sábado, 29 de febrero de 2020

En Suecia los parlamentarios ganan menos que un profesor, no tienen auto, ni asesores, ni café gratis.


 Los diputados suecos reciben un monto cercano a los doce dólares para gastos de alimentación.

Departamento de un diputado sueco


Un equipo de la BBC investigó, hace algunos meses, cómo es la realidad de los diputados que conforman el parlamento en Suecia, país con un producto interno bruto de 546.530 millones de dólares y per cápita de 53.077 dólares. La realidad de los diputados en Suecia dista mucho de lo que ocurre en otros países ya que, en ese país, la premisa es que un político no debe tener privilegios sobre un ciudadano común. En un artículo, César Vega Martínez escribe el siguiente artículo sobre este tema.

“Para empezar, los congresistas sucos no tienen beneficios adicionales para su labor, no hay presupuesto para viajes de traslado en avión, no hay ayuda para arriendo de departamentos, ni presupuesto para contratar asesores, ni extras para gastos médicos o fondos para propaganda, entre otras cosas. En este sentido, los 349 diputados suecos reciben al inicio de cada año una tarjeta para que se trasladen en transporte público, la cual tiene un monto específico de dinero que debe alcanzar para cubrir 12 meses. Dentro de su Cámara de Diputados, sólo existen dos vehículos particulares, para el uso del presidente y sus tres vicepresidentes. Y deben ser usados solo cuando sean estrictamente necesarios, según su código de ética nacional. En ese país, la única autoridad que tiene un auto estatal particular es el Primer Ministro, quien sólo debe ocuparlo para tareas oficiales, como el traslado desde el hogar a su trabajo y viceversa.

“El sueldo de un parlamentario en Suecia es de 4.300 dólares mensuales, los cuales pueden aumentar en caso de que el congresista no tenga base en Estocolmo, ciudad donde se ubica el congreso. Éste representa un tercio de lo que gana un profesor de Enseñanza Básica de aquel país. Quienes deben viajar hacia la capital para legislar reciben una ayuda llamada ‘traktament’, la cual consiste en un monto cercano a los 12 dólares para gastos de alimentación. Junto con eso, la Constitución establece que los diputados no tienen la potestad de subirse el sueldo. Esto recae en un comité de tres personas denominado ‘Riksdagens Arvodesnämd’. Este grupo está compuesto en su totalidad por un juez retirado y dos representantes de la ciudadanía: generalmente un periodista y un exfuncionario público.

“Dentro de las regalías que existen para los funcionarios que operan fuera de Estocolmo, se encuentra un departamento de 45 metros cuadrados que está ubicado en el centro de la ciudad. Este tiene muebles básicos, cama de 1 plaza y media y televisor antiguo. Dentro del reglamento no está permitido que en esos despachos se aloje una persona extraña; por lo que, si llega a dormir un familiar del diputado, éste debe pagar la estancia. Cada parlamentario sueco tiene una oficina de 15 metros cuadrados dentro del respectivo congreso y está dotada de un escritorio, computador de torre y decoración mínima. Tampoco existen asignaciones especiales para que cada uno contrate asesores. Lo que se realiza, en este caso, es que cada partido político recibe una asignación para contratar un número reducido de asesores, quienes conforman el secretariado del partido".

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