Lo que Madrid necesita no son unas Olimpíadas, sino acabar con todas las impunidades.
El pasado 28 de agosto, los delegados de la
CeAQUA
(Coordinadora estatal de apoyo a la Querella Argentina
contra crímenes del franquismo) en el Congreso firman una declaración de apoyo que
recoge “su enérgico repudio a los crímenes de lesa humanidad cometidos en
España por la dictadura franquista y a la impunidad de que gozan sus
responsables, solidarizándose con las víctimas y apoyando el proceso judicial
abierto en nuestro país para investigar los crímenes, promoviendo de esta forma
la memoria, la verdad y la justicia”. Las personalidades que componen la mesa son
el presidente del Congreso: Julián Domínguez (Frente para la Victoria ), el presidente
de la Comisión
de DDHH, Remo Carlotto ( Frente para la Victoria ) y los diputados: Victor De Gennaro (Unidad
Popular), Manuel Garrido (Unión Cívica Radical), Victoria Donda (Libres del
Sur), Horacio Piemonte (Coalición Cívica-ARI), Juan Carlos Zabalza (Partido
Socialista), Claudio Lozano (Unidad Popular) y Diana Conti ( Frente para la Victoria-Partido
Justicialista ). Todos sin excepción apoyan la causa de viva
voz. El acto está cargado de humanidad, de emoción, y de verdaderas muestras de
solidaridad y dice así: “La ‘Causa 4591/10 por los delitos de genocidio y/o
crímenes de lesa humanidad cometidos en España por la dictadura franquista
entre el 17 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977’…, es la única abierta en
el mundo contra el franquismo. La Coordinadora Estatal
de Apoyo a la
Querella Argentina aglutina a más de 100 asociaciones de todo
el Estado español y tiene como objetivo la promoción y difusión de la misma”.
Los querellantes de esta causa
preparan una concentración para el próximo sábado, 7 de septiembre, día en el
que los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) decidirán en Buenos
Aires cuál de las tres ciudades postulantes –Tokio, Estambul y Madrid– será la
nueva sede de las Olimpiadas. Los príncipes Felipe y Letizia de
Borbón junto con la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y el ministro de Asuntos
Exteriores, José Manuel García-Margallo, se desplazaron a este Capital Federal con
el fin de promover la capital española como sede de los Juegos Olímpicos de 2020. Pero, la consigna
que ha aflorado entre los querellantes es: “Madrid, capital olímpica de la
impunidad”. Jose María “Chato” Galante, miembro de la Asociación de ex presos
políticos del franquismo ‘La
Comuna ’ y uno de los tres representantes de la CeAQUA , reconoce
que “teníamos que encontrar una fórmula para denunciar esto. España va a
intentar, por tercera vez, montar unas Olimpíadas que supondrán un nuevo gasto y que tendrá repercusiones como la construcción de La Caja Mágica y La Peineta (el Estadio
Olímpico de Madrid). Todas esas cosas que tienen utilidad cero y un coste altísimo”. Galante recuerda la deuda de casi 21.000 millones –un
11,70 % del PIB– que arrastra la capital española. “Nuestra idea es tener una
visión más amplia de la impunidad, no
sólo por los crímenes del franquismo, sino también por los pelotazos
urbanísticos y por los delitos económicos y políticos que se están cometiendo”,
indica el expreso político. “Se nos ocurrió realizar una concentración con el
apoyo de la gente que nos respalda. Denunciamos la impunidad, no sólo por los
crímenes del franquismo, sino por los delitos económicos y políticos. Lo que Madrid necesita no son unas
Olimpíadas, sino que se acabe con todas las impunidades”.
“Parte del enorme agujero de
deuda que tiene Madrid se debe a dos aventuras de [el exalcalde y actual
ministro de Justicia, Alberto Ruiz] Gallardón, en 2012, y, en 2016, para
promoverla como sede olímpica. El
récord del mundo en impunidad lo tiene Madrid”, denuncia Galante, quien
advierte que no se trata de una simple iniciativa contra los madrileños. “Una
cosa es la actividad del Ayuntamiento y otra, la ciudad de Madrid –puntualiza–.
El asunto es que su promoción como sede
olímpica se ha hecho con un enorme costo para las arcas públicas con el
fin de generar un enorme beneficio para bancos y constructoras. En ambos casos,
se ha hecho con un desprecio absoluto a la situación real de Madrid”.
Esta querella, en la que se denuncia la actuación
de algunos exministros franquistas que aún viven (entre los que figura José
Utrera Molina, suegro del actual ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón),
funcionarios y policías de la época, ha sufrido algunos problemas desde su
admisión a trámite. El más llamativo es reciente, cuando la jueza ordenó la
realización de videoconferencias para que los querellantes pudieran facilitar
su testimonio en el consulado argentino de Madrid y el Gobierno español
manifestó su protesta a través del Ministerio de Exteriores, haciendo alusión a
una posible interrupción de colaboración judicial entre ambos países.
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