Migrantes y refugiados, pesadilla en el Mediterráneo…, y el rey de "vacaciones" en Mallorca.
Pesadilla migratoria, una vergüenza europea.
Altos dirigentes de la
ONU han expresado su horror por el naufragio registrado el 25 de julio pasado,
en el que presumiblemente murieran 150 personas, entre ellas mujeres y niños.
Se trata de la peor tragedia en el Mediterráneo en lo que va de año ante la indiferencia
de los países mediterráneos. Varios dirigentes de diferentes partes de las
Naciones Unidas pidieron que se reanudasen las operaciones de búsqueda y
rescate de migrantes y refugiados. Sus testimonios señalan que en la nave
podían viajar unos 250 migrantes y refugiados antes de que zozobrara debido a
fallo del motor. En un tuit, Antonio Guterres, Secretario General de la ONU,
declaró estar “horrorizado” por la tragedia e hizo un llamamiento para “la
creación de rutas seguras y legales para los refugiados y migrantes” que huyen
de sus países. El Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi, y la
directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia,
Henrietta Fore, se hicieron eco de las palabras de Guterres y pidieron el cese
del arresto arbitrario de refugiados y migrantes que se encuentran retenidos en
centros de detención. Por su parte, un portavoz de la Agencia de la ONU para
los Refugiados reiteró durante una rueda de prensa en Ginebra que la pérdida de
vidas muestra “la urgente necesidad” de que los Estados reanuden las
operaciones de búsqueda y rescate y “ayuden a aliviar el sufrimiento de los
miles de refugiados y migrantes que están atrapados en el conflicto de Libia”.
La tragedia sucedió dos días después de que, en París, se alcanzase un consenso
por la Unión Europea para evitar más muertes de migrantes y refugiados libios
en el Mediterráneo. “El statu quo, donde las operaciones de búsqueda y rescate
a menudo se dejan a ONG o a embarcaciones comerciales, no puede continuar. Se
necesita una operación de búsqueda y rescate de la Unión Europea, similar a los
programas que hemos visto en los últimos años”, aseguraron en un comunicado. Y,
en Ginebra, el portavoz de ACNUR reiteró la solicitud de la agencia para
obtener ayuda adicional, como nuevos lugares de reasentamiento y buscar rutas
seguras fuera de Libia para las personas vulnerables; así como que se adopten
mayores medidas para arrestar y procesar a traficantes de personas.
El Open Arms sigue
esperando que un puerto seguro para las 121 personas rescatadas a bordo.
El jueves, 1 de agosto,
Open Arms, embarcación catalana, rescató a 55 personas y, un día después, a
otras 69, entre las que había dos mujeres embarazadas, que fueron evacuadas por
la Guardia Costera italiana. Desde entonces, la ONG catalana Proactiva, Open
Arms, sigue en el Mediterráneo reclamando un puerto seguro al que desplazarse
con las 121 personas migrantes rescatadas. El ministro de Fomento en funciones,
José Luis Ábalos, defendía el lunes que la Comisión Europea y el resto de
países de Europa deben “asumir su responsabilidad y no eludirla” en la acogida
de los 121 migrantes que siguen a bordo del barco. El presidente del Govern,
Quim Torra, ofreció el viernes los puertos catalanes a la ONG, y defendió que
la oferta se respalda en un “compromiso de la mayoría parlamentaria y un
consenso social de la ciudadanía catalana”. Igualmente, la Generalitat
Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia se ofrecieron a colaborar en el
desembarque, la Junta de Extremadura se ofreció a acoger a personas rescatadas
y el Gobierno Vasco propuso al Ejecutivo central acoger a los 121 migrantes
rescatados entre las distintas comunidades autónomas a través de porcentajes en
función de la población, la renta y el desempleo de cada una de ellas. El barco
que lleva a bordo a más de 30 niños y niñas –entre ellos, dos bebés– y casi 90 hombres y mujeres bloqueados en el mar, con
temperaturas abrasadoras, debe atracar inmediatamente en un puerto seguro, ha
reclamado Amnistía Internacional mientras las autoridades italianas, maltesas y
españolas mantienen el pulso. A pesar de la creciente preocupación por su
bienestar, las autoridades italianas y maltesas niegan a estas personas un
puerto donde desembarcar en condiciones de seguridad. Las autoridades españolas
no han solicitado aún formalmente la ayuda de las instituciones europeas para
buscar una solución. “Después de una semana de bloqueo en el mar, deben ser
desembarcados de inmediato en Malta o en Italia”, ha señalado María Serrano,
investigadora principal de Amnistía Internacional sobre migración. “A pesar de
la creciente preocupación por el bienestar de las personas a bordo del barco,
los políticos están incumpliendo vergonzosamente con las obligaciones que les
impone el derecho internacional al negar un puerto seguro a personas que
podrían sufrir tortura si son devueltas a Libia y que están agotadas y
necesitan protección y cuidados”. El barco, que navega bajo pabellón español,
se encuentra a unas 30 millas náuticas de Italia, entre Malta y Lampedusa. Pero
el sábado, pese a necesitar auxilio, salvó la vida a 39 personas más en el
Mediterráneo. La embarcación se encontraba en peligro en la zona de Malta. Una
vez más, no fueron las autoridades, sino el barco de la ONG, que lleva más de
una semana en condiciones deplorables y pidiendo puerto seguro, el que acudió
al rescate. Ahora son 160 las personas a bordo y Europa sigue en silencio. “Es
inconcebible que, frente a las mismas playas donde descansan quienes disfrutan
de sus vacaciones, haya bebés desamparados en el mar. Los Estados Europeos,
empezando por Italia y Malta, han menoscabado sin ningún reparo el sistema de
búsqueda y salvamento y utilizado a la gente como peones para negociar políticas
migratorias abusivas, con absoluto desprecio por su seguridad”, ha explicado
María Serrano.
