miguel Ángel Ladero. Previamente, estuvo junto a Felipe VI en la polémica cumbre de Cotec Europa, en Nápoles (Italia), donde se interpretó erróneamente el himno español. Un coro de niños y la orquesta del teatro de San Carlo de Nápoles interpretaron el himno con la letra de la versión del escritor José María Pemán que se utilizaba durante el franquismo. El error con el himno nacional se produjo en un foro dedicado a debatir los retos de la administración pública, en el que también estaban invitados el presidente de Italia, Sergio Mattarella, y el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo da Sousa. En el acto se interpretó el himno utilizado durante el franquismo. El presidente de Italia se disculpó con ambos monarcas. El historiador José Babiano apunta: “Lo que le interesaba a Juan Carlos era conservar la Corona más que la democracia”. De ahí que este investigador exprese su “fastidio” cuando escucha la repetida teoría de que “fue él quien trajo la democracia”. En tal sentido, considera que la evolución del monarca tras la jura de los principios del Movimiento tuvo como base “la defensa de la Corona, no de la democracia”. En tal sentido, considera que la evolución del monarca tras la jura de los principios del Movimiento tuvo como base “la defensa de la Corona, no de la democracia”. El rey emérito perdió prestigio por los escándalos que han rodeado a la familia real, y, a nivel social, ha ido perdiendo el carácter de “intocable” que tuvo durante largos años. Ya no es una figura sagrada a nivel social, pero sí en los tribunales, donde seguirá aforado. “Ahí sí que sigue siendo intocable”, se lamenta Babiano, quien advierte que al emérito “no se le ha podido investigar porque en la Constitución quedó reflejada la inviolabilidad del monarca”. Danilo Albin concluye en el reportaje “¿Rey franquista o padre de la democracia?, aparecido en Público: “Es la otra cara de una trayectoria con luces y sombras”.


A lo largo del 2018, don Juan Carlos participó en un total de 24 actos oficiales, entre los que destacó la celebración de los 40 años de la Constitución. También estuvo en la final de la Champions League, en la tradicional corrida de la Beneficencia de la Feria de San Isidro y en actos internacionales con otras Familias Reales europeas. La actividad oficial de mayor relevancia fue el viaje a Chile para asistir en nombre de España a la investidura del presidente Sebastián Piñera. El monarca emérito recibió durante ese año una asignación directa de los Presupuestos Generales del Estado, a modo de salario de 194.232 euros, que, en principio, dejará de consignarse a partir de hoy, al dejar de participar en actividades públicas. Según recuerda en una carta dirigida al Jefe del Estado “con motivo de la inolvidable conmemoración del 40 aniversario” de la Constitución en las Cortes Generales, aquel fue “un acto solemne” y “lleno de emoción” para él. “Me hizo evocar, con orgullo y admiración, el recuerdo de tantas personas que contribuyeron a hacer posible la transición política y renovar mi sentimiento de permanente gratitud hacia el pueblo español, verdadero artífice y principal protagonista de aquella trascendental etapa de nuestra historia reciente”, dice el texto, difundido por el Palacio de la Zarzuela. Don Juan Carlos precisa que, aunque desde su abdicación ha desarrollado actividades institucionales “con el mismo afán de servicio a España y a la corona” que le inspiraron durante su reinado, cinco años después cree haber llegado el momento de “pasar una nueva página” de su vida y retirarse definitivamente de la vida pública.

El rey emérito.

