Un ex guardia civil de la Casa Real denuncia el “maltrato” de sus superiores.
Guillermo Díaz Díaz, que
llegó a prestar funciones en las secretarías de la Reina Sofía y de los
entonces Príncipes de Asturias, acaba de publicar un libro en el que relata las
presiones de sus jefes. En el mismo, denuncia, entre otras cosas, que fue “expulsado”
de La Zarzuela y trasladado a otra área de la Benemérita cuando se encontraba
de baja médica. Así lo explica Danilo Albin en Público.
Nacido en mayo de 1974, Guillermo
Díaz vive hoy fuera de España. Desde hace pocos días, su nombre ha comenzado a
aparecer en las librerías: la editorial Círculo Rojo acaba de publicar “La vida
en verde”, un trabajo autobiográfico en el que relata su experiencia vital
antes, durante e incluso después de prestar servicio a la monarquía. Lo hizo,
concretamente, durante casi 12 años, entre noviembre de 1995 y mayo de 2007. “Decidí
escribir este libro como terapia, para soltar todo lo que llevaba dentro”. Y habla
de las situaciones vividas con sus superiores. “Si algo tengo claro hoy en día
es que la inteligencia emocional de muchos de los jefes militares que tuve era
más bien limitada. Se creían en el derecho de, cuando les viniera en gana,
dejarte por los suelos sin una razón clara ni evidente. Eran paranoicos natos,
veían el mal donde no lo había o, de la nada, te montaban un pollo considerable”,
relata Díaz en su libro.
Sobre el ahora rey Felipe
VI destaca que había “un trato distante”. “Él estaba criado para ser príncipe y
futuro rey. Por mucho que quisiera –continúa– había una barrera entre él y los
que trabajábamos allí”. A lo largo del libro, Díaz vuelve a citar en distintas
ocasiones las situaciones de presión que, según describe, ejercían sus jefes
militares en la Casa Real. En tal sentido, alude a las “broncas sin motivo” o
las “apretadas de tuerca individuales o colectivas” en las que “más veces de
las que serían deseables” se vio involucrado y que venían, asegura, de las “retorcidas
imaginaciones de estos jefes”.
En mayo de 2007, Díaz se
enteró por un compañero que había sido publicado su traslado a Asuntos
Generales de la Dirección General de la Guardia Civil había sido publicado. “Los
cobardes de mis jefes, alegando que, durante esta baja médica no había
aparecido por el trabajo (...), decidieron pasarme a otro destino fuera de la
Casa Real, sin decirme absolutamente nada”. “Creo que se cometió conmigo una
injusticia enorme. Uno no elige estar enfermo, eso os lo aseguro y, si no
tienes ya bastante dolor, ahí te va un poco más. Cualquier fuero de cualquier
trabajador fue vilmente manoseado y pisoteado en aquel acto fullero y traidor.
Nadie me dijo absolutamente nada. Casi 12 años de servicio y dedicación no
servían para nada”.
Su retiro del cuerpo se
produjo en marzo de 2010. Un año después empezó a escribir el libro que retomó
en plena pandemia y que ahora acaba de ver la luz.
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