Vox rompió la convivencia en Vallecas “para sacar rédito electoral”.
El líder de Vox, Santiago Abascal, y la candidata del partido a la presidencia de Madrid, Rocío Monasterio.
Los expertos consideran
que este acto le ha servido a Vox para dejar de “estar fuera de juego” en la
precampaña. El tejido social del barrio madrileño lamenta la presencia de la
formación de extrema derecha y entre los vecinos hay sentimientos encontrados.
Danilo Albín escribe en Público: “Ni el incumplimiento del metro y medio de
distancia social, ni los evidentes riesgos de seguridad ciudadana, ni la
ausencia de permisos municipales. Tanto la Delegación de Gobierno en Madrid
como los efectivos de la Policía Nacional desplegados en el acto de Vox en
Vallecas evitaron tomar medidas para impedir el mitin de la formación
ultraderechista, que carecía de autorización para celebrar un evento de esas
características. En su lugar, los agentes dirigieron su atención hacia las
personas concentradas en la zona, contra las que cargaron. También hubo
agresiones a periodistas que cubrían el evento”.
Juanlu Sánchez lo recuerda
en Aldía: “Seguimos con la resaca del mitin de Vox en Vallecas. El partido de
extrema derecha ha arremetido contra la prensa por publicar que Abascal tuvo un
comportamiento irresponsable al traspasar el cordón policial y encararse con
los manifestantes antes de que comenzaran los altercados. La misma crónica de
ABC lo reconocía: ‘Volaron adoquines y botellas de litronas, choques cuerpo a
cuerpo, caídas y golpes en la ‘plaza roja’ de Vallecas. Pero, aunque hay
responsabilidades compartidas, la de algunos fue encender la mecha. ‘Si Abascal
no hubiera hecho de policía tal vez no habría 21 agentes heridos’, sostienen
fuentes policiales consultadas por ABC. La afirmación se basa en lo que ocurrió
y lo que vivieron esos funcionarios.” ¿Qué hacía Vox en Vallecas? Seguir una
estrategia que no es nueva. Mírate el análisis de los expertos en la extrema
derecha de Alemania, Francia o Italia: organizar actos en lugares poco afines
es una estrategia común de estas formaciones con el objetivo de acaparar la
atención mediática y, en ocasiones, mostrarse como víctimas de la izquierda.
Laura Galaup y Ana Ordaz señalan
en ElDiario.es: “Vox eligió un barrio obrero para reaparecer y lanzar su
campaña para las elecciones del 4 de mayo. Con unos pronósticos electorales que
le auguran peores resultados que los cosechados hace dos años e Isabel Díaz
Ayuso acaparando gran parte de sus votos, la formación de extrema derecha optó
el miércoles por programar su primer acto en Vallecas. La convocatoria movilizó
a centenares de vecinos y a miembros de colectivos antifascistas. ‘Fuera
fascistas de nuestros barrios’ fue un grito que resonó en la plaza de la
Constitución del distrito madrileño, en la que Rocío Monasterio y Santiago
Abascal tomaron la palabra para cargar contra la inseguridad en los barrios y
la inmigración ilegal. El acto, que convocó a más manifestantes que seguidores,
terminó con varias cargas policiales, una vez que Santiago Abascal, molesto por
que la protesta no dejaba oír sus soflamas, decidió acercarse junto a su equipo
de seguridad a los manifestantes. Ahí se produjo la primera carga de los
antidisturbios y se desencadenó una batalla campal. Resultado: cuatro
detenidos, un agente herido y otros 17 con contusiones, por lanzamientos de
botellas, piedras y otros objetos. Vox añade a esa lista a un diputado suyo,
que según el partido tuvo que ser atendido en el hospital por una pedrada en
una mano”.
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