Desde el pasado domingo,
a las 15 horas y 12 minutos, una lengua de lava de seis metros de alto avanza
por la isla bonita de La Palma, engullendo casas, plantaciones, granjas, naves
agrícolas, empresas, y arrasándolo todo en su lento pero definitivo avance. La
isla canaria vive uno de los peores momentos de su historia por la erupción del
volcán de Cumbre Vieja en la zona de la Montaña Rajada. Los posteriores ríos de
lava provocaron tras un día y una noche la evacuación de más de 5.500 personas
en los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte. El nuevo
volcán emite diariamente de 6.000 a 9.000 toneladas de dióxido de azufre (SO2)
y forma una colada con una altura media de seis metros que sigue avanzando a
700 metros por hora. En un principio, la erupción del volcán del municipio de
El Paso no provocó víctimas personales, pero dejó una situación “desoladora” en
la zona, según explicó el presidente del Cabildo, Mariano Hernández Zapata, “al
comerse literalmente viviendas, infraestructuras y cultivos que encuentra en su
camino hacia la costa del valle de Aridane”.
A 24 horas de su
erupción, el nuevo volcán de La Palma afectó a más de un centenar de viviendas,
según el primer balance de la concejala de Seguridad de Los Llanos de Aridane.
Un contingente desplegado de 67 miembros y 30 vehículos de la Unidad Militar de
Emergencias permitió garantizar la seguridad ante este desastre natural.
Contingente que se incrementó hasta alcanzar los 180 efectivos y 57 vehículos,
mientras que para primera hora de la tarde estaba prevista la llegada de tres
hidroaviones más y algún tipo de material y personal especializados en gases
por si fuera necesario. Y la Armada estuvo preparada por si hubiera que “hacer
algún tipo de acercamiento por mar”. La erupción volcánica podría prolongarse
“varias semanas, si no unos pocos de meses”, según explicó el coordinador de Involcan,
Nemesio Pérez, en una entrevista en la Cadena Ser. La duración de la erupción
dependería, según Pérez, de la cantidad de magma que se ha acumulado en
“reservorio” del volcán. “La bolsa, que puede estar a tres o cinco kilómetros
de profundidad, está conectada con otra bolsa, a 20 ó 30 kilómetros, por lo que
la retroalimentación de la que está a más profundidad sobre la más somera
podría hacer que la erupción se alargue”.
La ministra de Industria, Comercio y
Turismo, Reyes Maroto, califica el volcán de “espectáculo maravilloso para el
turismo”.
El lunes, con más de un
centenar de casas sepultadas bajo la lengua de roca caliente, la colada de lava
amenaza a una de las mayores zonas de producción de plátano de Canarias y la
erupción destruye el trabajo y el modo de vida construido por generaciones. La
ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, en una entrevista a
primera hora de la mañana, califica la emergencia volcánica de “espectáculo
maravilloso” y “reclamo” turístico. La ministra envía un mensaje de
“tranquilidad” a los turistas que se encuentren o vayan a llegar a la isla de
La Palma en los próximos días ante la erupción volcánica que allí se ha
producido, y la titular de Turismo aboga por que pueda servir de “reclamo” para
los viajeros. La ministra recuerda que las islas Canarias encaran ahora su
“temporada alta” en materia de turismo, y lo hacen además con “una buena
noticia”: que el Reino Unido acordó que quienes lleguen a territorio británico
desde países como España ya no tendrán que presentar ningún test negativo de
Covid-19, si han completado la pauta de vacunación. Añade que ya “lo estamos
viendo en otros países como Islandia, donde se están produciendo estos fenómenos”,
e incide en que la isla de La Palma “tiene entre sus productos turísticos la
parte volcánica, y puede ser un reclamo que podemos aprovechar”. Y reitera que
“ahora lo importante es dar tranquilidad a los turistas que están y los que van
a venir en estos días para que puedan mantener estos viajes”, ya que “los
hoteles están abiertos y en plena actividad”, y que sepan que “se les va a
recibir con toda la hospitalidad que esta isla bonita tiene con sus turistas”.
Pero la prensa internacional se sorprende de las palabras de la ministra que
asegura haber utilizado como reclamo turístico la erupción del volcán Cumbre
Vieja en La Palma.
Maroto insiste en que la erupción del
volcán será un “reclamo” turístico.