Óscar Camps, presidente
de Open Arms: “Antepondremos la salud de los rescatados a cualquier otro
criterio absurdo”.
El buque Open Arms se
encontraba el pasado lunes a 28 millas del puerto de Lampedusa con 121
rescatados a bordo sin puerto donde desembarcar. Entre quienes esperaban una
respuesta de los gobiernos europeos, se encontraban menores, mujeres
embarazadas, víctimas de violación y torturas, decenas de personas con estrés
postraumático y un herido de bala, alertaba Óscar Camps, presidente de la ONG.
“Es increíble que no se tenga en cuenta la situación, se menosprecien sus
derechos y nos tengan a la deriva, esperando”. Mientras Italia aún no respondía
de forma oficial a la solicitud de la ONG catalana, Malta rechazaba el acceso
del barco a su territorio y lo remitía a España, su Estado de bandera. Las
autoridades españolas no realizaron declaraciones oficiales sobre la
posibilidad de permitir la entrada a las personas migrantes rescatadas. Tampoco
aclaraban si multaría a la organización catalana después de desafiar su
prohibición de salvar vidas en el Mediterráneo Central. “El trauma es grande declaraba Camps–. Y ya
hemos tenido alguna pequeña crisis. Todos necesitan asistencia médica y
psicológica inmediata. Nos preocupa mucho su estado psicológico: han sufrido
cosas inenarrables y puede pasar cualquier cosa”, sostenía Camps, quien
lamentaba la tardanza de los Estados miembros para alcanzar una solución.
“Tendremos que esperar, mientras 28 gobiernos son incapaces de poner una
solución hasta que no se desencadene una emergencia humanitaria”. Si se cumplía
el mismo modo de proceder marcado por la gestión europea de la mayoría de los
rescates desde el cierre de los puertos italianos, el Open Arms se enfrentaba a
cerca de una semana en alta mar. A finales de julio, Salvini impidió el acceso
a 116 personas auxiliadas por la propia Guardia Costera hasta el acuerdo
alcanzado por cinco países europeos. Semanas antes, el buque Sea-Watch
permaneció 14 días a la deriva tras salvar a 42 migrantes hasta que su
capitana, Carola Rackete, desafió la prohibición de entrada por la emergencia
humanitaria despertada a bordo. “La logística –confesaba Camps– la tenemos cubierta.
Lo que nos preocupa es la salud de la gente a bordo. En cuanto tengamos
problemas serios, tomaremos decisiones de otro calibre porque siempre
antepondremos la salud humana a cualquier otro artículo o cualquier otro
criterio absurdo. Los gobiernos europeos las deshumanizan y las convierten
mercancía para detenernos semanas enteras en alta mar”, continúa. La Dirección
General de la Marina Mercante envió al buque humanitario una carta en la que
amenazaba con multas de hasta 901.000 euros en caso de rescate en el
Mediterráneo Central. Desde Fomento insisten en que se trataba de mera
“información”. “Ahora parece que el Gobierno está reculando. Fue su manera de
bloquearnos durante el periodo electoral, ahora se echan para atrás”, considera
Camps, quien recuerda que las autoridades españolas están “informadas de todo”
pero “no se les ha solicitado ninguna intervención”. Por el momento, el Open
Arms espera a un acuerdo europeo que empuje la apertura de los puertos más
próximos, Malta o Italia.
Salvini superaba este lunes moción de confianza por su decreto para
multar a ONG que operen rescates en el Mediterráneo
Por su parte, Óscar Camps,
director de la ONG Proactiva Open Arms, instó el lunes al Gobierno de Pedro
Sánchez a solicitar a la Comisión Europea que todos los países miembros asumiesen
sus labores de salvamento marítimo y que dejen de bloquear sus puertos. En
declaraciones a la Cadena Ser, recogidas por Europa Press, Camps explicó que
esta petición tenía que ser realizada por un Estado miembro para que la
Comisión iniciase los contactos con países como Italia o Malta. “Comparto que
tanto Italia como Malta tienen que asumir su responsabilidad. Estamos agotando
todas la vías ordinarias y legales para conseguirlo. Si España se anima a
acompañarnos al tribunal de Hamburgo – Tribunal Internacional del Derecho del
Mar– podremos denunciarles por el incumplimiento, pero no podemos ir solos. Lo
que no podemos hacer es bloquear a los barcos”, se lamentó el director de la
ONG. El mismo lunes, el Gobierno italiano superó la moción de confianza del
Senado por su decreto para multar a las ONG que rescaten en el Mediterráneo. La
votación se saldó con 160 votos a favor, 57 en contra y 21 abstenciones, según
La Repubblica, diario italiano que informó que varios de los presentes gritaron
“vergüenza” tras el proceso. Para Camps, “aprobar algo así significa” que, “lamentablemente”
se “declara la guerra a los Derechos Humanos y a la pobreza”. El decreto,
redactado por el ministro del Interior, Matteo Salvini, fue aprobado en junio y
contempla que los barcos privados que ignoren las órdenes para no entrar en
aguas territoriales del país europeos tendrán que pagar entre 10.000 y 50.000
euros al llegar a puerto. Asimismo, daba al Ministerio del Interior el poder
para emitir estas órdenes, que hasta ahora estaban en manos del Ministerio de
Transporte e Infraestructuras. Así, las multas deberán ser pagadas por el
capitán, el operador del barco o el propietario del mismo. Además, aquellos que
violen en varias ocasiones esta medida podrán sufrir la incautación de la
embarcación. El ultraderechista Salvini, quien pedía el pasado jueves nuevas
elecciones en Italia y daba por roto el gobierno, recalcó que el decreto “da
más poderes a las fuerzas del orden, más controles fronterizos y más hombres
para arrestar a miembros de la mafia y la Camorra. Doy las gracias a los
italianos y a la santísima Virgen María”, manifestado el ministro de Interior. Salvini ya aplaudió en junio la aprobación del decreto y
señaló que se trataba de “un paso adelante para la seguridad del país”, al
tiempo que se mostró “absolutamente seguro” de que la medida “cumple” con todas
las leyes nacionales e internacionales. Según la Organización Internacional
para las Migraciones (OIM), casi 700 personas han muerto en el Mediterráneo en
lo que va de año, más de 400 de ellas cuando intentaban alcanzar las costas
italianas.
