Los que ganan y los que pierden la lotería.
Pocos son los españoles que
no pienses que les puede tocar hoy la lotería de Navidad. Para una mayoría la
suerte pasa de largo. Pero ¿y si esta vez toca?”, se preguntan muchos, dejándose
vencer por la duda. En caso positivo, tampoco a los afortunados les salen las
cuentas. Según apunta Acierto.com, el 70 por ciento de los ganadores dilapida
el dinero en los cinco primeros años o antes. ¿El motivo? Principalmente, falta
de conocimientos financieros y mala gestión del dinero, a pesar de que el 25
por ciento de los agraciados considera que sabe cómo hacerlo. Y sólo muy pocos lo
consiguen.
Cada español destinó este
año una media de 66,60 euros a comprar lotería, lo que supone unos tres décimos
por persona. Los residentes en Castilla y León parecen ser los que más dinero
dedican a este fin, seguidos de los de Asturias, La Rioja y Aragón. Por el
contrario, lo que menos se dejan llevar en este sentido son los ciudadanos de
Melilla, Ceuta y Baleares. El ranking de gasto lo lideran Madrid, Andalucía,
Cataluña y la Comunidad Valenciana. En lo que respecta al perfil del comprador,
los hombres participan ligeramente más que ellas (52% versus el 48%) y la
franja de edad se sitúa entre los 45 y los 55 años.
Frente al aumento de
billetes de lotería vendidos, cabe observar los que se encargan de repartirlos.
El gremio “Loteros en la lucha” tiene previsto concentrarse hoy frente al
Teatro Real para reivindicar la subida de las comisiones que llevan 17 años
congeladas. Se trata de una manifestación contra las administraciones del
gremio. La organización espera que acudan 1.500 personas a manifestase frente
al Teatro Real, lugar donde se desarrolla el sorteo más famoso del año. Por
cada producto que venden ganan un cuatro por ciento de su precio. Una ganancia
que consideran “insuficiente”, especialmente en la época de Navidad: por cada
décimo de 20 euros los loteros ganan 80 céntimos. Dicha comisión lleva
congelada desde hace 17 años: “El IPC ha subido a récord histórico, sube el
sueldo mínimo, la cuota de autónomos, la luz… Pero a nosotros no nos llega para
cubrir gastos”, denuncia Joaquín Monroy portavoz de Loteros en la Lucha. Y asegura que, durante el año, apenas cubre
los gastos y difícilmente gana un sueldo digno: “Si la vida sube y yo sigo
vendiendo lo mismo y saco lo mismo, los gastos te van comiendo”.
Félix López-Rey, conocido
por su faceta política —actualmente es concejal por Más Madrid en el
Ayuntamiento— se dedica, desde hace más de 30 años, a la profesión de lotero.
Para él, la imagen que tiene la sociedad del gremio “está distorsionada”.
“Estamos acostumbrados a ver grandes colas en administraciones famosas como la
de Doña Manolita, pero esa no es la realidad”, cuenta Félix. El día a día de un
lotero supone una jornada laboral muy larga, sin fines de semana, ni vacaciones.
“Para muchos profesionales la única manera de subsistir es a base de hacer
kilómetros”, relata Félix. Se trata de un gremio con siglos de historia, lo que
conlleva que la media de edad de sus trabajadores sea bastante elevada y el
desplazamiento se torna difícil para muchos de ellos.
“Hay gente que no tiene
para cubrir los gastos, pasando auténticas penurias, y cierran cada vez más
administraciones. El otro día un lotero me decía que gana 300 euros al mes, no
te da ni para coche, gasolina y alquiler. Llevaba diez años sin irse de
vacaciones”, narra Monroy que denuncia lo injusto de sus condiciones que
califica de “dramáticas”. Por ello, sus exigencias versan sobre una subida “considerable”
de las comisiones. “La solución no es una subida del 0,5 o de 1 punto, lo que
sería insuficiente”, reivindican desde la asociación. Tampoco consideran una
solución la subida de los precios, la creación de nuevos juegos o la
convocatoria de reuniones informativas. Loteros en la Lucha exige “soluciones
realistas”, que pasan por mesas de negociación que permitan un reparto “más
justo del dinero”. Para él esta manifestación y huelga es “un toque de
atención” para la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado, que lleva
casi dos décadas sin subir la comisión. “SELAE tiene una de las facturaciones
más altas entre las empresas públicas del país, factura entre 8.000 y 9.000
millones de euros”, asegura el portavoz.. Se trata de un gremio con más de 250
años de historia, a lo largo de los cuales nunca ha habido movilizaciones de
este calibre. “Queremos demostrar que somos capaces de organizarnos para que
las cosas cambien. La Sociedad Estatal no pensaba que esto podría ocurrir
alguna vez”, afirma Monroy.
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