¿Justa Freire o Millán Astray?
Justa Freire (Moraleja
del Vino, Zamora, 1896. Madrid, 1965), maestra y pedagoga, obtuvo plaza de
maestra nacional y ejerciendo primero en Casillas (Ávila) y luego en varios
centros de Madrid vinculados con la Institución Libre de Enseñanza. Fue una de
las primeras españolas en dirigir un equipo docente formado exclusivamente por
hombres (en el Grupo Escolar Alfredo Calderón). En los años 30, completó sus
estudios en Bélgica y Francia, aportando a su vuelta algunas de las nuevas
experiencias educativas que empezó a implantar en esos años la Segunda
República y participando en las Misiones Pedagógicas. Tras la guerra civil, fue
condenada a seis años de cárcel por tres “delitos”: estar afiliada a UGT,
promover el laicismo en la escuela y que alguien había escuchado a los alumnos
de su clase cantar una canción en ruso. Por su parte, y en lugar opuesto, Millán
Astray fue “héroe” de la guerra colonial de Marruecos en la que perdió un ojo y
un brazo; representa el icono de lo más irracional que pueda tener la carrera
militar; fue fundador de la Legión y autor de famosas arengas en las que
desarrollaba su lema favorito, “¡Viva la muerte!”; amigo personal de Franco,
que en 1936 lo nombró jefe de la Oficina de Prensa y Propaganda del Bando
Nacional y procurador en las cortes franquistas durante cuatro legislaturas por
designación directa; director general del Benemérito Cuerpo de Mutilados de
Guerra por la Patria hasta su muerte, en 1954.
Justa Freire tenía dos
calles en España. Una, en su pueblo natal, Moraleja del Vino. La otra, en
Madrid, desde que, en 2018, durante el mandato de Manuela Carmena y aplicando
la Ley de Memoria Histórica, se cambiase el nombre de la calle Millán Astray
por el de Justa Freire. Pero, en mayo pasado, el Tribunal Superior de Justicia
de Madrid daba la razón a una reclamación de la Fundación Francisco Franco y de
la Hermandad Nacional de Antiguos Caballeros Legionarios, por la que la
retirada del nombre de Millán Astray del callejero no estaba justificada porque
“del contenido del expediente administrativo no puede desprenderse, de manera
inequívoca, que Millán Astray participara en la sublevación militar, ni tuviera
participación alguna en las acciones bélicas durante la Guerra Civil, ni en la
represión de la Dictadura”. Y el 24 de agosto, unos operarios del ayuntamiento
de Almeida cambiaron de nuevo las placas y la calle Justa Freire volvió a
llamarse Millán Astray.
El hombre de la foto, el
que le echa el brazo por el hombro a Franco, llenándose “el pecho de himnos /
casi hasta reventar de victorias” (como escribió Félix Grande), es José Millán
Astray. Una búsqueda rápida en Google confirma que Millán Astray sigue teniendo
una calle con su nombre en Ceuta, Plasencia, Cartagena, Melilla, León,
Alicante, Molina de Segura, San Pedro del Pinatar, San Javier, Alguazas,
Saucedillas, Santiago de la Ribera, La Alberca de Záncara, Carpio, Fuensalida…
Desde hace unos días, vuelve a tenerla también en Madrid.
A mediados de agosto, Alejandra
Durán, la secretaria de Acción Institucional de Podemos Andalucía, anunciaba
que presentarían iniciativas, en todos los ayuntamientos donde tenga representación
Podemos, para que la maestra Justa Freire sea homenajeada con el nombramiento
de una calle. Esta decisión se produjo después de que el Ayuntamiento de Madrid
se dispusiera a quitar de su nomenclátor el nombre de la pedagoga y a recuperar
el del general fascista Millán Astray. Según Durán, la iniciativa pretende “dar
el merecido reconocimiento a la labor de Justa Freire que repare el injusto
trato a su memoria recibido por parte del gobierno municipal de Madrid
gobernado por la derecha más rancia”. Y el pasado lunes, solo unos días después
de que el Ejecutivo de José Luis Martínez-Almeida repusiera el nombre en el
callejero de la capital al fundador de la Legión, algunas de las placas de la
recién renombrada calle General Millán-Astray amaneció tapada con spray.
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