Los reyes eméritos han desarrollado a lo largo de estos años actividades institucionales representado a España en actos de distinto tipo, especialmente desde el año pasado cuando se cumplió el 40 aniversario de la Carta Magna. Zarzuela decidió “rehabilitar” a don Juan Carlos como figura clave de la Transición después de meses alejado de la vida pública. En el verano de 2018, el servicio médico de la Casa Real emitió un comunicado en el que se explicaba la recomendación de que el rey emérito no realizara actividades físicas intensas debido a una reagudización en una antigua lesión que le había generado problemas musculares. Aquel comunicado coincidió con la petición de varios grupos parlamentarios —Unidos Podemos, ERC, PDeCAT, Compromís y Bildu— para constituir una comisión de investigación en el Congreso sobre las grabaciones del comisario Villarejo en las que Corinna zu Sayn-Wittgestein acusaba a don Juan Carlos de haber intentado usarla como testaferro y de tener cuentas en Suiza. El rey Juan Carlos asegura en su misiva que la idea de su retirada se reafirmó también con motivo de “la inolvidable conmemoración del 40 aniversario de nuestra Constitución en las Cortes Generales”. Fue aquel un acto solemne, “lleno de emoción para mí, que me hizo evocar, con orgullo y admiración, el recuerdo de tantas personas que contribuyeron a hacer posible la Transición política y renovar mi sentimiento de permanente gratitud hacia el pueblo español, verdadero artífice y principal protagonista de aquella trascendental etapa de nuestra historia reciente”.

       El rey Felipe VI, junto a su padre, Juan Carlos I.

Juan Carlos abdicó en junio de 2014, tras una grave crisis reputacional para la Corona, azuzada por la instrucción judicial del 'caso Noós', su accidente en una cacería de elefantes en Botsuana y por sus devaneos con la aristócrata Corinna Larsen. Cuatro años más tarde, en julio de 2018, se difundieron unos audios grabados por el comisario Villarejo en los que Corinna le acusaba de cobrar comisiones ilícitas, esconder fondos en Suiza y utilizarla como testaferro. Su última actividad institucional fue el día 17 de mayo pasado, concretamente, en la entrega del Premio Órdenes Españolas 2019 al historiador Miguel Ángel Ladero en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. De este modo, tras 39 años de reinado y cinco en una situación de retiro parcial, Juan Carlos da hoy el paso atrás definitivo y se aparta de la agenda de Zarzuela en la que, con cada vez menos frecuencia, venido participando. Con la llegada de Felipe VI, la familia real quedó reducida al núcleo –el rey, la reina y sus dos hijas– y a los eméritos Juan Carlos y Sofía, mientras las infantas Cristina y Elena pasaron a ser Familia del rey. Se aprobaron medidas para impulsar la transparencia, un nuevo código de conducta que prohibía, por ejemplo, los regalos que excediesen lo institucional o la mera cortesía; y se impuso un discurso en favor de la austeridad, la independencia judicial y la lucha contra la corrupción. Desde ese momento, el papel del rey emérito en la agenda oficial pasó a un discreto segundo plano. Tras participar básicamente en eventos deportivos y representar a España en alguna toma de posesión en Latinoamérica, su agenda se inauguró como tal en el mes de octubre de ese año, cuando ya había trasladado su despacho al Palacio Real, marcando distancias con las actividades de Zarzuela. Su papel en actos oficiales fue “puntual” y, en los últimos cinco años, el rey emérito participó en menos de un centenar de actividades de agenda: 25 institucionales, 14 en el exterior, 29 eventos culturales o deportivos, seis benéficos o de sostenibilidad –dos eran corridas de toros–, un par de inauguraciones académicas y una docena vinculados a la ciencia, en su mayoría, reuniones de patronato. Sólo en 2012, intervino en 70 eventos.

En su condición de emérito, el rey es aforado desde que se reformó la ley en 2014.