La ministra Maroto
indigna a buena parte de la sociedad y a la clase política. Las coladas de lava
han devorado ya más de un centenar de viviendas, y han obligado a evacuar a más
de 5.000 personas, mientras se espera que el volcán continúe activo varios
días, e incluso semanas. The Guardian señala: “Ministra, eso es inapropiado”. Reyes Maroto quien, ante el aluvión de
críticas recibidas, se ve obligada a matizar sus palabras, se gana motu propio una
oleada de reproches, por lo que, antes de participar en un acto sobre sobre el
futuro de las empresas, matiza sus declaraciones. Una de las más contundentes
críticas recibidas es la de la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas.
“Cuando hay 10.000 personas desalojadas,100 casas destruidas, campos y fincas,
animales y todo lo que tenías, esto no es un espectáculo maravilloso, ni es
emocionante vivirlo. Es una tragedia. Un poco de sensibilidad a todos, no
estamos para bromas los canarios”, manifiesta en Twitter tras las declaraciones
de Maroto. La ministra remarca a continuación que “lo más urgente es, sin duda,
trabajar para recuperar cuanto antes la normalidad”, al tiempo que señala que
“en el futuro, cuando pase esta catástrofe, pensaremos en cómo podemos situar
otra vez a La Palma como un enclave turístico. Me pongo a disposición de las
administraciones locales y autonómicas para que podamos recuperar esta isla
bonita y el turismo”, zanja la titular de Turismo”.
El presidente de Cruz
Roja en Canarias, Antonio Rico, califica este desastre natural de “verdadera
catástrofe”, advirtiendo de la posibilidad de que se genere “un deterioro de la
convivencia” en la isla, por los numerosos vecinos que van a ver interrumpida
su actividad normal por un tiempo imposible de predecir y “van a dejar atrás”
buena parte de su historia y de su vida. Veinte efectivos de la Cruz Roja se
desplazan a La Palma, sumado a otros 15 que ya trabajaban en la isla para dar
apoyo a las personas alojadas en el albergue habilitado en unas antiguas
instalaciones militares, así como a los turistas y efectivos de seguridad y
emergencias desplegados en la zona. Y el presidente del Gobierno, Pedro
Sánchez, permanece ese mismo domingo en la isla, acompañado del ministro del
Interior, Fernando Grande-Marlaska. Y todas las islas se vuelcan con La Palma y
envían o enviarán refuerzos de seguridad y emergencias en un acto solidario. El
lunes, se suspenden las clases en los municipios afectados por la erupción y,
al menos una escuela unitaria, la de Los Campitos, que cuenta con 23 alumnos, es
arrollada y calcinada por la lava del volcán. “De ella no queda nada, hemos
perdido todo”, declara la directora del centro en Canarias Radio La Autonómica.
Cada vez hay más isleños que sacan
velozmente sus muebles y huyen del magna. La erupción del volcán
produce una gran columna de humo y cenizas. La deformación vertical máxima
acumulada en la isla aumenta hasta el entorno de los 15 centímetros en la zona
cercana a la sismicidad actual y su distribución sigue siendo compatible con un
centro de presión en esta área, según informa Europa Press. Unas 300 personas son
evacuadas de urgencia en los puntos del municipio de El Paso más cercanos a la
erupción volcánica. Las autoridades piden extremar la precaución ante las
grandes columnas de cenizas. La erupción del volcán que, en un primer momento,
ha provocado cinco fisuras por las que emana la lava, genera una quinta boca. El
presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata, ruega a la
población que extremen las precauciones y pide que no se acerquen a la zona de
la erupción para evitar riesgos innecesarios. Ángel Víctor Torres, presidente
del Gobierno de Canarias dice que la erupción es “histórica” y pide “calma y
precaución” para evitar daños personales. Algunas viviendas del asentamiento de
El Paraíso, en El Paso, están afectadas por el incendio. A las siete de la
tarde, 700 personas son evacuadas por precaución en la costa de Los Llanos de
Aridane. Se suman así a los 350 habitantes de El Paso que han sido desalojados,
por lo que el número de personas desplazadas por la erupción asciende a un
millar. Los evacuados que, en ese momento, ronda las 2.000 personas, ascenderán
ostensiblemente en las próximas horas. Según estima la Guardia Civil, “en
previsión del avance de la lengua de lava, entre 5.000 y 10.000 serán
evacuadas”. La erupción volcánica está dejando un reguero de lava e imágenes impresionantes.
