Huelga en Baleares por un trilinguïsmo impuesto a la comunidad educativa.
Profesores en huelga se manifiestan.
EL presidete del Gobern Balear se inventó e impuso el TIL que ha provocado la huelga.
El martes pasado, el Parlament balear validaba el decreto del Tratamiento Integral de
Lenguas (TIL) gracias a la mayoría absoluta del PP, con el voto en
contra de la oposición, mientras que, a las puertas de la Cámara legislativa, varios
miles de personas protestaban contra la política educativa del Ejecutivo. El
TIL, que afecta a 36.000 alumnos e incluye el trilingüismo –catalán, castellano
e inglés–, es, para el profesorado y los alumnos, una de las medidas más
polémicas de esta legislatura. José Ramón Bauzá, president del Gobierno de las
Islas Baleares y del PP de las Islas, afirma que con ello “se ha optado por la
libertad y la educación y no por la inmersión lingüística en catalán, como
sucedía hasta ahora”. Bauzá culpa al modelo impuesto por las “leyes
socialistas”, del fracaso escolar del 39% y entiende que a la oposición no le
vaya bien que exista “un
equilibrio” lingüístico entre las dos lenguas oficiales y el inglés,
pero asegura que es “muy importante” que los estudiantes dominen las tres de
cara a su preparación y futuro profesional y se mejoren las cifras de fracaso
escolar de Baleares, el más alto de España. Guillén Barceló, portavoz del
comité de Huelga de la
Asamblea de Docentes, asegura que “no es una huelga política,
sino en defensa de la educación como servicio público, basada en la defensa de
cuestiones pedagógicas y laborales”. Explica que “el cúmulo de recortes, han
mermado la calidad de la educación y han sido el auténtico motor de esta
huelga. Francina Armengol, portavoz del PSOE, pide a Bauzá que “deje de hacer de pirómano y haga de
presidente”, y le acusa de aplicar este proyecto por su “fobia” al
catalán y para “hacer puntos ante sus amigos de Madrid”. Con su postura, alumnos y docentes se han
unido en contra de este proyecto y han pedido al Govern balear que deje de “decir mentiras y aberraciones
pedagógicas” como es ligar la inmersión lingüística al fracaso escolar de las
Islas Baleares. Biel Barceló, de MÉS –amplio proyecto político cultural que representa el espacio político de izquierdas, soberanista y ecologista de Mallorca, integrado por el PSM-Entesa e Inicitiva Verds–, le califica de “iluminado” por aplicar el TIL. “Usted ha
decidido llevar a cabo una guerra contra toda la comunidad educativa –acusa el
diputado al mandatario balear, pidiéndole que escuche a los manifestantes que protestaron
a las puertas del Parlament–. Usted, president, se ha cerrado en el Consolat de
Mar con una serie de asesores mediocres
y fanáticos que han perdido el sentido de la realidad y de la calle”.
En la calle, docentes, padres, madres y
estudiantes siguen bloqueando el comienzo de curso y resisten desde hace dos
semanas de huelga en la que han pitado y gritado durante horas lemas como “Dimisión”
o “No tenemos miedo”. Sobre esta polémica educativa se ha levantado el alcalde
de Palma, Mateo Isern, del PP, reclamando que se inicie “cuanto antes” y “sin
condicionamientos previos” el diálogo entre el Govern y los representantes de
los profesores porque “los grandes perjudicados de esta situación son
nuestros hijos”. El apoyo social recabado por los profesores es
incontestable en las calles. La caja de resistencia para compensar la pérdida
de salario por la huelga lleva ya recaudados más de 130.000 euros en aportaciones individuales y
alguna donación significativa como la del pintor Miquel Barceló que aportó un grabado para su venta en subasta, en
un acto cómplice con la causa de los huelguistas.
En Mallorca, la Administración
habla del 9,5% de los huelguistas y los docentes, del 55%. En Menorca la
protesta ha bajado su intensidad. Y, en Ibiza y Formentera, el Gobierno
reconoce un impacto del 27% entre el profesorado mientras que los sindicatos lo
elevan al 90%. El paro no tiene visos de solución inmediata, aunque el Gobierno
ha llamado a los sindicatos a una mesa de negociación con los mismos puntos de
otras citas, sin plantear, inicialmente, un diálogo concreto para afrontar el
fin de la huelga. Para el domingo, se prepara una movilización ciudadana en Palma,
Mahón, Ibiza y Formentera. En el sistema balear hay 164.000 alumnos de los que
54.000 asisten a escuelas privadas y concertadas. La mitad de las plantillas de
los 10.500 profesores de los centros públicos sigue parada. El Gobierno insular
ha dejado crecer un conflicto excepcional por su impacto y extensión en toda la
geografía del archipiélago. Los sindicatos CC OO, el nacionalista STEI, UGT y
la alternativa asamblea de docentes impugnaron las acciones urgentes del PP
para dar un vuelco al sistema educativo. Hasta el sindicato conservador ANPE se
adhiere a la protesta.
La
mecha que prendió la protesta fueron los recortes salariales, de plantillas, de
becas de transporte y comedor, las leyes de símbolos (con multas de 10.000
euros por exhibir banderas catalanas en los centros) y las normas nuevas
autonómicas de convivencia sobre la autoridad y respeto en las aulas. Y la
llamarada salió del decreto impuesto del TIL. Los manifestantes “no entendemos
como se ha hecho de manera precipitada, sin contar con el consenso de la
comunidad educativa. Son un cúmulo de situaciones que nos lleva a pensar que
este proceso es una fachada”. Su aplicación se inicia entre alumnos de cinco
años (en segundo curso de educación infantil) y de 11, en primero, en un solo
curso de ESO. En primaria, primero, tercero y quinto, inician el proceso experimental,
a desarrollar totalmente en cinco años en todos los cursos y niveles. La
federación de padres apoya la huelga y contribuye a su impacto, pese a las
amenazas gubernamentales de intentar sancionar a quienes impulsan el absentismo
de sus hijos. “El Gobierno del PP no quiere negociar nada”, replican los
sindicatos. Y Mabel Cabrer, portavoz del Grupo Parlamentario Popular, lamenta
los perjuicios que sufren tanto padres como niños “ante una huelga que no tiene
ningún fundamento”. Una huelga indefinida que ni entiende, ni
cree que “esté justificada por el simple hecho de implantar el trilingüismo en
las aulas”.
L’Estaca, conocida canción de Lluís Llach, envolvió el Parlament balear en la concentración celebrada el pasado día 16 por la comunidad educativa. L'Estaca fue uno de los iconos del movimiento antifranquista en España y hacía referencia a la necesidad de empujar todos unidos para hacerla caer. Fue traducida a multitud de idiomas y se hizo popular. Es un llamamiento a la unidad de acción para liberase de las ataduras y conseguir la libertad. Se ha convertido en un símbolo de la
lucha por la libertad.
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