La agenda de Juan Carlos fue especialmente movida en 2016, cuando cumplía dos veranos sin dejarse ver en el palacio mallorquín de Marivent, aunque con más actividad en Latinoamérica. Empezó el año con un viaje a Cuba para asistir a un funeral por Fidel Castro y acudió a las investiduras de los nuevos presidentes de Guatemala, República Dominicana y Perú, así como a un acto en Argentina. Sólo apareció junto a Doña Sofía en un par de ocasiones a lo largo de todo el año. Con la llegada de 2017 comenzó a participar de forma más activa en la agenda de la Familia Real. La Casa Real explicó que Juan Carlos, al igual que en la proclamación y en la apertura de aquella legislatura, había preferido dejar el protagonismo a Felipe VI en los eventos de carácter solemne. En todo caso, un tercio de todos los actos oficiales en los que ha intervenido en el último lustro tuvieron lugar aquel año, de acuerdo a los registros de la Casa Real, y en varios coincidió con su hijo, como en el aniversario de la Escuela Naval. En febrero, la infanta Cristina resultó absuelta del 'caso Noos' y su marido, Iñaki Urdangarín, fue condenado en Audiencia Provincial a 6 años y 3 meses de cárcel. El año pasado, los actos del rey emérito se redujeron a 22, una decena institucionales, como la imposición a la Princesa de Asturias del Toisón de Oro, y Juan Carlos tuvo que lidiar con un frente más. En julio se difundieron unos audios grabados por José Manuel Villarejo, el comisario jubilado y en prisión provisional en los que su otrora amiga, Corinna Larsen, le acusaba de cobrar comisiones ilícitas, esconder fondos en Suiza y utilizarla como testaferro. Pasaron seis meses hasta que volvió a participar en un acto oficial junto a Felipe VI. Aquellas grabaciones motivaron la apertura de una pieza separada en la causa, si bien, finalmente, la parte tocante a las acusaciones sobre el rey Juan Carlos fue archivada porque, según se dijo, de ser verdad, habrían tenido lugar cuando él gozaba de inviolabilidad. No obstante, siguen abiertas las diligencias sobre las empresas que pudieron participar en aquellos negocios de los que hablaba Corinna, sobre el papel del ex policía y sobre ella misma, según las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press. En su condición de emérito, el rey es aforado desde que se reformó la ley en 2014, es decir, sólo responde ante el Tribunal Supremo.

      El Rey Juan Carlos I asiste a la gala de presentación de los carteles de la Feria de San Isidro en la plaza de toros de Las Ventas.

Don Juan Carlos cumplió 81 años el pasado 5 de enero y su estado de salud, habida cuenta de que a lo largo de su vida se ha sometido a más de una docena de intervenciones quirúrgicas, siempre fue objeto de rumorología. Acostumbra, no obstante, a responder con un “estoy bien” cuando se le interpela por este asunto o devolviendo un chascarrillo sobre las averías de sus “tornillos”. En una de sus últimas apariciones públicas, en marzo de este año, acudió a la presentación de la Feria de San Isidro con un hematoma en el ojo que después se atribuiría a una pequeña intervención en la piel. Aún camina con bastón, eso sí, consecuencia de su última operación en la rodilla derecha en abril de 2018, cuando se le sustituyó una prótesis antigua que le estaba provocando problemas de movilidad. A partir de hoy, el rey Juan Carlos I se retira de la vida pública. No participará en más actos oficiales como representante de la Monarquía española. Ni corridas de toros, ni partidos de fútbol, ni misas de guardar. Su participación en cualquier actividad tendrá un carácter privado y nunca como representante público. La duda, apenas unas horas después del anuncio de la retirada de la vida pública del rey Juan Carlos I, es cómo afectará esta decisión al bolsillo de la ciudadanía y a la asignación presupuestaria que percibe el monarca emérito de los Presupuestos Generales del Estado. “¿Cobrará el rey emérito casi 200.000 euros de sueldo anual por ocho actos en cinco meses?”, se pregunta Alejandro Torrus, en Público. “En 2019, al no tener nuevos presupuestos públicos hasta el momento, la asignación presupuestaria dedicada al monarca se mantiene en los mismos términos que en 2018. No obstante, la situación ha cambiado. En 2019, el rey emérito solo ha estado 'en activo' cinco de los doce meses del año. Desde la Casa Real asumen que lo natural es que el anuncio del monarca tenga ‘consecuencias’ tanto en la asignación presupuestaria que recibe Juan Carlos I como en el organigrama, ya que el rey emérito dispone de una secretaría personal encargada de organizar su vida pública y que, con las nuevas circunstancias, deja de tener razón de ser. Sin embargo, estas mismas fuentes, también aseguran desconocer cómo afectará esta decisión al salario que el rey recibe cada año por sus labores de representación pública. La duda, por tanto, es razonable. ¿Cuánto cobrará de las arcas públicas el monarca? Si los meses de trabajo se reducen a más de la mitad, ¿el salario asignado también disminuirá proporcionalmente? La Casa Real, de momento, no tiene respuesta”.