De izquierda a derecha, Ana Pardo de Vera, Anabel Montes y Helena Maleno.
Las personas que intentan
ayudar en el drama que se vive en el Mediterráneo se encuentran con, cada vez
más, obstáculos para socorrer a los que intentan llegar a Europa. Así lo
explicaba Helena Maleno, periodista e investigadora especialista en migraciones
y trata de seres humanos, y Anabel Montes, jefa de misión y patrona de
embarcación de la ONG ProActiva Open Arms, en el encuentro ‘El naufragio de los
Derechos Humanos en el Mediterráneo’, moderado por Ana Pardo de Vera, directora
de 'Público'. “No estamos salvando vidas, estamos devolviéndoles su derecho a
la vida, que se lo estamos quitando”, afirmó Maleno al hablar sobre las
“industrias de la guerra y de la esclavitud” que promueven una huida masiva.
Añadió que toda esta situación se basaba en “un sistema de impunidad porque no
hay ninguna sentencia que responsabilice esas muertes”. Anabel Montes remarcó
la criminalización que se ha hecho de las labores de rescate y la persecución
que sufren por mostrar lo que está pasando. “Nos quieren echar del Mediterráneo
porque molestamos. Lo que pasa en el mar no tiene ni idea nadie, y por ello
utilizan la difamación y la política del miedo”, explicó Montes para hablar del
aumento de un mensaje de racismo y xenofobia. “Las mujeres ya dan por hecho que
por el camino las van a violar. Es un peaje, un precio que tienen que pagar
para llegar a Europa”, afirmó Maleno. Y explicó que el problema está en el
sistema de acogida, que no es capaz ayudar a estas mujeres y poder parar la
violencia a la que son sometidas. Ambas coincidieron en la ineficacia de las
instituciones a la hora de establecer políticas eficaces en las fronteras.
“Cada vez nos encontramos con más trabas”, afirmó Montes, quién también explicó
la situación en el mar. Libia, según ella, no tiene un cuerpo preparado para
salvar a las embarcaciones que se hunden, pero aún así hay un grupo armado al
que se denomina “guarda costas libio” y al que Unión Europa acepta. “Son los
mismos que nos han disparado dos veces y los mismos que nos amenazaron de
muerte si no les devolvíamos a las mujeres y a los niños que habíamos
rescatado”, explicó.
Pedro Sánchez debería escuchar lo que dice Open Arms: ¿cuántas vidas
humanas mueren ahogadas en nuestro mar? (Antonio Casero y la Platafomra
Benvinguts Refugiats Menorca
“¿Qué le pasa al Gobierno
de Pedro Sánchez que se reúne con colectivos sociales y ecologistas y en cambio
guarda silencio sobre las personas que buscan acogidas en medio de nuestro mar?
–escribe Antonio Casero, de acuerdo con la PLATAFORMA BENVINGUTS REFUGIATS
MENORCA– ¿Qué buscan sólo el relato y callar con la
praxis?”.
Rabiya duerme junto a sus dos bebés mellizos. FRANCISCO GENTICO
Las 121 personas
rescatadas por el Open Arms cumplen catorce días y catorce noches noches
atrapadas en alta mar. La tripulación trata de no crear expectativas entre los
migrantes a bordo, pero explicar la realidad no resulta fácil: ningún Gobierno
europeo ha movido ficha para resolver su situación. Ante el cierre de puertos
de Malta e Italia, el Gobierno español (Estado de bandera del buque) ha instado
de manera pública a la Comisión Europea a gestionar una solución, pero se
resiste a activar el procedimiento de forma oficial. “La Comisión no ha
recibido hasta ahora ninguna solicitud de coordinación y, por lo tanto, no ha
iniciado contactos ni esfuerzos de coordinación”, reiteran fuentes oficiales de
la institución comunitaria a Eldiario.es. “El pasado lunes, una portavoz de la
Comisión explicó en rueda de prensa que, para poder impulsar la negociación de
un posible acuerdo europeo que permita el desembarco en los puertos más
próximos (Malta o Italia), era necesaria la solicitud formal emitida por un
Estado miembro. Seis días después del rescate, ningún gobierno europeo la había
tramitado. Tampoco España, cuyo Ejecutivo insiste en apuntar a la Comisión
Europea como responsable de una solución que no llega. Ante tal inacción, Open
Arms envió el pasado martes una carta a Pedro Sánchez en la que solicitaba la
puesta en marcha del mecanismo europeo de distribución de rescatados. En la
misiva, Óscar Camps, líder de la ONG, aseguraba haber agotado los canales
ordinarios para conseguir el permiso de desembarco en los puertos más próximos
(Italia y Malta) e instaba al Gobierno español a facilitar el trámite requerido
por Bruselas”. El Ejecutivo no respondió a su requerimientoy se limitó a hacer
constar unas declaraciones realizadas el martes por José Luis Ábalos en las que
mostraba una aparente falta de voluntad para interceder en Bruselas con la
finalidad de acelerar el desembarco de los 121 rescatados. “La operación de
salvamento se produjo, parece ser, en aguas libias, de responsabilidad libia.
Pero, en todo caso, el primer puerto seguro, si se descartaran los africanos,
serían otros países europeos. Es a partir de ahí, de la recepción, donde la
Comisión debe proceder al reparto”, expresaba en Pamplona el titular de Fomento.
“Es muy importante que cada uno asuma su responsabilidad de acuerdo a la
legislación internacional. Al final, no va a haber ninguna política que pueda
encajar este fenómeno que tiene dimensiones. Apelamos a que la Comisión Europea
intervenga en este sentido”, insistía Ábalos.
