martes, 17 de junio de 2008

17 de junio. (Y II) El Gobierno argentino se cierra en banda.

Néstor Kirchner, presidente del Partido Justicialista, apoyando a su esposa, la Presidenta.

Angelo de Angelis, el productor más duro, según la Casa Dorada.


Continúan en Argentina las jornadas de alta tensión con cortes de carreteras y desabastecimientos, forcejeos, manifestaciones, contra-manifestaciones y cacerolazos. La clave de este conflicto, que empezó hace casi cien días, radica en el aumento de tributos a las ventas externas de soja, mediante el cual el Gobierno pretende apropiarse de la renta extraordinaria generada por los altos precios internacionales de la leguminosa. Los productores consideran confiscatoria la medida peronista. El cultivo de soja ocupa la mitad de la superficie productiva del país y es la principal fuente de divisas del sector agropecuario. Según estimaciones oficiales, la medida quitará a los “ruralistas” un margen de ganancia de 800 millones de dólares en 2008 y unos 1.300 en 2009. Cristina Fernández prometió destinar esos fondos a escuelas, hospitales y caminos. Pero, un 32,6 por ciento de una encuesta divulgada por la Universidad Abierta Interamericana no considera nada probable que los recursos sean destinados a este fin.

Los “ruralistas”, quejosos de ser los únicos que aportan a ese fondo, deciden volver a bloquear las carreteras en señal de protesta. Y dejan sin mercancía a las ciudades del interior. La capital podría quedar sin los alimentos básicos para hoy. El ex presidente y esposo de la presidenta Fernández, al frente del Partido Justicialista, ordenó una movilización de sus cuadros, jóvenes militantes de las Juventudes Peronistas, que desalojaron violentamente a los manifestantes concentrados ante la Quinta de los Olivos, sede presidencial argentina. Kirchner. E intentó recuperar la bonaerense Plaza de Mayo, sumándose a los simpatizantes del Gobierno allí concentrados. Al mismo tiempo, la Casa Rosada sigue investigado sobre Alfredo de Angelis,"el más duro de todos, si se le encuentran algunas manchas en su pasado". La operación levantada contra él parece ser parte de una guerra sucia que puede complicar aún más el panorama. Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria, denuncia la manera de gobernar de Cristina Fernández, habiendo convertido el Congreso en “la notaría que se limita a constatar lo que el Gobierno dice”. Y Francisco Narváez, diputado opositor, está convencido de que los Kirchner gobiernan en estado de emergencia cuando no lo hay.

“Está claro –declara Kirchner, preocupado por la situación– que el problema no es económico. Lo que quieren discutir es el poder". Seis meses después de que Cristina Fernández le sucediera, teme que el poder concentrado en sus manos se tambalee y arremete contra los agricultores y camioneros que provocan las protestas. Refiriéndose al gasoil subsidiado, dice que es una de las medidas del Gobierno que favorecen al campo. Y utiliza como ejemplo lo que ocurre en la Península Ibérica. "Fíjense en lo que pasa en España –alega Kirchner , en referencia al paro de camioneros por el aumento en los precios del combustible–. Estoy seguro que nuestro amigo Zapatero va a tomar alguna decisión parecida a la nuestra, aunque no le guste a los mismos que acá".

Argentina sigue siendo un país rico. Como tercer productor de soja, podría alimentar con ésta a toda su población. Sin embargo, un porcentaje muy elevado está por debajo del nivel de la pobreza. “¿Cómo un país rico como Argentina –se pregunta Antonio Tello, en su ‘Historia breve de Argentina‘– puede ir a la quiebra?”. Un libro que recomiendo encarecidamente para entender la situación de este país sudamericano.

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