El coordinador federal de IU, Alberto Garzón.

Alberto Garzón, coordinador federal de IU señala que el monarca emérito “seguirá viviendo a costa de los impuestos de la sociedad española” e insiste en que la Casa Real es una institución “anacrónica” que está “fuera de toda concepción democrática del siglo XXI”. Garzón está convencido de que el retiro de Juan Carlos I “no notará un gran cambio porque seguirá viviendo a cuerpo de rey”. Y señala que “aunque el rey emérito, Juan Carlos I, se retire de la vida pública en junio, no sufrirá grandes cambios en su día a día porque seguirá viviendo a cuerpo de rey y lo hará a costa de los impuestos” de la sociedad española. Desde IU, aprovecha para recordar que la Casa Real es una institución “anacrónica” que está “fuera de toda concepción democrática del siglo XXI” y añade que el espíritu republicano de la formación les mueve a pensar que, en un futuro, se debe decidir también sobre la jefatura del Estado.

El 22 de junio los madrileños volverán a sacar las urnas a la calle para votar sobre la forma de Estado.

Hasta el momento, más de 100.000 personas han participado en las mesas instaladas en 23 barrios madrileños y en 18 universidades de todo el Estado para la consulta popular sobre república o monarquía. Los madrileños podrán participar en una nueva consulta popular sobre monarquía o república convocada para el 22 de junio. Para ello se instalarán cerca de 100 mesas en los barrios del centro de Madrid, como en Lavapiés, Malasaña, o en Plaza de España y El Retiro. La Confluencia de Iniciativas de Consultas Republicanas organiza esta iniciativa “porque decidir es un derecho fundamental”, según indican en un comunicado.  Luis Gimeno Lopesino, portavoz de la Asamblea de Leganés por la República, explica que el objetivo principal es dar voz a una cuestión que ha estado enterrada durante mucho tiempo. “Estaba en la papelera, pero poco a poco las personas se interesan más y te preguntan por ello”, afirma Gimeno Lopesino, quien añade que aspiran “a extender el movimiento a nivel estatal”. Y en una nota de prensa indican: “No nos preguntaron en 1978; no nos preguntaron en 2014, cuando fue coronado Felipe VI, y tampoco entra en sus planes hacerlo”. Sobre la reciente decisión de Juan Carlos I, que este mismo lunes anunciaba su retirada de los actos institucionales, Gimeno Lopesino asegura que “debería renunciar a sus privilegios”. Hasta ahora, el rey emérito se estaba llevando al bolsillo casi 200.000 euros anuales por sus servicios de representación institucional, una cifra que ahora podría ser rebajada por su retirada. Tras este anuncio, el impulso del movimiento republicano podría ser más fuerte que nunca. La familia real supone un coste muy alto a los ciudadanos ya que cuesta casi 8 millones de euros de los presupuestos. Recientemente se dio a conocer el retrato institucional de Felipe VI, que se ha colgado en la Mesa de la Cámara del Congreso y que costó a los españoles 88.000 euros. Por motivos como este, los organizadores de esta consulta popular hacen un llamamiento a los madrileños y madrileñas para dar voz y extender el movimiento republicano. De hecho, hasta ahora más de 100.000 personas han participado en las consultas sobre monarquía o república que se han realizado en 23 barrios y pueblos, principalmente de Madrid, y 18 universidades de todo el Estado.