Las coladas de lava que, desde hace horas, bajan por las laderas del municipio
de El Paso desde el volcán que ha estallado en la zona de Cabeza de Vaca,
avanzan con una temperatura de 1.075 grados centígrados, a unos 0,7 kilómetros
por hora. El presidente del Gobierno traslada a los ciudadanos “la garantía de
su seguridad”. “Todo se está desarrollando según lo previsto…Tenemos todos los
instrumentos, todos los efectivos, los ciudadanos de La Palma tienen que estar
tranquilos”.
Una
casa en llamas, provocadas por la lava de la erupción del volcán.
La erupción volcánica de
La Palma tiene dos fisuras, separadas unos 200 metros, y ocho bocas por las que
emerge la lava, explica el director técnico del Plan de Prevención de Riesgo
Volcánico de Canarias, Pevolca, Miguel Ángel Morcuende. El técnico, en una
rueda de prensa posterior a la reunión del comité científico, a la que asiste
el presidente Pedro Sánchez, señala que ya se han terminado las evacuaciones,
salvo algunas casas diseminadas. El nuevo volcán que surgirá de la erupción
podría contener entre 17 y 20 millones de metros cúbicos de magma, según
concreta el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres. Esa
cantidad supera con amplitud los 11 millones de metros cúbicos estimados
inicialmente por los técnicos, pero supone menos de la mitad de la lava que
vertió el Teneguía en 1971: 43 millones de metros cúbicos. El presidente
canario destaca asimismo que apenas ha habido una desviación de unos 300 metros
de la zona de la erupción respecto a la zona prevista por los técnicos. Las
coladas de lava que bajan por las laderas del municipio de El Paso, desde que el
volcán estallara el domingo, avanzan a unos 0,7 kilómetros por hora y están a 1.075
ºC. La Guardia Civil prevé que será necesario evacuar entre 5.000 y 10.000
personas, en un proceso que ya ha comenzado.
La erupción volcánica de La Palma podría prolongarse “varias semanas o
unos pocos de meses”, explica el director del Instituto Vulcanológico de
Canarias, Nemedio Pérez. La duración de la erupción dependerá de la cantidad de
magma que se ha acumulado en el “reservorio” del volcán. “La bolsa, que puede
estar a tres o cinco kilómetros de profundidad, está conectada con otra bolsa,
a 20 ó 30 kilómetros, por lo que la retroalimentación de la que está a más
profundidad sobre la más somera podría hacer que la erupción se alargue”, añade.
La lava ya se ha tragado un centenar de viviendas en El Paso y se fija un radio
de exclusión de dos kilómetros. La colada de lava que se dirige hacia la costa
oeste de La Palma ha arrasado en torno a un centenar de viviendas en el
municipio de El Paso, según los primeros cálculos que manejan el Cabildo y el
propio ayuntamiento. La erupción no ha generado daños personales.
La Unidad Militar de
Emergencias (UME) tiene desplegados en la isla 67 miembros y 30 vehículos, un
contingente que se incrementará hasta alcanzar los 180 efectivos y 57
vehículos, entre ligeros y pesados, en tanto que está prevista la llegada de
tres hidroaviones a primera hora de la tarde. Los datos los facilita la ministra
de Defensa, Margarita Robles, en una entrevista en Antena 3 Televisión, en la
que subraya que se va a contar con todos los medios que sean necesarios para
hacer frente a la erupción volcánica, “siempre a disposición de la dirección de
la emergencia”. La colada de lava provocada por la erupción del volcán tiene
una altura media de seis metros, emite hasta el momento entre 6.000 y 9.000
toneladas diarias de dióxido de azufre y avanza a 700 metros por hora,
arrasando a su paso casas, cultivos e infraestructuras. Hasta el momento la
erupción del volcán no ha provocado víctimas humanas, pero está dejando una
situación “desoladora” en la zona, según explica el presidente del Cabildo,
Mariano Hernández Zapata, pues la lava “se come literalmente viviendas, infraestructuras
y cultivos que va encontrando en su camino hacia la costa del valle de Aridane”.
Los ríos de lava que recorren la vertiente oeste de La Palma en dirección a la
costa sepultarán comunicaciones terrestres, eléctricas y telefónicas y crearán
una lluvia ácida cuando, en las próximas horas, lleguen al mar.
