viernes, 6 de septiembre de 2013

El rey presta 1, 2 millones de euros a su hija, sin intereses.


 El rey, la infanta Cristina y el marido de ésta, Iñaki Urdangarin, durante una celebración familiar, en 2009.
 El rey –comenta Ignacio Escolar– cobra un sueldo de 292.752 euros brutos al año, según los presupuestos que nos contaron. Descontados los impuestos, se queda en unos 170.000 euros netos anuales, así que el “préstamo” sin intereses que le entregó a su hija Cristina –1,2 millones de euros– equivale a su sueldo completo de siete años. Ni siquiera para el sueldazo del rey es poco dinero y reabre otro debate: ¿acaso tiene el jefe del Estado más ingresos? ¿A cambio de qué? Pero más que ‘préstamo’ parece un donativo camuflado para esconderse de Hacienda. Si la infanta y el rey lo hubiesen declarado como donativo, habrían tenido que pagar el tipo máximo del impuesto de Sucesiones y Donaciones. A partir de los 800.000 euros, es del 34%. Para que un préstamo sea préstamo hay algo básico: que se devuelva el dinero. Y en nueve años, la infanta solo ha pagado 150.000 euros. A este ritmo, terminará de pagar en el año 2076. Para entonces la infanta tendría 111 años y el rey, 138, así que todos calvos. El ‘préstamo’ del rey a su hija no solo es sospechoso por la cantidad recibida y por sus más que cómodos plazos. También por cuándo se empezó a devolver el dinero. Entre los años 2004 y 2011, la infanta no pagó ni un euro, según figura en sus declaraciones de la renta. La infanta solo declaró el pagó de esos 150.000 euros entre 2011 y 2012. Casualmente, fue cuando las cuentas de Iñaki Urdangarin y el Instituto Nóos ya estaban siendo investigadas”.

Ignacio Escolar incide en otro aspecto de ese ‘préstamo’ de 1, 2 millones de euros. Y es que “también desmonta una excusa que, hasta ahora, trasladaban desde la Zarzuela: que el rey no era consciente del tren de vida que llevaban los duques de Palma. Ahora es obvio que no solo lo sabía, sino que colaboró activamente en ello. Todo padre tiene el derecho (incluso la obligación) de cuidar de sus hijos. Pero el jefe del Estado de un país democrático también está obligado a ser transparente con sus cuentas , que pagamos entre todos. No basta con que la futura ley de Transparencia obligue a la Casa Real a enseñar su presupuesto con más detalle que ese trazo gordo que hasta ahora han publicado. Es imprescindible que conozcamos también su patrimonio, como sucede con otras coronas en el resto de Europa o con los diputados españoles. Para los que se pierden con el euro y los números grandes:  el sueldo más habitual en España es de 15.500 euros brutos anuales unos 12.900 euros netos. Así que un españolito medio tardaría 92 años en ganar esos 1,2 millones de euros que el rey le entregó a su hija para comprarse una casa. Todo muy ejemplar. Y campechano”.

Tras propagarse la noticia de este préstamo a principios de esta semana, el portavoz parlamentario de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), José Luis Centella urge, en el Congreso, a poner fin a las “dudas y sombras” de la financiación de Zarzuela y recrimina al Gobierno que no estuviera haciendo “nada” en este sentido. Centella insiste en la necesidad de “una mayor transparencia” en la financiación de la Jefatura del Estado y advierte que su grupo parlamentario pretende conocer “de una vez por todas” todos los detalles.

De momento, Izquierda Plural está trabajando en la presentación de una batería de preguntas para conocer la relación que existe entre el préstamo que Juan Carlos hizo a su yerno y su hija con la financiación del Estado a la Casa del Rey, un préstamo que se ha desvelado durante la investigación del caso Nóos. “Queremos que la Casa Real sea tan transparente como el resto de instituciones –advierte– pero el PP insiste en seguir blindándola”. Por su parte, el PSOE no se muestra tan crítico con la corona. Pero Soraya Rodríguez expresa su deseo de que “no quede absolutamente ninguna duda” y que se “aclaren con total transparencia” todos los extremos relativos al préstamo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Otra patochada más... y sobrecogedor el libro de el ex coronel Amadeo Martinez Inglés acerca de lo sucedido con Alfonso de Borbón, fallecido a los 14 años de edad por un disparo de Juanito, -de 18 y cadete de la academia militar- que quizá no fuera tan fortuito como se hiciera creer...

chiflos.