David Bollero, el pasado martes, en Público, escribía el artículo “Cinco años para darte cuenta que has abdicado”, en el que dice: “El país de Don Quijote, gracias a la monarquía de los Borbones, se ha convertido en el asno de Sancho Panza: glotón, cobarde, servil, incapaz de ninguna idea que exista más allá de los bordes de su pesebre. La frase no es mía, sino del maestro Blasco Ibáñez. A partir de ahora, nos sacudimos a un Borbón de la espalda… al menos y aunque se siga pegando la vida padre, el emérito podría ver rebajado su sueldo de casi 200.000 euros: cinco años después de su abdicación, por fin se retira de verdad… Toros, misas, fútbol… a razón de más de 8.000 euros por acto… Ese ha sido su servicio a España en los últimos años… imaginen cuando tenía el cheque en blanco de la Corona. Bueno, no se lo tienen que imaginar: tenemos las grabaciones de Villarejo que ni PP, ni PSOE ni Cs han querido investigar a pesar de que apuntan a un gravísimo caso de supuesta corrupción. Puede estar orgulloso, sin embargo, porque, como buen Borbón, ha sabido trasladar los valores de la estirpe a su heredero, Felipe VI. El actual rey hace tiempo que lleva desaparecido, con excepciones como su visita a Nápoles con himno franquista incluido. Ya va con retraso con su ronda de consultas que, debería anunciarse esta misma semana, pues las Cámaras ya están constituidas y pasó la cita electoral del 26 de mayo… pero él, ni mú.  Andará preparando ya los bártulos para irse a Palma de Mallorca, que anda estresado el tipo. Este ‘aborbonamiento’ del Estado cada vez resulta más pretérito, por no decir insultante. En esta nueva legislatura, PSOE y Unidas Podemos (esté o no en gobierno), no deberían dejar pasar la oportunidad para meterle mano a la Constitución, para convocar de una vez por todas un referéndum sobre el modelo de Estado, dado que Felipe VI jamás ha tenido la honestidad de poner su cargo a disposición de la ciudadanía, que es la única que debería tener el poder de ratificarlo o expulsarlo del Palacio de la Zarzuela. Disponer de más de ocho millones de euros sólo por tu apellido es algo que no se debería permitir ninguna democracia real… salvo de un país asno de Sancho Panza, claro”.

El rey Juan Carlos I durante la Feria de San Isidro, en la plaza de Las Ventas.

Por su parte David Torres, en su artículo “Larga vidorra al rey (y a los pobres)” del pasado jueves, en Público, recuerda que tras una gira de despedida de cinco años que ha abarcado partidos de fútbol, cenas onomatopéyicas, inauguraciones varias, hoteles de lujo y corridas de toros y de las otras, el rey emérito ha decidido tirar la toalla y pedir la jubilación definitiva. “Es difícil elucidar a qué va dedicarse el emérito ahora que ha decidido quitarse de los toros, el fútbol y los viajes gastronómicos. Las malas lenguas dicen que el monarca funciona al revés que los ginecólogos, que trabajan donde los demás nos divertimos, mientras que él se divierte a tope en los sitios que la agenda de La Zarzuela considera trabajo. Es muy posible que las malas lenguas se equivoquen y que donde los súbditos díscolos sólo ven cachondeo, diversión, limusinas kilométricas y habitaciones de tres mil euros la noche, en realidad sólo haya desgana, hastío y sudor, el destilado sudor áureo de los borbones. A mí me lo dijo un amigo senador, hijo de una de las mayores familias del régimen: la suerte que había tenido de nacer en una familia pobre, criarme en un barrio obrero e ir a un instituto de barrio. No como él, que tuvo que estudiar en el Colegio Alemán de Madrid y tuvo la desgracia de que se lo dieran todo hecho. Nadie, excepto un millonario o un borbón de pura cepa, sabe el esfuerzo que hay que hacer para saludar a tanta gente en las reuniones y el aburrimiento de pasarlo siempre divinamente. De otro modo, no se entiende que el artista anteriormente conocido como Juan Carlos I abdique al cuadrado. El Banco de España, en cambio, ha visto esta paradoja perfectamente y ha advertido a los pobres que dejen de darse la vida padre y hagan como el rey, que a partir de ahora va a dedicarse a la meditación trascendental, al ayuno intermitente y a ahorrar la paga. Lo ha hecho además prácticamente al unísono del anuncio del fin de la gira de despedida real, como si hubiera un cable subterráneo oculto que uniera la Zarzuela y la Fuente de Cibeles. Quién iba a suponerlo. La recomendación financiera ha sonado casi igual que aquel gracioso consejo de la reina María Antonieta, cuando le dijeron que el pueblo no tenía pan que llevarse a la boca y respondió que comiera pasteles. Poco después, gracias a chistes monárquicos de este estilo, su cabeza rodó muy graciosamente por el suelo, pero, de momento, no hay peligro de que en España inventemos ni la guillotina ni la pólvora. Vivan las cadenas”.