José Mangas, catedrático
de Geología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, explica cómo las
pequeñas explosiones de materiales en estado pastoso se suceden en pocos
minutos, acompañadas por derrames de coladas de lava que arrastran varios
metros cúbicos de lava por segundo. Así se van formando diversas lenguas de
lava de varios metros de ancho que van sepultando a su paso carreteras,
viaductos, tendidos eléctricos y telefónicos y fundiendo las tuberías de PVC de
las conducciones de agua potable, ya que la lava avanza a unos 1.100 grados de
temperatura. El geólogo de la ULPGC que, en esta crisis volcánica, colabora
para facilitar a la población la comprensión del fenómeno, también alude a la
destrucción de viviendas, plantaciones, hoteles, casas rurales e instalaciones
agrícolas que provocan un espectáculo de la naturaleza que también ocasiona “pérdidas
importantes” para la isla de La Palma. Cuando los ríos de lava que recorren
nuevamente la isla lleguen al mar, lo que se prevé que ocurra en las próximas
horas en forma de una enorme cascada que caerá por un acantilado de unos cien
metros de altitud, entre otras posibilidades producirá un choque térmico muy
notable, a tenor de los 1.100 grados que puede tener el material volcánico que
entre en contacto con un agua que está a 23 grados. Ello generará unas enormes
nubes de vapor ácido. “Habrá explosiones. Es como si mezcláramos aceite
hirviendo con agua. Se puede generar una lluvia ácida que cause a la población
irritaciones de garganta y de nariz”.
Ángeles Fernández, concejala de Servicios
Sociales de El Paso: “Para la gente que lo estamos sufriendo esto no es un espectáculo, sino un drama”.
Cae la noche y la lava
ilumina Cumbre Vieja. El mar de fuego, aparentemente en calma, lo destruye
todo. Ya son nueve bocas y ocho coladas de lava que avanzan lentamente, pero ya
están a escasos kilómetros del mar y el contacto con el agua podría
desencadenar gases tóxicos. Por eso, se ha creado una zona de exclusión de tres
kilómetros. Menos velocidad, pero más temperatura. La lava alcanza ahora más de
1100 grados centígrados y corre peligro de incendiarlo todo a su paso. Por eso,
dispositivos de bomberos, brigadas forestales y más de 200 efectivos de la
Unidad Militar de Emergencia siguen el perímetro y la trayectoria de las
coladas de lava. Desde que empezó la erupción son muchos los que se han
acercado a ver este fenómeno natural. Pero la curiosidad deja también
carreteras completamente colapsadas, que dificultan las tareas de evacuación.
Los vecinos y los turistas quieren ver de cerca el volcán y formaron grandes
atascos. “Para ellos es un espectáculo, pero para la gente que lo estamos
sufriendo de primera mano esto no es un espectáculo, esto es un drama”, se lamenta
Ángeles Fernández, concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de El Paso.
Son las dos caras de un fenómeno histórico.
En la tarde del lunes, el movimiento de lava se ralentizó por lo que no
alcanzó el mar como estaba previsto. Este cambio de ritmo en la marcha hacia la
costa se vio acompañada de una disminución del tremor, pero los técnicos advierten
que no significa una reducción de la actividad eruptiva, especialmente si se
tiene en cuenta que se está al inicio del evento volcánico. La lava que sale
del volcán cubría el pasado marte un total de 103 hectáreas y arrasó 156
edificaciones, según el seguimiento por satélite del programa Copérnicus de la
Unión Europea. Una de las iniciativas destacables es la del reconocido chef
José Andrés, que repartió comida con su ONG World Central Kitchen, con la que
alimentaría a miles de personas afectadas por catástrofes naturales. Mientras
tanto, el Gobierno de España activó el Consorcio de Compensación de Seguros
para poner a disposición de los afectados por el volcán de La Palma un teléfono
gratuito y una página web donde puedan agilizar la tramitación de daños
ocasionados por la erupción volcánica. En la rueda de prensa posterior al
Consejo de Ministros, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, informó de las
conversaciones mantenidas con entidades bancarias para poner a disposición de
los evacuados los inmuebles que tengan vacíos, iniciativa que ha tenido buena
acogida, según explicó.
Lágrimas y nerviosismo entre los vecinos afectados
por el volcán.
El magma avanza sin
descanso y entra en la localidad de Todoque, de 1.279 habitantes, último núcleo
urbano antes de llegar al mar. Anoche se registraron cuatro nuevos terremotos y
se abrió una nueva boca eruptiva en las cercanías del pueblo de Tacande, en El
Paso, lo que obligó a ampliar las evacuaciones.
