miércoles, 4 de noviembre de 2020

Canciones críticas en castellano y duras contra EEUU.

La cuarta canción elegida entre las presentadas por Miguel Muñoz es Frijolero-Molotov,  cuya letra dice: “Subimos hacia el Norte del continente latinoamericano y nos quedamos a las puertas de EEUU. Esa frontera con México es el eje central de la canción, de 2003, de los clásicos y combativos Molotov. Recomendable el videoclip que, como la letra, trata las complicadas relaciones entre ambos países y los duros trayectos de los migrantes mexicanos. ‘Y aunque exista algún respeto, y no metamos las narices, nunca inflamos la moneda haciendo guerra a otros países. Te pagamos con petróleo e intereses nuestra deuda. Mientras tanto no sabemos quién se queda con la feria. Aunque nos hagan la fama de que somos vendedores, de la droga que sembramos ustedes son consumidores”.

Entresacamos de su larga lista, cinco canciones que reproducimos. La primera de ellas, de Ska-P, dedicada a Tío Sam. “Recurrentes han sido también las referencias de esta banda vallecana a los Estados Unidos. Aparte de esta emblemática canción, incluida en su disco Eurosis (2000), se acordaron de la famosa cadena de hamburguesas en McDollar o insistieron con sus críticas al imperio en ‘El imperio caerá’. En la canción elegida se centran en las actividades bélicas estadounidenses: ‘Tío Sam, muñeco de homicidio. Tío Sam, jugamos a matar. Tío Sam, comienza el exterminio. Tío Sam, operación Iraq. Suenan los pepinos en Bagdad, inician la ofensiva militar. La sangre ha comenzado ya a brotar”.

La segunda elegida es Barras y estrellas-Nach. En ella recuerda los “engaños, guerras, opresión, mentiras, que hicieron de los Estados Unidos de América la nación más grande de la historia. De su política... No te creas nada. Y de su ética... no te creas nada. Nación fanática... no te creas nada. Esto es América... no te creas nada”. Dura letra del rapero Nach, publicada en 2005, con referencias al “fascista de Bush”, a Aznar y Blair como “marionetas”, a sus guerras o al uso de armas por parte de su población.

La tercera es Yankees Go Home-Mago de Oz. En el primer disco de este veterano grupo, allá por 1993, se incluyó esta canción. “Poco tiene que ver el sonido que luego fue fraguándose el grupo con temas como este, más cercanos al country rock que al heavy melódico de sus grandes éxitos. Una rareza, vaya. Y con letra que dice así: ‘Es Sueño Americano, te dice, que es la tierra de la Libertad. Pero si eres rojo, indio o negro te darán por detrás. Ahora es el amo del mundo y Europa su viejo burdel. Porque es el que tiene el dinero. Y el que mueve la coté. Hamburguesas, perritos calientes, el puto evangelio en televisión. La ropa que vestimos. Todo está bajo su control. (Nosotros, No). Nos están lavando el cerebro, pero ya somos un montón, cada vez más los que decimos: Yankees Go Home”.

La cuarta canción elegida entre las presentadas por Miguel Muñoz es Frijolero-Molotov,  de la que dice: “Subimos hacia el Norte del continente latinoamericano y nos quedamos a las puertas de EEUU. Esa frontera con México es el eje central de la canción, de 2003, de los clásicos y combativos Molotov. Recomendable el videoclip que, como la letra, trata las complicadas relaciones entre ambos países y los duros trayectos de los migrantes mexicanos. ‘Y aunque exista algún respeto, y no metamos las narices, nunca inflamos la moneda haciendo guerra a otros países. Te pagamos con petróleo e intereses nuestra deuda. Mientras tanto no sabemos quién se queda con la feria. Aunque nos hagan la fama de que somos vendedores, de la droga que sembramos ustedes son consumidores”.

Y terminamos con Yankis go home-Carlos Puebla. El popular cantautor cubano nos dejó -recuerda Muiñoz-, nada más y nada menos que en 1969, esta canción sobre las simpatías que se le tenía a EEUU a lo largo del mundo. “El inglés que yo tengo es muy escaso. Es un inglés de mister y hello. Pero entiendo a los pueblos cuando exigen ¡Yankee go home!. Lo dicen en Manila y en Corea. En Panamá, en Turquía y en Japón. El clamor es el mismo en todas partes. ¡Yankee go home!”.


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