viernes, 18 de diciembre de 2009

Final feliz para Haidar.




Al fin, Aminatu Haidar conseguía ayer lo que quería después de 32 días de huelga de hambre y volvía a El Aaiún. “Esta es –dijó en el aeropuerto de Lanzarote, tras haber pasado por el hospital– una victoria para el derecho internacional, para los derechos humanos, para la justicia internacional y para la causa saharaui”. Con ella viajó en el avión su hermana Laila Haidar, que anoche llegaba desde el Sáhara Occidental, y el doctor Domingo de Guzmán Pérez Hernández, el médico que la atendió en sus primeras semanas de huelga de hambre. Antes de partir, agradeció todos los apoyos que había recibido durante su acción de protesta.
Pasada la media noche, aterrizó en El Aaiún y se le devolvió su pasaporte requisado. Agentes de la policía marroquí impidieron cualquier manifestación o acto festivo para recibirla, provocando represiones violentas ante la multitud que salió a la calle para festejar su vuelta. La activista y sus acompañantes se desplazaron en el coche de un familiar hasta la residencia de Haidar, donde permanecía esta madrugada en condición “estable” y sin aparente necesidad de atención médica.

Larbi Messaoud, secretario general del Colectivo de Defensa del Sáhara (CODESA), la asociación fundada por Aminatou, se felicitaba anoche porque “la lucha de Aminatou ha colocado nuestra pelea en lo más alto”. La victoria por esta huelga ha valido, sin duda, la pena. Gracias a ella, dio a conocer al mundo la existencia del problema saharauí, que permanecía enterrado y oculto desde 1975. Y movió la solidaridad mundial por su causa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No tan feliz. No hay nada en términos de libertad para el pueblo saharahui, y el resultado final es una escaramuza donde todas las partes tienen onerosas contrapartidas.
chiflos.