Ana Botella y su fracasado Madrid.
Madrid es la ciudad que más dinero ha destinado a
unos Juegos Olímpicos sin haberlos conseguido, lo que la
convierte en el récord Guiness de las desgracias. En el pasado mes de abril, el
Ayuntamiento fardaba de tener el “74% de las infraestructuras realizadas” (la
cifra ha sido continuamente redondeada por la candidatura hasta el 80%, e incluso el 90% si era
Ana Botella la que hablaba). El gasto para ese cometido
ascendía a 8.851 millones. El
empeño del anterior acalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y de la actual Ana Botella
por convertir a Madrid en sede olímpica generó desde la primera intentona
(según cifras oficiales) un coste público de 6.536,1 millones de euros entre
infraestructuras y presentaciones de candidaturas. Equivale al 88% de la deuda pública que acumuló el
Ayuntamiento en 2012 y supone un coste de 1.012 euros por cada madrileño. No
sabemos aún lo que costó enviar a cerca de 300 personalidades a Buenos Aires
para defender las bondades de nuestro sueño olímpico. Pero sí otros detalles
como el desembolso de 42.895 euros en la confección y suministro del uniforme
que lucieron los miembros de la candidatura o los 740.000 euros destinados a
elaborar el dossier de la candidatura. El grupo español se hospedó en un
ostentoso hotel de cinco estrellas, el NH City Tower, localizado a escasos
metros de la Casa Rosada
argentina. Los detallos del viaje y la decisión de aprovecharlo para realizar compras en Patio Bullrich (uno de los
centros comerciales más lujosos de la capital argentina donde acudió, entre
otras, la alcaldesa de Madrid), ha generado numerosas críticas en las redes
sociales. Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid optó
por no volver a España con el resto de la comitiva olímpica sino en el avión
privado del presidente del Grupo ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez, que
también dio cobijo a la consejera de Educación, Juventud y Deportes, Lucía
Figar. A ello se suma el dilema de qué hacer ahora con las instalaciones construidas
e inacabadas, como La Caja
Mágica , el Madrid-Arena, el Centro Acuático o el estadio de La Peineta …
Der Spiegel
relata, asombrado, una historia que ilustra lo escandaloso de esta alcaldesa de
Madrid, cuyo único “mérito” es ser la señora de Aznar. “El Ayuntamiento –dice el semanario alemán– es un palacio cuya
remodelación ha costado 500 millones de euros. Su despacho es mayor que el del
Presidente de los Estados Unidos. Tiene un mayordomo cuya única función es servirla el café, y 260 asesores personales y altos cargos que
cobran de media 60.000 euros”. El Ayuntamiento posee, además, según este
semanario, 267 coches oficiales de uso personal, más que todas las capitales de
la eurozona, juntas. Dice que es una administración sin medida, la ostentación
suntuaria más indecente en medio de una penuria extrema, donde Cáritas ha
tenido que atender a más de un millón de personas y un 26% de los niños vive
por debajo del umbral de la pobreza. “España está desesperada, tratando de
reducir sus deudas. Mientras el presidente conservador, Mariano Rajoy, lo está
haciendo a nivel nacional, Ana Botella lo esquiva en Madrid, la ciudad más endeudada
de España”. Así es como comienza un amplio reportaje que Der Spiegel, de
ideología social-demócrata, dedicaba a la alcaldesa de Madrid, al cumplirse los
100 días de la salida de Alberto Ruiz Gallardón al Ministerio de Justicia. La
publicación recuerda que es la mujer del expresidente de Gobierno, José María
Aznar, y que estuvo como concejal solo ocho años antes de llegar a ser
alcaldesa, siendo su último cometido el medio ambiente.
La revista recalca su “catolicismo devoto” y el estilismo
con el que Botella se deja ver en sus numerosas apariciones. “Lleva vestidos
confeccionados para ella y muy pocas joyas. Se adhiere a discursos preparados,
en parte por temor
a repetir meteduras de pata en las que ya cayó en anteriores ocasiones como con los homosexuales o personas
de izquierdas”, asegura la publicación. Entre la batería de reformas y planes
de ajuste llevados por el PP, el reportaje termina haciendo hincapié en que los
madrileños no votaron en las urnas directamente a Ana Botella para que fuese
alcaldesa, y que no lo harán “hasta el 2015.
En una comparecencia pública en el Ritz, tras
su regreso a España desde Buenos Aires, cinco
días después del fiasco olímpico, Ana Botella agradeció ayer su trabajo a los miembros de la
candidatura y declaró: “Creo que, en este momento, la carrera olímpica
ya nos ha proporcionado todos los beneficios que podemos esperar de ella en los
próximos años. Y creo que, por tanto, Madrid no debe buscar la celebración de
los Juegos de 2024” .
Ana
Botella no aclaró a qué “beneficios”
se refería, pero arrancó las risas y los aplausos en el desayuno informativo
celebrado en el Ritz, deseando que a los invitados les hubieran servido un “café
con leche” y asegurando que conoce muy bien el humor español y que ella también se
ríe de sí misma. Lo del “relaxing cup of café con leche in plaza Mayor” o una “romantic
dinner en el Madrid de los Austrias” esta vez la Botella prefirió no
repetirlo.
1 comentario:
Una vergüenza lo de esta "pobre mujer", a ver si así los votantes recapacitan la próxima vez. Lo malo: los daños económicos para los Madrileños. Lo bueno: lo que nos hemos reído...
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