viernes, 21 de febrero de 2020

La Iglesia destina casi cinco veces más para Trece TV que para Cáritas.


 Los estudios de 13TV, la “tele de los obispos”.



En la última declaración de la Renta, los obispos recaudaron 16,6 millones más que en el ejercicio anterior, su máximo histórico de recaudación.


Pese a sus constantes pérdidas, la cadena Trece TV, propiedad de los obispos, sigue siendo mantenida por la Conferencia Episcopal, que destina sus fondos de forma calculada, independientemente del rédito final de sus aportaciones. Unos fondos aportados por donaciones particulares, fruto de la asignación tributaria vía IRPF que recibe la Iglesia Católica. La cadena Trece TV lleva tiempo sostenida por estas partidas, habiendo recibido 28,5 millones de euros en 2018, frente a los 20 millones del 2017.

Trece TV dispone de una línea de crédito participativo de su accionista mayoritario con un límite de 30.000.000 euros y vencimiento el 1 de abril de 2022. Los ocho millones que aumentó el desequilibrio patrimonial han sido cubiertos íntegramente por el crédito participativo de la Conferencia Episcopal, que creció en diez millones en tan solo un año. De esta manera, los obispos se convierten en acreedores y dueños de la compañía, de la que poseen el 78% del capital.
Dicha cadena de televisión encadena nueve años consecutivos con absolutas pérdidas que suman la cantidad de 91,4 millones de euros, acumulados desde su fundación en 2010. Además, su influencia es irrisoria, luchando cada día por alcanzar un 2% de share que solo logra gracias al cine, especialmente a la recuperación de filmes españoles.

Los datos son aún más escandalosos si comparamos la cantidad destinada a Trece TV, casi cinco veces más que Cáritas. De los 256.661.678 millones recaudados por la Iglesia Católica con la X en la casilla de la Declaración de la Renta, 197,8 millones se destinaron a las 70 diócesis y sólo 6 millones a Cáritas. Lo que equivale a una cantidad del 2,33% del total que la Iglesia recaudó con la casilla de la Declaración de la Renta. El 80% de los recursos que se envían directamente a las diócesis son “para las actividades pastorales”. Esta cantidad tiene como objetivo pagar los sueldos de curas y obispos de este país.

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