martes, 14 de diciembre de 2021

El encuentro del Papa Francisco y Yolanda Díaz unen a la izquierda y resucita el odio de la derecha política y mediática.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, visitaba el pasado sábado al Papa Francisco. En un encuentro con el Pontífice, que duró 40 minutos, ambos hablaron de la decencia del trabajo y de la necesidad de disponer de marcos legislativos que lo prioricen como mejor herramienta de inclusión social. “Hoy me he reunido con él en el Vaticano –escribió en su twitter– para dialogar sobre el trabajo decente, la crisis de la Covid-19 y el futuro del planeta.  Construir un mundo más solidario y más justo solo es posible con diálogo entre diferentes en favor del bien común. Hay esperanza”.

Yolanda Díaz sintonizó con Francisco, el Papa argentino que muchos, también dentro de su partido han elogiado y calificado como un referente mundial en temas de justicia social y lucha contra la desigualdad. En este contexto, se mantuvo la reunión entre el católico más poderoso del mundo y la política más valorada en España. Díaz regaló al Papa una copia del libro de poesía en gallego 'Follas Novas', escrito por Rosalía de Castro, así como una estola fabricada con material reciclado y bordada por religiosas de las Carmelitas Descalzas de un convento de Alcalá de Henares (Madrid). Francisco, por su parte, le entregó un rosario, varios libros y copias de sus principales textos magisteriales, como hace habitualmente cuando recibe a los mandatarios.

A petición del Vaticano, añadió Díaz, no ha trascendido el grueso del contenido de la reunión. Jorge Mario Bergoglio está acostumbrado a ser calificado como “comunista” siempre que recuerda que “el trabajo es un derecho humano” o reivindica “las tres T” (techo, tierra y trabajo) para los desfavorecidos; o critica a la Unión Europea por su política sobre los refugiados, como hizo en su reciente viaje a Lesbos.

El encuentro entre el Pontífice y la vicepresidenta segunda se produjo a dos días de que comience la visita 'ad limina' de los obispos españoles, en la que se reunirán con el Papa y con los responsables de los dicasterios vaticanos para analizar la situación de nuestro país y de su comunidad cristiana. El hecho podría ayudar a acercarse a un electorado más centrista o, incluso, conservador, lo que entronca de lleno con la estrategia planteada por la vicepresidenta. Especialmente, en un momento en que Francisco es blanco de críticas desde un sector del PP y Vox.

La derecha política y mediática no soporta a Francisco. Se han encargado de dejarlo claro en innumerables ocasiones desde que aterrizó en el Vaticano, en 2013. El estilo del jesuita no es el de la cúpula eclesial española, alineada desde hace décadas con el espectro político más conservador del país. De hecho, la ofensiva de la ultraderecha de Vox ha dedicado numerosas referencias al argentino, al que no reconocen como legítimo pontífice. Basta recordar aquel “ciudadano Bergoglio” con el que Santiago Abascal se refirió al Obispo de Roma tras las loas de la izquierda a sus encíclicas durante la fallida moción de censura de Vox. Allí, tanto el presidente Sánchez como Pablo Iglesias –que, pese a sus intentos, jamás logró el mano a mano con Francisco que sí ha conseguido Díazalabaron los escritos papales.

Uno de sus más destacados representantes de la ultraderecha católica, el eurodiputado de Vox, Hermann Tertsch, denunció “el odio manifiesto de este Papa a España”, en su opinión, “una prueba más de un carácter indisimulable de bajeza e indignidad”. Tertsch no se ha ahorrado epítetos en las redes sociales: “Que quede claro, Bergoglio, que se puede ir Ud al mismísimo carajo o a destinos aún peores, pero si fuera a Santiago, que Dios no lo quiera, sí va a España, que quede claro. Hartos ya estamos muchos de contener las palabras ante quien no se contiene en expresar todos sus viles sentimientos”.

Por su parte, el ex portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, dejó una frase al Papa para el recuerdo: “Trece años en los jesuitas me impiden decir en este momento lo que verdaderamente pienso”.

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