Urdangarin dice que no lo sabe. No se acuerda…

El pasado miércoles, Marc Villanueva escribía en ElNacional.cat: “Pánico en la Corona. Pilar Urbano avisa que Urdangarin ‘tirará de la manta’:  

“Los tres jinetes del Apocalipsis de la Corona son Jaime Peñafiel, Pilar Eyre y Pilar Urbano. Los dos primeros son más poderosos porque escriben cada semana en publicaciones de éxito. Urbano es cauta como un escorpión, vive oculta hasta que sale y pica. El digital El Español le ha encargado su versión del adiós precipitado de Juan Carlos. Peñafiel ve una conjura de Felipe y Letizia. Eyre explica que es porque el emérito está a las últimas y a punto de quedar postrado en silla de ruedas. Pilar Urbano se sabe el sumario del caso Nóos como la Biblia tras dedicarle un ladrillo de libro y tiene una explicación complementaria: el rey se va por corrupción. Escribe Pilar Urbano del riesgo que sobrevuela Zarzuela: que Juan Carlos sea imputado en el TS: ‘Cuando se tiene dinero fuera, recuperarlo no es fácil si la fortuna se encuentra paraísos fiscales. Si ha intentado movilizar sus fondos en cuentas en el extranjero en estos cinco años, una vez que no es inviolable, entran en escena delitos como la evasión, el blanqueo y el fraude fiscal’. El rey Juan Carlos ha renunciado a la asignación de 200 mil euros anuales de la Corona porque es peccata minuta. Se sospecha que tiene millones escondidos en bancos que le permiten pagar escuelas de lujo de todos sus nietos y vivir no como un rey sino como un sultán. ¿Cómo los habría obtenido? Haciendo de comisionista de negocios de grandes empresas españolas, desde el AVE a la importación de petróleo. Urdangarin lo vio y lo imitó. Pero el original es mejor que la copia y al yerno lo pillaron. Su silencio en la prisión es, de momento, su seguro de vida. En el juicio todo fue ‘No lo sé, no me acuerdo’.

Don Juan Carlos en los toros. 

Marc Villanueva termina recordando: “Urbano sabe que el silencio no dura para siempre y escribe el máximo temor de la Corona: ‘Investigar por parte de partidos republicanos la procedencia de esos fondos que Corinna cantó. O por qué no, que el yerno encarcelado y desterrado por la Casa Real tire de la manta’. Y Urbano, que conoce bien al rey, concede otra razón del paso a un costado: la vanidad. ‘Juan Carlos no acepta ser peón de su hijo Felipe en actos marginales y de poca monta’. Este es el cuadro final de por qué no veremos nunca más a Juan Carlos I representando a España: Letizia, una silla de ruedas, corrupción y vanidad”.

Jaime Peñafiel. 

Jaime Peñafiel ha dedicado unas palabras al rey emérito, Juan Carlos I, por su retirada de la vida pública. El periodista especializado en información de Casa Real pondera las bondades de quien fuera rey de España, obviando escenas tan lamentables como las cacerías en África, el affair con Corinna, el supuesto cobro de comisiones y el hecho de esconder fondos en Suiza, según se le acusa en los audios de Villarejo. Peñafiel lamenta que “Don Juan Carlos, es la primera vez, en más de 40 años, que se encuentra desnudo ante la ley. Como cualquier ciudadano. Sin inmunidad que le proteja y con un aforamiento que pretenden quitarle”. Y recuerda: “Mucho me temo que algunos miserables de este país tan mezquino lo aprovechen para llevarle ante los tribunales”. El periodista señala a Letizia Ortiz: “Pienso que la única persona de millones de españoles que puede sentirse feliz con la desaparición definitiva de la vida pública del Rey, que siempre lo será, es, precisamente su nuera, la consorte. Esta dramática y triste historia podría titularse: “El triunfo de Letizia”.

Fotomontajes e imágenes sorprendentes de esta última semana:



El Rey deja de currar. 