Issiada descansa en la cubierta del Open
Arms. Sus pies resultaron heridos de bala en Libia. Francisco Gentico.
En la mayoría de los
rescates que han seguido al caso del buque Aquarius, ambos gobiernos han
impedido el acceso de barcos de ONG hasta conseguir un compromiso de reparto de
todos los náufragos entre determinados Estados miembros. Con el objetivo de
acelerar estas operaciones y no improvisar a golpe de rescate, desde la
Comisión Europea se ha propuesto la creación de un sistema de distribución
temporal que pueda activarse en caso de necesidad, pero los Estados miembros
aún no han logrado aprobarlo. En julio, el presidente francés Emmanuel Macron
anunció un “principio de acuerdo” entre catorce países de la Unión Europea para
impulsarlo, pero por el momento no se ha materializado en acciones concretas. El
Gobierno español, sin embargo, no se posicionó sobre su posible participación
en este sistema, pues insiste en impulsar un procedimiento que pueda aplicarse
también en el caso de los migrantes rescatados en el Estrecho, y no limitarlo a
la ruta del Mediterráneo Central. Y, entre los numerosos trámites burocráticos,
desacuerdos europeos y responsabilidades entrelazadas, 121 personas cumplen su
sexta noche en alta mar. Allí, en la cubierta del Open Arms, los fantasmas
despertados ante el miedo de ser devueltos a Libia no logran romper la
estabilidad del buque. Se mantienen, describen desde la organización, en un “frágil
equilibrio” que el transcurso del tiempo puede romper”.
Los inmigrantes del Aquarius a su llegada
a Valencia con un mensaje en la camiseta: “Confío en España”.
Gabriela Sánchez escribe
en Eldiario.es sobre el nuevo giro de Sánchez en inmigración: de “impulsar” un
mecanismo de desembarco a negarse a activarlo para el Open Arms. Recuerda que,
el 14 de agosto de 2018, 141 migrantes acumularon tres días a bordo del buque
Aquarius. Fue el primer rescate del emblemático barco humanitario, después de
la operación de salvamento de 630 personas que finalizó con un despliegue
humanitario en el puerto de Valencia. “En esta ocasión, su desenlace sería
distinto: un acuerdo entre varios países europeos para repartir la acogida de
los recién llegados empuja a Malta a permitir su desembarco. Pedro Sánchez no
tarda en atribuírselo como un éxito propio. Asegura que esperaba convertir este
sistema en ‘una solución sistemática’. España ha coordinado un acuerdo pionero
con seis países para distribuir la acogida de las personas del #Aquarius. Ha
sido posible gracias al camino que emprendimos en junio, impulsando una salida
común y solidaria a los flujos migratorios. España acogerá a 60 personas,
anunciaba el presidente del Ejecutivo a través de Twitter. Posteriormente,
Sánchez defendió que el acuerdo no se quedase en una solución temporal. “Espero
que sea sistemática”, incidió entonces. Casi un año más tarde, 121 migrantes
cumplen su séptima noche en el Open Arms. Ningún Estado miembro ha activado las
negociaciones que permitan un pacto europeo para acelerar el desembarco. Para
que la Comisión Europea pueda coordinarla, explican fuentes comunitarias, un
gobierno comunitario debe solicitárselo por los canales oficiales. El Gobierno
español se niega a hacerlo. Y aquella iniciativa que Sánchez vendió como un
logro nunca llegó a sistematizarse. España añade pegas a la propuesta franco-alemana
que pretendía afianzar un mecanismo europeo de desembarco predecible. Tras cada
rescate de migrantes en el Mediterráneo Central, continúa reinando la
improvisación. “No hemos recibido ninguna petición de coordinación sobre el
desembarco de las personas que están a bordo del Open Arms”, repetía el pasado
miércoles un portavoz de la Comisión Europea. “No tenemos por qué hacerlo”,
respondió la vicepresidenta del Gobieno español, Carmen Calvo.
“Una vez más, se desata la polémica tras un
rescate en el mar. De nuevo, decenas de personas cumplen una semana atrapadas
en un buque sin un puerto seguro donde desembarcar. ‘Esta situación prueba otra
vez nuestra posición: es muy necesaria la creación de una solución predecible y
sostenible para los desembarcos’, añaden desde la Comisión Europea, en
referencia a la propuesta de un mecanismo temporal de distribución de los
migrantes rescatados en el Mediterráneo central. El proyecto, impulsado por
Francia y Alemania, continúa en proceso de negociación por parte de los Estados
miembros. A finales de junio, el presidente francés Emmanuel Macron anunció la
participación de al menos ocho países comunitarios. Entre los participantes
confirmados no se encuentra España, indicó un portavoz de Exteriores a Europa
Press. “Todos los migrantes rescatados en el Mediterráneo, independientemente
de por quién hayan sido rescatados, deben entrar en la valoración de la
relocalización en Europa”, decía el ministro del Interior el pasado febrero,
tras una de las reuniones informales convocadas en el seno de la Unión Europa.
El Ejecutivo también ha mostrado su oposición a que España tenga que asumir la
acogida de migrantes rescatados por ONG en otras partes del Mediterráneo,
cuando también cuenta con fronteras exteriores y ejerce operaciones de rescate
a través de su servicio público de Salvamento Marítimo: “España es un país que
cumple con sus compromisos internacionales y no puede ser que el país más
solidario resulte perjudicado", justificó Grande-Marlaska. No obstante, la
Comisión Europea ha solicitado en varias ocasiones a todos los Estados miembros
unirse a los acuerdos temporales para responder a las situaciones de emergencia
generadas cada vez que un barco humanitario rescata a personas migrantes en el Mediterráneo
Central desde el cierre de los puertos italianos y malteses. Un mecanismo que
evitaría las discusiones despertadas entre los Estados miembros tras cada
rescate, como la desatada estos días después de las operaciones del Open Arms
que salvaron la vida a 121 personas. Y el pasado martes, el capitán reunió a
los pasajeros en la cubierta para rogar su paciencia. “No sabemos hasta cuándo
vamos a estar aquí. Hasta mañana, pasado, o vamos a tener que permanecer dos
días más. Necesitamos ser fuertes para ganar esta guerra. Llegaremos a un
puerto europeo”.
