sábado, 9 de marzo de 2019

La música tiene un impacto biológico en el envejecimiento cerebral.

 La música que llevas dentro.

Un estudio arroja las primeras evidencias del efecto del entrenamiento musical de larga duración en la actividad neuronal. Según Yaiza Martínez, los retrasos en el ritmo neuronal vinculados al envejecimiento no son inevitables y pueden eludirse o reducirse con entrenamiento musical. Es lo que se desprende de un estudio reciente en el que se ha analizado la relación entre música y cerebro. En un experimento realizado, se comprobó que músicos ancianos eran capaces de procesar un discurso, desarrollado en un entorno ruidoso, con la misma eficiencia que personas jóvenes. El hallazgo sugiere que el entrenamiento musical sería una herramienta eficaz para la potenciación de la plasticidad cerebral.

Un estudio realizado por especialistas de la Universidad Northwestern de Estados Unidos demuestra que los retrasos en el ritmo neuronal vinculados al envejecimiento no son inevitables y pueden eludirse o reducirse con entrenamiento musical. Esta investigación es la primera que proporciona evidencias biológicas de que la experiencia musical a largo plazo afecta al proceso del envejecimiento humano. Las evidencias fueron recopiladas a partir de las mediciones de las respuestas cerebrales automáticas de músicos jóvenes y mayores, así como de adultos que no eran músicos, ante los sonidos de un discurso.

Las mediciones, llevadas a cabo por investigadores del Auditory Neuroscience Laboratory de dicha Universidad, demostraron que el ritmo neuronal de los músicos más ancianos presentaba una ventaja.  Según explica la neurocientífica Nina Kraus, co-autora del estudio, en este sentido, “los músicos más ancianos no sólo superaron a las personas de su misma edad que no eran músicos, sino que además decodificaron los estímulos sonoros tan rápida y acertadamente como los adultos más jóvenes, que no eran músicos”. Los resultados obtenidos refuerzan la idea de que experimentar activamente los sonidos, en el transcurso de nuestra vida, tiene un profundo efecto en el funcionamiento del sistema nervioso, asegura la investigadora.

Kraus, profesora de ciencias de la comunicación en la Escuela de Comunicación, y de neurobiología y fisiología en el Weinberg College de Artes y Ciencias de dicha universidad, ha publicado, junto a otros colaboradores, los resultados de la presente investigación en la revista especializada Neurobiology of Aging. Los investigadores señalan que, a partir de los hallazgos realizados, se demuestra que el entrenamiento musical intensivo, incluso en las etapas avanzadas de la vida, podría potenciar el procesamiento mental de cualquier discurso y, como consecuencia, incrementar la capacidad de los ancianos para comunicarse en entornos acústicos complejos o ruidosos. En este sentido, la música podría serles de ayuda ya que, según Kraus, “la experiencia musical afecta selectivamente al cronometraje de elementos de sonido importantes para la distinción de las consonantes”.

En estos análisis fueron constatados otros efectos positivos de la música sobre el cerebro, como que ésta puede reducir la pérdida de memoria vinculada al envejecimiento. La presente investigación fue llevada a cabo midiendo la respuesta neuronal automática a los sonidos del discurso de 87 adultos de habla inglesa, nativos, y con una audición normal. Las mediciones se hicieron mientras los participantes veían un vídeo. Los voluntarios músicos habían empezado a estudiar música antes de los nueve años, y habían estado implicados en actividades musicales constantes durante toda su vida. Los voluntarios que no eran músicos habían estudiado música durante tres años como máximo.