En Madrid y en Bunyola dijeron 'Sí' a la República
Mesa en la Puerta del Sol de la consulta republicana
del 22J.
El pasado domingo, la
plataforma Consulta Republicana 22J colocó en torno a 80 mesas en el centro de Madrid
y 100 urnas para la celebración de este referéndum simbólico. El referéndum
republicano fue celebrado con una amplia victoria de las papeletas
republicanas. Con una participación de 18.060 votos, se manifestaron un total
de 17.474 a favor de que el Estado facilite mecanismos decisorios sobre la
forma de Estado: república o monarquía. 352 se expresaron contrarios al derecho
a decidir. De los partidarios a decidir si república o monarquía mediante las
urnas, 16.124 escogieron el modelo republicano, frente a 1.370 que eligieron proseguir
con el sistema monárquico, 234 votos en blanco o nulos.
En otros lugares como en
municipios de la isla de Mallorca, como Bunyola, Esporlas, Valldemossa, Artá o
Santa María, también se hicieron consultas de este tipo. En Bunyola, lugar en
que viví durante siete años de mi niñez, se celebró la consulta
sobre el modelo de Estato en el que el 'sí' a la República ganó por 200 votos a
la opción de la monarquía, que conseguía 5 votos, según informó la
organización. En total, votaron 208 persones, de las que 110 eran mujeres (52,8
por ciento) y 98 hombres (47,2 por ciento) de los cuales 197 (94,7 por ciento)
son oriundos 3 (1,4 por ciento) de Palmanyola y 8 (3,9 por ciento) de otros
núcleos urbanos. Un total de 94 votantes (45,1 por ciento) entre 41 y 60 años,
mientras que 48 votantes (un 23,4 por ciento) tenían más de 60 años y 44
votantes (un 21 por ciento) entre 26 y 40 años. Solo 22 votantes (un 10,5 por
ciento) tenía entre 16 y 25 años.
Me cuerdo especialmente de
Buñola, lugar al que llegué cuando tenía dos o tres años (allá por el año 1945.
Según cuenta mi madre, mi hermano y yo hacíamos nuestras primeras travesuras en
ese pueblo, cuyo túnel del tren estaba no muy lejos de donde vivíamos, en el
cuartel de la Guardia Civil. Un día nos escapamos y quisimos indagar por
nuestra cuenta los misterios de ese túnel y, cuando mis padres se enteraron,
fueron a buscarnos, dándonos el correspondiente rapapolvo, por nuestra
arriesgada falta de miedo y curiosidad por ver pasar el tren saliendo o
entrando en lugar tan peligroso para nosotros. Tres eran los principales
edificios públicos que nos marcaron nuestra época infantil (recuerdo que
vivimos allí unos siete años): el cementerio municipal, la escuela y el
cuartel, a parte de la iglesia, en donde todos los domingos la gente iba a
misa.
Hoy, casi setenta años
más tarde, Buñola está en el mismo sitio, pero la gente ha cambiado totalmente.
Y la Buñola de mi infancia no tiene nada que ver con la Bunyola de hoy que sumó así al resto de
municipios de la isla de Mallorca, haciendo consultas de este tipo. En esta
iniciativa, que tuvo lugar en el antiguo mercado, pudieron votar todos los
residentes mayores de 16 años entre les 09.00 les 14.00 horas. Una consulta
simbólica celebrada después de que se hayan hecho conferencies que abordan estos
dos modelos de Estado.
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