Anabel Montes, jefa de
misión de Open Arms, explica en un vídeo que “la política no puede estar por
encima de las personas” y reitera la necesidad de recibir la autorización de
atracar en un puerto, “siguiendo los convenios y acuerdos internacionales y
sobre todo haciendo referencia a la Carta de los Derechos Humanos, con especial
énfasis en el Derecho a la Vida”. Montes afirma que, con el paso de los días,
es más complicado explicar a las personas socorridas “por qué no pueden
desembarcar, por qué no pueden ser llevadas a un puerto seguro donde su vida no
corra peligro”. Apunta a que “con el paso del tiempo, las situaciones de
ansiedades, de nerviosismo van aumentando” y que la tripulación no desea que ·llegue
el punto en el que haya una situación” que no puedan controlar. Salvini volvió
a acusar a la organización humanitaria de usar los rescates como “provocación”
para llevar a los migrantes a Italia. El Parlamento italiano acaba de aprobar
un decreto impulsado por Salvini que permite requisar las naves de las ONG que
violen la prohibición de entrar en aguas italianas y que prevé multas de hasta
un millón de euros.
El ministro del Interior italiano, Matteo
Salvini, través de Twitter.
“He enviado un escrito al
Gobierno español para que se ‘haga cargo’ de los 120 a bordo del Open Arms, ONG
española”, afirmaba el pasado viernes Salvini Matteo Salvini a través de
Twitter. Tras ser preguntada al respecto en la rueda de prensa posterior al Consejo
de Ministros, la portavoz del Ejecutivo español, Isabel Celaá, insistió en que
el puerto donde debe desembarcar los migrantes rescatados es el más próximo al
buque. “Al inicio de la reunión no habíamos recibido nada de Italia ni del
ministro Salvini, pero la obligación que tiene el capitán del Open Arms es
conducir a su tripulación al puerto más cercano”, respondió Celaá. “Y,
descartados los africanos, saben cuáles son. Tienen que recepcionar a esa
tripulación en estado de riesgo”, afirmó la portavoz. Celaá reiteró que España
está intentando “que la Unión Europea sienta como propia la responsabilidad” de
la gestión de los desembarcos. Sin embargo, desde Bruselas aseguraron que no
tienen competencias al respecto y sólo pueden intervenir en caso de que un
Estado miembro envíe una solicitud, un trámite que no se ha formalizado por el
momento. El buque humanitario espera desde la semana pasada cerca de la isla
italiana de Lampedusa (sur de Italia), este viernes a unas 29 millas (unos 50
kilómetros) a que se le asigne un puerto seguro para poner a salvo a 121
inmigrantes rescatados en el mar en dos operaciones distintas. Entre ellos hay
32 menores, 28 de ellos no acompañados.
El buque de la ONG Proactiva Open Arms.
“¿En qué se ha convertido
Europa?”, se preguntaba el pasado jueves Jordi Évole en Twitter. “121 personas
rescatadas por Open Arms y, tras siete días, ningún país de la Unión Europea
ofrece puerto”. Así comienza un vídeo protagonizado por el que fuera
presentador de Salvados (la Sexta) que, tal y como él mismo dice, debería
“avergonzar” a la UE y llevarles a tomar una decisión para salvar las vidas de los
migrantes rescatados y atrapados (sin
puerto) en el buque español Open Arms. “No sé cómo le vamos a explicar a esas
121 personas rescatadas que van a bordo del Open Arms que, después de siete
días, no hay ningún puerto seguro de la UE donde puedan ser desembarcadas”,
dice Jordi Évole. “Dejen de hacernos pasar vergüenza. A los que estáis en el
barco –continúa el periodista de la Sexta– tanto a la tripulación como a los
tripulantes, mucho ánimo”. El vídeo termina con un mensaje directo a aquellos
responsables de la UE que, todavía, están a tiempo de salvar a todos estos
migrantes del Open Arms. “Ya sé que decir esto desde lejos es poco,
pero es lo único que nos queda. Por lo menos, enviaros toda la fuerza que nos
queda a los que estamos en tierra”. Antes de llegar a ningún puerto, el Open
Arms se encontró con otras 39 migrantes en el mar que se unieron a los 121 que
ya llevaba. Óscar Camps, el fundador de Open Arms, compareció ante los medios
de comunicación para hacer un llamamiento y denunciar la situación de abandono
en el Mediterráneo. “Esta Europa desmemoriada no permite que estas personas,
cuyas vidas corren peligro, puedan utilizar vías seguras [para llegar al
continente]. Si no tienen vías seguras lo que está haciendo Europa es entregar
todas esas vidas al crimen organizado, cuando simplemente podrían utilizar un
derecho que tienen”. Pidió “un lenguaje adecuado” para referirse a los
rescatados. “En aguas internacionales no hay migrantes”, declaró en rueda de
prensa, a la que también acudió el actor y activista estadounidense, Richard
Gere. Camps afirmó que Malta había accedido a que desembarcaran las 39 personas
recién encontradas en su puerto. No así las otras 121 que llevan más de diez
días esperando ser acogidas. “Esto ha generado un serio problema de seguridad a
bordo. El nivel de ansiedad de estas personas es insostenible”, advirtió.
Felipe VI recibió a Pedro Sanchez en Marivent.