La erupción sigue avanzando también hacia el mar y el presidente del
Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, pide a la población que no se
acerque a estos puntos por los riesgos para la salud de los gases que
previsiblemente se generen. La lava que sale del volcán de ‘Cumbre Vieja’ desde
que entró en erupción el pasado domingo ha cubierto ya un total de 103
hectáreas y arrasado 156 edificaciones, según el seguimiento por satélite del
programa Copérnicus de la Unión Europea. La colada, que en algunas zonas tiene
un frente de hasta treinta metros y una altura media de unos seis metros, ha
ralentizado su velocidad, pero se dirige en dirección a la costa oeste de la
isla, en una zona comprendida entre Tazacorte y Los Llanos de Aridane. En su
camino hacia el mar, la lava entra en la localidad de Todoque. Lleva una
velocidad de unos 120 metros por hora, por lo que la llegada del magma hasta el
mar podría tardar mucho más de lo previsto. Miguel Ángel Morcuende, director
técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), detalla
que la lava que mana del volcán discurre por dos lenguas, una de las cuales, la
situada al suroeste, en Las Manchas, y tiene “un movimiento mínimo”, apenas
unos 2 metros por hora. La otra es la que avanza inexorablemente ladera abajo,
y que ya ha entrado en Todoque, alimentada, además, por la nueva boca que se
abrió en la noche del lunes y que obligó al desalojo de los vecinos de Tacande,
en El Paso. Morcuende explica que el magma que sale de esta nueva boca es más
fluido y está encontrando “menos dificultades para moverse”, porque lo hace
sobre la colada proveniente del cono principal. El nerviosismo está
justificado. Muchos saben que la lava al avanzar irremediablemente se tragará
sus casas y, por eso, intentan sacar cuantos enseres puedan, apoyados por los
servicios de emergencia, que prestan toda su ayuda para facilitar este duro
trago. Es el caso de los barrios de Todoque y Tacande, los vecinos fueron
desalojados anoche han podido regresar a la mañana siguiente e intentan
llevarse lo máximo posible, especialmente productos de primera necesidad. Hay
lágrimas por lo ya perdido y por lo que se pueda perder “porque es el trabajo
de toda la vida”, comentan los vecinos. El alcalde de El Paso, Sergio
Rodríguez, indica a Efe que los habitantes de su municipio desalojados viven
una continua incertidumbre por saber en qué estado se encuentran sus
propiedades. “La gente está destrozada”, afirma el edil, que atiende a todos
los ciudadanos que lo precisan porque ahora más que nunca, señala, “hay que
estar con ellos” y garantizar su seguridad.
Un miembro de Protección Civil observa una casa, quemada como si fueran de papel.
Los ríos de lava que
recorren la vertiente oeste de La Palma en dirección a la costa, tras la
erupción iniciada el pasado domingo en la isla, sepultan comunicaciones
terrestres, eléctricas y telefónicas. Son como lenguas de lava de varios metros
de ancho que van sepultando a su paso carreteras, viaductos, tendidos
eléctricos y telefónicos y fundiendo las tuberías de pvc de las conducciones de
agua potable, ya que la lava avanza a unos 1.100 grados de temperatura. La
erupción del volcán amenaza con destruir la zona con mayor producción de
plátanos de toda Canarias, en una isla en la que esta fruta es el principal
cultivo y fuente de recursos y de cuya producción dependen unas 12.000 personas
de forma directa o indirecta. Los plataneros asumen que parte de la franja va a
quedar aniquilada, pero insisten en que “todo dependerá del ancho de la colada
a su llegada al mar”, ya que es la zona costera la que aglutina la mayoría de
estas explotaciones, llevadas casi en su totalidad por pequeños agricultores
asociados en cooperativas. Emilio Martín, presidente de la Asociación de
Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan), advierte de
que se está poniendo en riesgo “una producción no inferior a los 20 millones de
kilos” porque se trata de “una de las zona más productivas y amplias de toda
Canarias”. “La lava engulle las casas como si fueran de papel” manifiesta una
vecina de uno de los núcleos desalojados por la erupción volcánica. Beatriz se
fue de la casa horas antes de que comenzara la erupción y lo hizo con una
persona de 91 años, con medicación y problemas de movilidad, y con la
incertidumbre de no saber si su casa se salvaría. Beatriz comenta que muchos de
los que han perdido sus casas tenían esa sola vivienda, por lo que la situación
es bastante dramática. “La zona afectada tiene mucha densidad de viviendas y es
triste porque gente que ha peleado toda su vida por tener una propiedad, de
buenas a primeras la pierden bajo la lava”.
