Jordi Évole responde a García-Gallardo, quien llamó “señoritos” a los actores.

 

El periodista Jordi Évole reaccionó a las polémicas palabras del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, sobre los actores, horas antes de los Premios Goya. El ultraderechista arremetió contra los “señoritos” del cine y Évole no tuvo reparo en responderle desde su columna semanal en La Vanguardia: “No entiendo muy bien la vinculación entre las reivindicaciones del campo y el mundo del cine. ¿Qué responsabilidad tiene el cine español de las penurias del campo?”. El periodista aconseja a García-Gallardo que, “para entender el término señorito lea o vea ‘Los Santos Inocentes’, escrito por su paisano, Miguel Delibes”. “Sería rebajarse demasiado a su nivel hablar de las necesarias subvenciones que recibe el campo, imprescindibles para su supervivencia, que es un bien común”, añadió.

“Yo creo -continúa el político de extrema derecha- que los señoritos no son los agricultores y ganaderos de Castilla y León, los señoritos son los que quieren vivir de producir obras cinematográficas que luego no ve nadie a costa de millones y millones de euros que pagan con mucho esfuerzo los contribuyentes españoles, esos son los verdaderos señoritos”. Además, García-Gallardo reacciona a las críticas de que dirigentes de su formación asistan a la gala: “Sé que a muchos les va a escocer que estemos allí, porque están empeñados en transmitir que Vox tiene algún problema con la cultura; pues se van a tener que rascar si les pica”. Gallardo se refiere a su propia presencia y la de los tres consejeros de su partido, de Cultura, Empleo y Agricultura, en la Gala de los Goya de este año, a la que se sumaron también la vicealcaldesa de Valladolid, Irene Carvajal, y los concejales del Ayuntamiento en el equipo de gobierno que el Partido Popular de Jesús Julio Carnero comparte con la ultraderecha.

Juan García Gallardo, quien, cada vez que tiene oportunidad, no duda en acercarse a las protestas para hacerse la foto y prometer medidas de apoyo al sector primario que sabe que no podrá cumplir, vuelve, según Évole, a salir escaldado de ellas.