domingo, 23 de agosto de 2009

Hay que cambiar la cara a España, pero sin filtraciones.


España se siente hoy pionera en avances médicos e impresentable en filtraciones. Lo acaba de demostrar la operación dirigida por el cirujano en cirugía constructiva, Pedro Cavadas. Fueron quince horas con un paciente del Hospital La Fe, de Valencia. Y unos segundos de deslizamientos ideológicos, provocados por la vanidad y ampliados por la prensa.


Doctor Cavadas.

“Si todo va como hasta ahora –declaraba el cirujano– podremos hablar de éxito”. Cuarenta y ocho horas después de practicar el primer trasplante de cara en España, aparecía el doctor, acompañado de un equipo de cerca de treinta personas. Por primera vez en España y en el mundo, se había transplantado la mandíbula, la lengua y la parte superior del cuello de un paciente. Era uno de los ocho trasplantes de cara llevados a cabo en el mundo: cuatro, en Francia; dos, en Estados Unidos; uno, en China y el último, en España. El equipo del doctor Cavadas, ya realizó otra operación pionera, en noviembre de 2008: trasplantó los dos brazos a un hombre de 28 años. Pero este era el caso más importante realizado en España. Había reimplantado a un paciente (un canario de 43 años, según se publicó, con una gran afección facial, tras haber recibido radioterapia por un cáncer de mandíbula), tejidos faciales de otro donante quien, por las primeras informaciones publicadas en medios sedientos de esta noticia, era de origen escandinavo, de 35 años, y víctima de un accidente de tráfico.


Manuel Cervera, conseller valenciano de Sanidad, uno de los que deberían haber garantizado máxima confidencialidad… La filtración lamentable de pelos y señales del donante, provocaron el infeliz deslizamiento.


Para Manuel Cervera, conseller valenciano de Sanidad, uno de los primeros en asegurar que el paciente evolucionaba favorablemente aunque sería necesario esperar a las próximas 24 ó 48 horas para ver cómo seguía el postoperatorio, era “un honor y una satisfacción” poder contar en la Comunitat Valenciana “con un equipo dirigido por el doctor Pedro Cavadas”, que estaba realizando “una serie de cirugías novedosas, espectaculares y excepcionales”. Sin embargo, el éxito profesional de la operación no estuvo al nivel de la ética requerida en este caso. La publicación de datos del donante por parte de Sanidad desató fuertes críticas. Según Cavadas, el paciente, en un plazo entre seis y ocho meses, podría hacer “vida más o menos normal”. Pero el doctor fue uno de los primeros en quejarse amargamente de las filtraciones producidas de determinados “detalles sensibles” tanto del paciente como del donante, lo que calificó de “intolerable”. Lamentó “la violación a la intimidad” producida al difundir datos del donante. Y señaló: “Decir que su familia está molesta es un eufemismo y me consta que están preparando acciones legales”.


Rafael Matesanz, coordinador de la Organización Nacional de Transplantes.


La Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética estimó que, “una vez abierto el camino, España podría realizar 10 ó 12 trasplantes de cara al año. Rafael Matesanz, coordinador de la Organización Nacional de Trasplantes, se mostró preocupado por el hecho de que “Sanidad haya filtrado a la prensa datos de donante y receptor”, muchos de ellos inexactos, ya que la ley “exige privacidad” y “no es un buen ejemplo para las familias de futuros donantes”. Su jefe del servicio médico, Gregorio Garrido, consideró que “no es momento para buscar responsables”, pero el hecho es que se filtraron muchos de sus datos. Se difundió la nacionalidad del donante, su ocupación, su situación familiar, sus aficiones deportivas. Y se vulneró el Real Decreto 2070 de 1999, que dice: “No podrán facilitarse ni divulgarse informaciones que permitan la identificación del donante y del receptor de órganos humanos”. Las filtraciones del Ministerio de Sanidad y la Consejería dieron lugar a una autocrítica, aunque un poco tarde.


Cirujanos, en plena operación de reconstrucción de cara.


Medicalmente, España consolida su liderazgo en materia de trasplantes y donaciones de órganos, gracias al modelo afianzado por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Según los últimos datos del Registro Mundial de Trasplantes, en 2008 se realizaron un total de 3.945 gracias, en parte, a que es el país con la tasa más alta de donantes por millón de habitantes (34,2) de todo el mundo, superando en más de diez puntos la tasa media europea y la de otros países punteros en esta materia, como Estados Unidos. Según Matesanz, la Comisión Europea diseñó un plan de acción similar al modelo español, tratando de impulsar esta terapéutica y mejorando la tasa de donación en los 27 países de la UE. El trasplante más habitual sigue siendo el de riñón (2.229 en este último año), seguido del de hígado (1.108), corazón (292), pulmón (192) y páncreas (110). No obstante, pese a este liderazgo, Matesanz reconoce que “todavía existe margen de mejora” como prueba el hecho de que la tasa de trasplantes y donaciones continúa subiendo a pesar del “espectacular descenso” de los accidentes de tráfico, una de las principales fuentes de suministro de donaciones hasta el momento.


El cambian de rostro.


