jueves, 29 de agosto de 2019

La Amazonia, en llamas.


Bolsonaro considera un ataque a su “soberanía” la ayuda de los países del G-7 para luchar contra los incendios.

El Amazonia, sigue en llamas

La revista y editorial Sudestada, publica en Twitter el siguiente comentario: “Frente a una catástrofe ambiental sin precedentes en el Amazonas, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, minimizó la tragedia afirmando que “es la temporada de incendios” y añadió, divertido: “Me solían llamar capitán Motosierra y ahora soy Nerón, incendiando el Amazonas”. Desde enero y hasta hoy, se registraron casi un centenar de focos intermitentes de incendios forestales por la “política de desarrollo” del presidente brasileño en agronegocios y megaminería. Los incendios tienen un claro mensaje: expulsar a las poblaciones originarias de sus tierras y permitir a hacendados y terratenientes hacerse presentes en zonas vedadas años atrás.

Continúa el drama en la Amazonia. La reserva verde más grande del planeta sigue en llamas, y las consecuencias del fuego alcanzan ya centros urbanos. Amazonia arde porque el fuego, que se llama capitalismo, lo destruye todo. El pulmón más importante del mundo arde en llamas desde hace más de tres semanas sin que el gobierno de Jair #Bolsonaro, del que depende gran parte del Amazonas, haya hecho nada para combatirlo o paralizarlo. Por el contrario, sigue alentando la destrucción ambiental para favorecer los agronegocios y la expansión de terratenientes en la región del Amazonas. Y el mundo permanece en silencio ante uno de los crímenes ambientales más graves de la Humanidad que ya supera el millón de hectáreas quemadas.

Bolsonaro planteó la construcción de una autovía que permita acceder a sus recursos naturales de forma más sencilla y abrió la veda en espacios tradicionalmente protegidos. Para ello contó con el apoyo de un numeroso grupo de diputados brasileños, los ruralistas, que siempre se mostraron a favor de abrir la mano en la Amazonia y permitieron que la industria se adentrase en sus riquezas. Además, anunció el fin del Ministerio de Medio Ambiente. Y, siguiendo los pasos de Donald Trump, quiso sacar a Brasil del anterior pacto, obteniendo el apoyo de numerosas poblaciones rurales que ansiaban liberar espacio selvático para desarrollarlo y producirlo económicamente. La Amazonia perdió así alrededor del 20% de su espacio vital en las últimas cuatro décadas, y el ritmo de deforestación no dejó de crecer, talando tres veces más selva que en agosto de 2017. Un problema que se agravó con los incendios forestales.

Últimamente, cuando las llamas han arrasado ya 20.000 hectáreas en la Amazonia, ante la acuciante presión de manifestaciones y protestas dentro y fuera de Latinoamérica, y frente a las amenazas de países como Francia, Irlanda o Islandia, Bolsonaro ha movilizado al Ejército para combatir el fuego, afeando a estos países sus críticas y alegando que “hay incendios forestales en todo el mundo y que no se pueden utilizar como pretexto para decretar sanciones disciplinarias”. De esta forma, ha asumido el “deber” de proteger la Amazonia, de la que llegó a desvincularse en la campaña electoral. Noruega, el mayor donante del “Fondo Amazonía”, congeló su aporte de 33 millones de dólares al gobierno de Brasil “por no querer detener la deforestación”. Esta decisión se suma a la tomada por Alemania, quien ya suspendió su ayuda económica por la misma razón. Durante los últimos años, ambos países trataron de negociar con el gobierno del ultraderechista su intención de realizar cambios en la gestión del Fondo, que es administrado por un banco público brasileño, pero no hubo buena acogida. Bolsonaro criticó la intromisión de estos y de otros países en temas medioambientales y los acusó de hacer “campaña contra Brasil” y de estar interesados en su riqueza. Y exigió al gobierno francés que se retracte por llamarle mentiroso y por pedir que la mayor selva tropical del mundo tenga un “estatus internacional”. Piensa que, de esta manera, logrará frenar y controlar los incendios que no dejan de crecer en el Amazonas. Pero ¿lo conseguirá o seguirán creciendo sin parar? Brasil ordena el despliegue del Ejército en la Amazonia tras más de medio mes de incendios Por qué importa el Amazonas y lo que se sabe sobre cómo empezaron los incendios.