Fidel Castro sigue haciendo encaje de bolillos.
Fidel Castro, en septiembre del 2008.
El líder cubano, Fidel Castro, celebró ayer su cumpleaños. Pero, pese a sus 83 años, desde hace cuatro, coincidiendo con una enfermedad intestinal, sigue alejado del público y de la Presidencia, aislado, si cabe, más de lo que ya estaba. Su hermano y sucesor, el general Raúl Castro, cinco años más joven que él, le releva en el mando, habiendo dictado medidas “nada gratas” y pedido a los cubanos volver al campo y labrar las tierras cultivables que el Estado mantuvo ociosas por décadas. El vicepresidente, José Ramón Machado, ya ha dicho que no queda otro remedio que trabajar y producir, y apretarse aún más el cinturón.
Hay quien dice que el hermano menor no mueve en Cuba una pestaña sin permiso del mayor. Se habla de un “régimen bicéfalo”, con dominios pactados. Otros, en cambio, aseguran que el mayor está totalmente apartado del poder, en manos de Raúl. Pero, aunque Fidel dejara el mando, cambiando su uniforme verde olivo por ropa deportiva de marca y ha dejado de pronunciar largos discursos, sigue siendo el líder de la revolución que alcanzó su medio siglo en enero pasado y tiene visible influencia sobre el gobierno y los más de 11 millones de cubanos. Su hermano, Raúl, le recuerda en los discursos y asegura que le consulta sus decisiones. Nada ha variado desde 2006, según los organismos de derechos humanos, porque Raúl no ha sido capaz de liberar la economía ni de cambiar la burocracia que pesa como una losa sobre los cubanos.
Fidel Castro sigue siendo el primer secretario del Partido Comunista, único legal en la isla y con primacía sobre el Estado y la sociedad por mandato constitucional. Raúl, el segundo secretario, anunció días atrás un nuevo aplazamiento indefinido del VI Congreso del Partido, que debía renovar una cúpula elegida hace ya 12 años. Y, entretanto, el comandante que fuera seductor de masas y mantenía discursos de más de diez horas seguidas, ahora escribe con frecuencia “Reflexiones”, la mayoría contra su proverbial enemigo: Estados Unidos. Y, tras acabarse, hace dos décadas, los subsidios de la Unión Soviética, se ha hecho muy amigo de Hugo Chávez, presidente venezolano quien suministra y subsidia la mitad del petróleo que consume Cuba, a cambio de los servicios de médicos, maestros y otros especialistas. Aunque los cubanos se quejan hoy más que nunca del deterioro de esos servicios, de las restricciones energéticas y de la escasez de alimentos, vivienda y transporte.
En la última de sus críticas (en http://www.cubadebate.cu/) a su histórico enemigo, Castro trata de fustigar al “imperio” al que atribuye muchos de los problemas de Cuba. “Las fuerzas yankis –escribe– podrían promover una guerra sucia como hicieron en Nicaragua”. Y aunque el presidente estadounidense, Barack Obama, prometió un nuevo comienzo con América Latina y en especial con Cuba, Fidel advierte a sus seguidores que no se dejen hipnotizar por los cantos de sirenas. Para él, los pueblos que habitan el planeta, corren, en todas partes, riesgos económicos, ambientales y bélicos, derivados de la política de Estados Unidos, pero en ninguna otra región de la tierra se ven amenazados por tan graves problemas como sus vecinos, los pueblos ubicados en este continente, al Sur de ese país hegemónico. Y dice textualmente: “La presencia de tan poderoso imperio que, en todos los continentes y océanos, dispone de bases militares, portaaviones y submarinos nucleares, buques de guerra modernos y aviones de combate sofisticados, portadores de todo tipo de armas, cientos de miles de soldados, cuyo gobierno reclama para ellos impunidad absoluta, constituye el más importante dolor de cabeza de cualquier gobierno, sea de izquierda, centro o derecha, aliado o no de Estados Unidos”.
2 comentarios:
Raúl es la extensión visible de fidel, que sigue proyectando su alargada sombra.(dicen) pero ¿como establecer una ley sucesoria, que no suponga un caudillaje dinástico? El congreso deberá esperar hasta que no este todo bien depurado. Atado y bien atado.
Cuba es sesentera, no medieval como las sociedades islamistas. Está al menos en el siglo XXI, y es lo más probable que se reenganche. Yo desde Madrid (que es una gestoría)les propondría una OPA para convertirse en una CCAA (Comunidad Autonóma)
chiflos.
Habría que esperar lo que responden de esta propueta.
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