Y de los migrantes y
refugiados en el Mediterráneo, pasamos a Mallorca, donde los reyes, lejos de perderse o hundirse en ese mar, acostumbran a desplazarse para promocionarse durante el
verano. “Si Villarejo estuviera en Marivent”…, tituló Aníbal Malvar el pasado
miércoles en Público. “Pedro Sánchez lleva tanto tiempo repitiendo lo mismo a
todo quisque que, a lo mejor, en su despacho con el rey en el palacio de
Marivent se le suelta el automático: ‘Majestad, le ruego que se abstenga para
no depender de nacionalistas y bla, bla, bla’. Como nuestro nuevo rey no es
nada campechano ni ocurrente –lo dicen los periodistas destinados en Casa
Real–, seguramente contestará con alguna frase institucionalmente frugal y
distraída. Es lo que tiene colocar las reuniones de más alto nivel a la hora
del vermú. Lo peculiar de esta reunión es que se produce entre un presidente en
funciones dedicado a mendigar votos blancos y un jefe del Estado que acaba de
quebrantar frívolamente la imparcialidad que le exige la Constitución. Porque
es frívolo hacer valoraciones políticas durante un posado fotográfico con las
niñas y la reina, coño. Y, además, te arriesgas a que Letizia te contradiga en
un arranque de espontaneidad, que buena es ella (…) Por su parte, Pedro Sánchez
acude a la cita con un halo de majestad que solo observan él mismo y sus más
afamados pelotas. El rey de los 123 liliputienses en minoría absolutista va
desnudo, sin un solo aliado, a tan varonil cumbre. Pero ya se le ha visto salir
airoso de otras muy procelosas situaciones. Por su instinto de supervivencia y
su talento para la inacción vocacional, Sánchez empieza a parecer abducido por
el fantasma de Mariano Rajoy, que vaga por la Moncloa con un Marca amarillento
debajo del brazo y la resaca eterna de aquellas ocho horas de moción de censura
que pasó bebiendo whisky en el restaurante Arahy, mientras en su escaño
gobernaba el bolso de Soraya Sáenz de Santamaría. No sería de extrañar, dada la
relajación con que tomamos en España la panoplia esa de la separación de
poderes, que en esta reunión vacacional Sánchez le rogara a su preciosa
majestad que intercediera ante Albert Rivera y para que facilitaran la
investidura. El vasallaje borbónico de ambos políticos de nuestra derecha está
sobradamente documentado. Inolvidable el discurso de Casado el pasado año con
motivo de la junta nacional del PP: ‘Cuando abrimos un hospital o abrimos un
colegio estamos diciendo viva el rey; cuando pagamos las pensiones o pagamos un
subsidio de desempleo, o abrimos kilómetros de AVE o de carreteras o un
aeropuerto, también decimos en gran medida un viva el rey; cuando nuestro
sistema de trasplantes salva una vida o cuando se atiende a un dependiente
también se dice viva el rey’, y le faltó añadir que cuando se encuentra un
semáforo en verde, prescriben los delitos de los tuyos o te funciona un laxante
hay que enfervorizar los vivas al rey. Aseguran los que saben de estas
palaciegas intrigas que Juan Carlos I estuvo siempre más cerca de Felipe
González y José Luis Rodríguez Zapatero que de José María Aznar y M. Rajoy. O
sea, que nuestra borbonía congracia más con los supuestamente republicanos
socialistas que con los legitimadores incondicionales de la herencia monárquica
de Franco. Sería interesante sabe si sigue siendo así. Qué pena que no ande
suelto estos días, con el morbo que nos podría dar a los españoles de
izquierdas escuchar una grabación pirata de este despacho del presidente con el
rey. Al fin y al cabo, el viejo comisario encarcelado ha sido quien más ha hecho
en España por aplicar las leyes de transparencia. A ver quién tiene ovarios a
negarlo”.
El rey recibe… ¡Qué nivel, Marivent!
Karina Sainz Borgo titula
en Vozpópuli: “El rey recibe… ¡Qué nivel, Marivent!”. Un artículo que termina:
·Así llegó el socialista a Mallorca: provisional y remendón. Dice Sánchez estar
dispuesto a reunirse con media España. Lo hace, sí: en modo pasarela, una
especie de sistema que audiencias. No habrá elecciones, insiste, pero con
Iglesias, ni a la esquina. No se mueve
una hoja en el Palacio de Marivent, pero el rey recibe, porque le toca. Traga
grueso el jefe del Estado, y no como el juego ni el micuit. Se le atraganta
todo al monarca, hasta su esposa, una consorte de sonrisa estreñida, casi tanto
como los apoyos a una legislatura con la que el muñeco de Moncloa marea la
perdiz. Erre que erre, ¡Santa María… Chivite! Iba en vaqueros Felipe VI cuando
insistió en su versión palaciega del no es no. Ni vacaciones ni ostias: ¡eah,
pues, gobierno… y cuanto antes mejor! Aquí que cada quien achique su escaño. El
problema, don Felipe, no era el posado sino el pasado, que a la Corona le
tienen ganas y a este paso las puntas de la diadema acaban romas. Que ni
pinchan ni cortan. El rey recibe. ¡Qué nivel, Marivent”.
Los reyes de 'vacaciones', en Marivent.
