sábado, 10 de abril de 2021

Vox rompió la convivencia en Vallecas “para sacar rédito electoral”.

 

El líder de Vox, Santiago Abascal, y la candidata del partido a la presidencia de Madrid, Rocío Monasterio.

Los expertos consideran que este acto le ha servido a Vox para dejar de “estar fuera de juego” en la precampaña. El tejido social del barrio madrileño lamenta la presencia de la formación de extrema derecha y entre los vecinos hay sentimientos encontrados. Danilo Albín escribe en Público: “Ni el incumplimiento del metro y medio de distancia social, ni los evidentes riesgos de seguridad ciudadana, ni la ausencia de permisos municipales. Tanto la Delegación de Gobierno en Madrid como los efectivos de la Policía Nacional desplegados en el acto de Vox en Vallecas evitaron tomar medidas para impedir el mitin de la formación ultraderechista, que carecía de autorización para celebrar un evento de esas características. En su lugar, los agentes dirigieron su atención hacia las personas concentradas en la zona, contra las que cargaron. También hubo agresiones a periodistas que cubrían el evento”.

Juanlu Sánchez lo recuerda en Aldía: “Seguimos con la resaca del mitin de Vox en Vallecas. El partido de extrema derecha ha arremetido contra la prensa por publicar que Abascal tuvo un comportamiento irresponsable al traspasar el cordón policial y encararse con los manifestantes antes de que comenzaran los altercados. La misma crónica de ABC lo reconocía: ‘Volaron adoquines y botellas de litronas, choques cuerpo a cuerpo, caídas y golpes en la ‘plaza roja’ de Vallecas. Pero, aunque hay responsabilidades compartidas, la de algunos fue encender la mecha. ‘Si Abascal no hubiera hecho de policía tal vez no habría 21 agentes heridos’, sostienen fuentes policiales consultadas por ABC. La afirmación se basa en lo que ocurrió y lo que vivieron esos funcionarios.” ¿Qué hacía Vox en Vallecas? Seguir una estrategia que no es nueva. Mírate el análisis de los expertos en la extrema derecha de Alemania, Francia o Italia: organizar actos en lugares poco afines es una estrategia común de estas formaciones con el objetivo de acaparar la atención mediática y, en ocasiones, mostrarse como víctimas de la izquierda.

Laura Galaup y Ana Ordaz señalan en ElDiario.es: “Vox eligió un barrio obrero para reaparecer y lanzar su campaña para las elecciones del 4 de mayo. Con unos pronósticos electorales que le auguran peores resultados que los cosechados hace dos años e Isabel Díaz Ayuso acaparando gran parte de sus votos, la formación de extrema derecha optó el miércoles por programar su primer acto en Vallecas. La convocatoria movilizó a centenares de vecinos y a miembros de colectivos antifascistas. ‘Fuera fascistas de nuestros barrios’ fue un grito que resonó en la plaza de la Constitución del distrito madrileño, en la que Rocío Monasterio y Santiago Abascal tomaron la palabra para cargar contra la inseguridad en los barrios y la inmigración ilegal. El acto, que convocó a más manifestantes que seguidores, terminó con varias cargas policiales, una vez que Santiago Abascal, molesto por que la protesta no dejaba oír sus soflamas, decidió acercarse junto a su equipo de seguridad a los manifestantes. Ahí se produjo la primera carga de los antidisturbios y se desencadenó una batalla campal. Resultado: cuatro detenidos, un agente herido y otros 17 con contusiones, por lanzamientos de botellas, piedras y otros objetos. Vox añade a esa lista a un diputado suyo, que según el partido tuvo que ser atendido en el hospital por una pedrada en una mano”.

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