El Rey deja de currar.
                                                                   Doctor Jekyll
@bicicletagris
—Hijo, se acabó, dejo de currar.
—Pfff.
—Jeje.
—JAJAJAJA.
—JAJAJAJAJA.
—Eres la monda, padre.#Rey #Juan #Carlos


Fue bonito mientras duró. Gracias, Manuela Carmena, por hacer de Madrid una ciudad mejor. #CarmenaPerpetua #SuperdomingoL6 (@JC_Ortega)_

Gracias Manuela por ser la mejor alcaldesa que ha tenido Madrid en décadas. (@IsmaelCobos)


Gracias, Manuela Carmena, por haber hecho un Madrid más habitable, plural, limpio, social y justo. (@BelenBermejo)

Gracias, Manuela. (PaulaBajo)


 Gracias Manuela, por perder la alcaldía. Ahora, en la cabalgata de Reyes, Baltasar podrá volver a ser un concejal pintado con betún, para que los niños de los fachas no vean negros. (@Cura_de_pueblo)


Gracias, Manuela. En estos cuatro años nos hemos sentido escuchados y eso es algo muy extraordinario. Los niños no olvidarán a la alcaldesa a la que podían entrevistar por la radio y les aconsejaba solucionar los problemas dialogando. También gracias a tu equipo por el apoyo. (@dragoneslvpies)


¡Gracias Manuela! Gracias por escucharnos, por limpiar nuestro aire, por hacer de esta ciudad un sitio mejor, más inclusivo, más participativo y más tolerante. Alcaldesa, se te va a echar de menos. #SiempreCarmena @ManuelaCarmena.

Iglesias hace autocrítica.


Ignatius Farray es un genio sin paliativos y un certero analista político. Ignatius Farray ha retratado a la izquierda con enorme precisión. Y a la derecha. La izquierda es Led Zeppelin. La derecha es la Orquesta Maracaibo. La izquierda toca en Wembley una vez cada siete años y demuestra su virtuosismo y su superioridad. La derecha actúa en verbenas de pueblo cada fin de semana y canta El tractor amarillo y ese esfuerzo (voto a voto) le sale rentable. Lo cuenta Zeleb en Publico. La izquierda pierde porque la izquierda es perezosa y no vota y la derecha va a votar sí o sí. Ese es el resumen aproximado. Pero Ignatius Farray lo cuenta con más gracia.


El humor en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Pat, Manel F., Vergara, Malagón, Eneko, Javirroyo…








 El diccionario de Pablo Casado.
 La gran paradoja.
 Las condiciones de Ciudadanos.
 Temporadas de pactos.

 Digo Diego.
 El conflicto.
 Necesitarán a Vox.






Pep Roig, desde Mallorca: Peligro democrático, Comercio, Como un pollo sin cabeza, Formas, La insolidaria pobreza, La veleta…







Los vídeos de esta semana:

¿Cuánto dinero nos cuesta mantener la monarquía parásita a los españoles? (Cristina Fallarás) Carmena reconoce que abandonará su puesto de concejal tras dejar de ser alcaldesa en funciones Polònia - Polònia - 30/05/2019  Ignatius Farray es un genio sin paliativos y un certero analista político. Ignatius Farray ha retratado a la izquierda con enorme precisión. Y a la derecha. La izquierda es Led Zeppelin. La derecha es la Orquesta Maracaibo. La izquierda toca en Wembley una vez cada siete años y demuestra su virtuosismo y su superioridad. La derecha actúa en verbenas de pueblo cada fin de semana y canta El tractor amarillo y ese esfuerzo (voto a voto) le sale rentable. Lo cuenta Zeleb en Publico. La izquierda pierde porque la izquierda es perezosa y no vota y la derecha va a votar sí o sí. Ese es el resumen aproximado. Pero Ignatius Farray lo cuenta con más gracia.


Andreu Buenafuente repasa los últimos coletazos de las elecciones municipales del domingo y la cena entre Pedro Sánchez y Macron, entre otros temas de actualidad. LATE MOTIV - Monólogo de Andreu Buenafuente: El bello y el bello | #LateMotiv557

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