“Elecciones monárquicas”
titula David Torres el mismo día y en el mismo periódico: “Como cada agosto,
los españoles descubrimos que seguimos siendo monárquicos gracias a las fotos
veraniegas de la familia real. Si no fuese por esas estampas bucólicas de los
borbones en Marivent, con Felipe y Letizia posando sonrientes junto a sus
hijas, hasta podríamos pensar que somos republicanos. Pero la diferencia entre
una república y una monarquía son las fotos, especialmente las fotos
veraniegas. Un presidente, como Donald Trump por ejemplo, da la impresión de
estar de vacaciones incluso cuando está trabajando, mientras que un rey, como
Felipe VI por ejemplo, parece que está trabajando hasta cuando empieza las
vacaciones. De hecho, el curro en la Casa Real se va amontonando de tal modo
que a veces incluso el propio monarca se equivoca en estas espinosas cuestiones
de protocolo y se pone a opinar fuera de fecha sobre la formación de gobierno,
una salida de tono que le han afeado desde republicanos convictos y confesos hasta
monárquicos de lo más recalcitrante. Primero, porque no está bien que un rey
haga horas extra y siga trabajando con el bañador puesto; segundo -dicen-,
porque su trabajo en lo que respecta a estas cuestiones consiste principalmente
en callarse. Hay quien sostiene que es el rey quien debería presentarse a unas
elecciones democráticas, sin reparar en que un borbón las elecciones las
ganaría con la gorra, sin despeinarse, como si fuesen unas regatas. ‘Lo mejor
es encontrar una solución antes de ir a elecciones’ dijo Felipe VI, quien, al
igual que cualquier español, ya está cansado de ir y venir con la papeleta y de
que sus representantes hagan el tonto sin ponerse de acuerdo por un quítame
allá estos sillones. A lo mejor la solución también pasa por poner un rey
suplente en período vacacional, un rey en funciones, lo mismo que se reemplaza
al portero en una comunidad de vecinos. De momento, la vacante la podría cubrir
Revilla, quien no sólo da la nota campechana sin desentonar sino que además
llevaría sus propias anchoas a las recepciones. Pensamos que la república es un
modelo de gobierno mucho más adelantado que la monarquía y a lo mejor resulta
que estamos equivocados: de ahí que haya tantas monarquías parlamentarias en
Europa y de que los romanos, hartos de guerras civiles, decidieran cambiar la
república por un imperio que les dio grandes momentos con Octavio, Trajano y
Adriano, y otros no tan grandes, aunque igual de divertidos, con Tiberio, Nerón
y Calígula. Puede que, en Estados Unidos, también se lo estén pensando y acaben
proponiendo una dinastía, lo cual no sería muy difícil teniendo en cuenta que
ya han padecido a los Kennedy o a los Bush y que a Trump únicamente le falta
entrar en el Senado a caballo. Lo explicaba Bob el Inglés en Sin perdón, mientras
limpiaba el tren de chinos, cuando decía entre chino y chino que los
estadounidenses deberían elegir un rey y dejarse de presidentes, porque abundan
las decapitaciones, pero no hay constancia histórica de que nadie haya
disparado jamás contra un rey: la visión de la realeza haría temblar la mano
del pistolero hasta hacerle fallar el disparo. En Marivent les tiembla la mano
hasta a los fotógrafos”.
Los invitados rindieron pleitesía a los Reyes en la Almudaina, en Palma.
Entre los que recibieron
la invitación para la recepción de los reyes en Mallorca algunos decidieron
ausentarse. Se encontraba, entre ellos, el del exjuez, José Castro, encargado
de instruir el caso Nóos que llevó al banquillo a Iñaki Urdangarin y a la
infanta Cristina, la ONG Proactiva Open Arms, la actriz Rossy de Palma –todos ellos ganadores del Premio Ramon Llull 2018–
excusaron su ausencia en la recepción de los reyes en el Palacio de la
Almudaina de Mallorca. Tampoco estuvieron presentes los cargos de Podemos y
MÉS, que forman parte de la coalición de gobierno con el PSIB-PSOE en el Govern
balear y en otras instituciones. Fue el caso del vicepresidente del Ejecutivo
autonómico, el juez en excedencia Juan Pedro Yllanes, de Podemos. No obstante, los
invitados para el evento de este año fueron unos 600, estando presentes la
mayoría de ellos. Sin embargo, la tradicional recepción volvió a congregar, una
vez más, protestas contra la presencia de los Borbones en Palma. Varios
colectivos reclamaron la devolución a la ciudadanía del Palacio de Marivent,
que fue entregado por las autoridades franquistas a la familia real en 1973. La
Policía confiscó a los concentrados todos los materiales acústicos como
silbatos y megáfonos, además de pancartas y banderas republicanas e
independentistas catalanas para “invisibilizar” la protesta republicana. No
obstante, los activistas señalan que todos los materiales fueron devueltos al
final de la protesta. La actitud de la Policía en esta manifestación contrasta
con la que mantuvieron, a la misma hora y en el otro lado, los monárquicos.
La Policía confiscó banderas y pancartas en la manifestación republicana
frente al Palacio de la Almudaina.
“Allí –denuncian los
activistas antimonárquicos– los agentes no requisaron ningún tipo de material.
Manel Domenech, uno de los impulsores de este colectivo, asegura que “fue una
absoluta discriminación. En el bando monárquico se podían ver multitud de
banderas españolas”, a lo que añade que “los fachas tenían todas las
facilidades. Pero, a nosotros nos coartaron nuestra libertad de expresión,
nuestra libertad de manifestación y nuestra libertad de pensamiento”. Entre los
presentes en el “besamanos” al rey, la presidenta balear, Francina Armengol, el
del Parlament autonómico, Vicenç Thomàs, y el alcalde de Palma, José Hila,
todos ellos socialistas, Hubo, igualmente, dirigentes del PP, como su
presidente territorial, Biel Company, y de Cs, entre ellos, el diputado Joan
Mesquida y el expresidente balear y del PP, José Ramón Bauzá. También hubo
presencia del partido de extrema derecha Vox, como su portavoz en el
Ayuntamiento de Palma, Fulgencio Coll, quien fue jefe del Estado Mayor del
Ejército de Tierra con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Tampoco
faltaron los sindicatos UGT, CCOO y USO, así como investigadores,
representantes del ámbito de la sanidad, la educación y de confesiones
religiosas.
