miércoles, 12 de octubre de 2011

“Beckenbauer iguala al Barça con Dios: “Es la medida de todas las cosas"



Apodado Der Kaiser (“El Emperador”) por su estilo elegante y su liderazgo, Franz Antón Beckenbauer es considerado como el mejor futbolista alemán de todos los tiempos y uno de los futbolistas más grandes de la historia del juego. Empezó como un mediocampista, pero se hizo un nombre como defensor. Con el club Bayern Munich ganó tres veces consecutivas la Copa de Europa, jugó tres Copas del Mundo y fue elegido hasta dos veces el Mejor Jugador Europeo del Año.

En 1999, fue elegido, detrás del holandés, Johan Cruyff, como el jugador europeo del siglo en poder de la IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol) y, en tercer lugar, detrás de Pelé y Cruyff, en el “World Player of the Century” de la IFFHS 'electoral. Hoy, sigue siendo una figura influyente en el fútbol alemán e internacional. Trabaja como comentarista para la cadena de televisión alemana Sat.1 durante la cobertura de la UEFA, Champions League, y escribe una columna de fútbol para los tabloides de masas Bild .

Pero Beckenbauer no es sólo recordado para las medallas y trofeos conseguidos, sino por su estilo y genio. Fue un gran pensador sobre el juego y provocó una revolución en la forma en que se juega por la invención del papel de la barredora de ataque. “Fue el maestro de las marionetas –dijo de él Keir Radnedge–, de pie, atrás, y tirando de las cuerdas que le valió a Alemania Occidental y al Bayern Munich todos los premios importantes”. Luego, pasó a convertirse en el entrenador y en el presidente de la institución.

Pues bien, Franz Beckenbauer, que acaba de cumplir los 66 años, ha igualado al Barça con Dios y ha apuntado que el Barcelona es “la medida de todas las cosas”, por encima incluso de la calidad que le reconoce a la selección española, debido a la presencia en sus filas del argentino Leo Messi.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estamos ante el misterio de la Santisima Onceidad. Once jugadores y un sólo entrenador verdadero.

chiflos.