Pep Roig recuerda satíricamente su imagen incluida en la de los reyes en
Mallorca, publicada hace tres años en “Ultima Hora”, sin que las circunstancias
hayan cambiado mucho. Lo titulaba: 'Mi mujer no me deja ser líder mundial', y
decía así:
Se lo dije: ‘A partir de
ahora voy a ser el líder mundial’. Pero, como siempre, su respuesta fue
contundente: ‘Déjate de liderazgos, no quiero que la casa se me llene de
políticos que no conozco y de intelectuales pretensiosos. Tú ocúpate de las
plantas, el perro y de acabar de arreglar el gallinero’. Y es que siempre tiene
razón. Porque mi pretendido liderazgo causaría problemas de protocolo en los
anuales guateques reales en La Almudaina para que la sociedad mallorquina dé la
mano al Rey y a la reina consorte. Todo el mundo sigue la norma, de tal manera
que los invitados VIP’s más VIP’s acceden al palacio por la vía rápida por una
puerta, mientras que los VIP’s menos VIP’s tienen que formar cola en la otra.
La verdad es que nunca me invitan, pero si yo fuera el líder mundial que pretendía
tendrían que habilitar una tercera puerta, que sería la principal y exclusiva,
según el protocolo. Además, se crearía otro problema con mi asistencia. Hasta
ahora, está claro que los reyes ocupan los sitios de honor, ante el cual va
pasando la procesión de invitados, dando la mano o reverenciando. Si yo
acudiera como líder mundial me tendrían que instalar según mi categoría. ¿Antes
que el Rey? ¿Entre el Rey y la Reina? ¡Menudo follón se armaría! Así que haré
caso a mi mujer y seguiré con mi perro, las plantas, y el gallinero a medio
reconstruir. Así que el próximo año tampoco asistiré, pues no creo que al
renunciar al liderato mundial yo vaya a ser invitado, por más que sea el
presidente de la Sociedad Protectora del Humor y promotor del fracasado Museu
de l’Humor.
Arran destroza vehículos de alquiler
turístico en Mallorca.
El colectivo independista
Arran publicó un vídeo en el que critica el alquiler de coches a turistas en
Mallorca. En la grabación, se ve cómo hacen pintadas, pegan carteles, pinchan
ruedas y rompen los cristales de la luna delantera con un martillo a varios
vehículos. En su web @Arran_jovent, hace constar los más de cien mil coches de
alquiler turístico que hay en la isla de Mallorca provocan “saturación,
insostenibilidad, contaminación y convertir la ciudad en un aparador turístico.
¡El jovent passem a l'ofensiva! Con esta campaña Arran ya ha llevado a cabo
otras acciones, como el despliegue de una pancarta en La Pedrera o encadenarse
en el Consorcio de Turismo de Barcelona. En su cuenta de Twitter, Cort ha
condenado los actos vandálicos que han sufrido los vehículos por parte de este
colectivo Arran y ha defendido que los turistas “son bienvenidos en la ciudad.
Trabajamos por la convivencia y el equilibrio entre turistas y residente”, ha
añadido. Por su parte, el grupo político Vox, ha exigido al tripartido del
Gobierno balear (PSIB-PSOE, Més per Mallorca y Podemos) y a Palma que condene
“sin ninguna excusa o tibieza” el terrorismo de la entidad separatista Arran.
Ellos lo llaman “acción antiturismo” cuando para Jorge Campos, líder de Voz
Baleares, “se trata de kale borroka, la repetición en Palma de lo durante años
hizo ETA en el País Vasco. Armengol, Hila... Todos ellos deben posicionarse
frente a al terrorismo de Arran. No es casual que esto suceda cuando también
han atacado nuestra sede en Palma. El Pacto debe dejarse de complicidades.
Espero y pido que Fiscalía investigue los hechos y se castigue a los
culpables”. Campos ha lamentado que “Armengol haya pactado con los que defienden
a estos salvajes. Así es, sino que explique sus subvenciones a Valtonyc, a la
OCB, su imposición del catalán, su pasteleo con el separatismo y con los
xenófobos que culpan a los turistas de todos los males. Sí, hay que decirlo
claro: Arran son unos racistas, verdaderos nazis a los que algunos de los que
nos gobiernan aplauden”.
Para los amantes de la Luna, en la noche del 5 de agosto.
Cuando el español es acojonante.
Un café y algo más. De Cristina Morralla.
Antonio Hernández Alonso nos recuerda en
esta fotografía: “Quedaos con esta cara. Gobernador militar de Madrid en 1939.
Firmó y ordenó el fusilamiento de las 13 Rosas. Su nombre: EUGENIO ESPINOSA DE
LOS MONTEROS. ¿Os suena de algo? Su nieto hoy tiene Vox en el Congreso de los
Diputados”.
Ecorrevolición.
Esta foto es demasiado hermosa para no ser vista por todo el mundo
El Decreto de la vergüenza en dibujo.
Cuando una imagen vale más que mil palabras.
Un año después, de acoger a los migrantes del Aquarius,
a desentenderse del rescate del Open Arms
¿Qué está sucediendo con los que huyen de las guerras?
¿Por qué han frenado el trabajo de Aquarius?
Asier Sanz, premiado por esta insuperable caricatura de Trump.
El humor en la prensa de
esta semana: Peridis, Manel F, Pat, Vergara, J. R. Mora, Eneko, Atxe, Enrique,
Javirroyo…
Juegos-verano.
A confesión de parte.
La nueva politica atrasa.
La batalla del lenguaje.
Qué pasaría si.....
Dignificarse hasta la muerte.
Desigualdad, combate.
Pep Roig, desde Mallorca:
Náufragos, Bochorno (climático) persistente, El extremo manda, Los tramposos,
Perseverantes, Alosuyo, Como pollo sin cabeza…
Los vídeos de esta
semana.
Nadie quiere al Open Arms
ni a los 121 inmigrantes que viajan a bordo
Otro
barco humanitario reta a Salvini
Richard
Gere lleva alimentos al barco de Proactiva Open Arms
Impacto:
La reina Letizia asegura que está cada vez mejor en Mallorca
Esto
es lo que han liado los SEPARATISTAS para recibir a los REYES en Mallorca
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