Los trasplantes de cara son controvertidos por los riesgos que conllevan porque se realizan para mejorar la calidad de vida del paciente y no por razones imperiosas de salud. Un equipo de cirujanos de Ohio (norte de EE.UU.) reemplazó, a mediados de diciembre del 2008, el 80% de la cara de una mujer. Primera operación de esta clase en Estados Unidos y cuarta, realizada con éxito en el mundo. “Una cosa –dijo Arthur Caplan, especialista en bioética en el canal de noticias CNN– es andar por la vida con un rostro terriblemente deformado, destrozado, herido. Otra, es perderlo en un experimento fallido”. Si el trasplante falla, el paciente “no podrá respirar o comer y tendrá que hacer todo artificialmente”. Carson Strong, profesor de valores y ética en la Universidad de Tennessee College of Medicine, también se manifestó preocupado por los potenciales peligros de un rechazo del trasplante. “Si el injerto falla –comentó– se puede decir razonablemente que el paciente estará mucho peor entonces de lo que estaba antes de que se intentara el trasplante”.


La francesa Isabelle, atacada por un perro, fue la primera persona en el mundo en recibir un transplante de cara.



La norteamericana Conni Culp, recibía el pasado mayo un trasplante de su rostro.


El primer trasplante parcial de cara fue realizado en 2005, en Amiens, Francia. El rostro de la paciente, Isabelle Dinoire, de 38 años, había sido desfigurado por su perro. Dos días después de una complicada operación, se miró en el espejo y el cambio le gustó. En 2006, un chino de 30 años se sometió a otro trasplante facial, incluyendo la conexión de venas y arterias, la reconstrucción de la nariz, los labios y los senos faciales. Su cara había quedado destrozada por un oso mientras buscaba una oveja perdida. Y a principios de mayo del 2009, Connie Culp, de 46 años, gesticulaba con su nuevo rostro para conseguir algo parecido a una sonrisa. Era la primera paciente en recibir un trasplante de cara en Estados Unidos, y la cuarta del mundo. Fue en la clínica de Cleveland, el primer hospital estadounidense que aprobaba el procedimiento.

Con el avance de la cirugía estética, hoy en día es más factible cambiar de cara que de pensamiento. No es fácil descubrir lo que esconde el cerebro si uno se empeña en reflejar lo contrario. Que se lo pregunten sino a los investigadores de las filtraciones de la Comunidad de Madrid. Cierto que los actos reflejan mejor el pensamiento que las ideas. Los gestos son la mejor forma de expresarlas, aunque no los únicos. Pero ¿qué sucede cuando, por un accidente de la vida, uno pierde parte de su rostro y se dispone a recuperarlo con la cara de otra persona que acaba de morir? La operación de unos cirujanos especializados acaba de darnos la respuesta. Y nos demuestra que uno puede vivir, al menos unos días, semanas y tal vez años, con la cara de otra persona, más de buen ver que la propia. Los políticos han sido los primeros en aprender la lección. Sobre todo, los de la derecha, que aprendieron a sacar su un rostro más atractivo, el que atrae a más votantes, y a esconder el verdadero. Pero también los de la izquierda, a quienes a veces les interesa más poner otra cara, la que les permite ganar elecciones, sin necesidad de cambiar todo un programa un tanto ambiguo. Y, en ese cambio continuo de unos y de otros, se nos escabulle una España desconocida y escurridiza.


Schürmann, el primer arquitecto de Palma Arena.


En Mallorca se habla de otro transplante, el del velódromo Palma Arena, diseñado gracias a un dinero oficial que pasó de unas a otras manos, parte del cual desapareció de la manera más sibilina. Ralph Schürmann, el diseñador alemán que lo ideó, rompió esta semana su silencio desde Münster y aseguró que no existe en el mundo una sola instalación de semejantes características que haya salido tan cara como la de Mallorca. Despedido en el 2006 por orden del ex president Matas, Schürmann califica de “chiste malo” el coste de la instalación deportiva y se defiende con ironía de las críticas de políticos, arquitectos e ingenieros de derecha, imputados en el supuesto caso de corrupción: “Es la excusa más facilota –asegura– que han podido encontrar. Pobre intento”. Y se pregunta por qué los imputados se sorprenden de su actuación, cuando fue supervisada desde el principio. “A Luis García-Ruiz le colocó personalmente el señor Matas para ´observar´ mi trabajo. ¿Por qué se queja ahora de las deficiencias de mi trabajo? ¿Acaso no cumplió su tarea [de control]?”.


El submanrino amarillo, de los Beatles.


En el caso de los transplantes artísticos, cabe hablar del “Submarino amarillo”. Los estudios Disney y el cineasta Robert Zemeckis producirán una versión en tres dimensiones de la película de animación de los Beatles, “Yellow Submarine”, con fecha de estreno para 2012, coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Londres. Zemeckis, director conocido por sus apuestas en películas como “Forrest Gump” (1994), la saga “Regreso al futuro” o “Beowulf” (2007), utilizará en “Yellow Submarine” la tecnología de “live action” en 3D, empleada para su próximo proyecto navideño, “A Christmas Carol”. Tendrá acceso a 16 canciones del grupo británico para componer el argumento de la cinta. La historia de la película original, dirigida por George Dunning, estaba ambientada en el Pepperland, un paraíso submarino protegido por Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, hasta que esa banda fue capturada por los Blue Meanies, que aborrecían la música. Un entuerto que tendrán que deshacer los Beatles en su submarino.


El presentador israelí, Dudú Topaz.


Dudú Topaz, el presentador más popular de la televisión israelí en los últimos 20 años, acusado de ordenar palizas a directivos de televisión, se ahorcó en la ducha de la celda en la que se encontraba desde hace unos meses. Desde hacía semanas, todos los diarios, radios y páginas de Internet israelíes sólo hablaban de su detención. ¿El motivo? Ego y frustración por pasar de indiscutible rey de las audiencias y todopoderoso comunicador a un hombre sin programa ni gloria. Una “fatalidad” que achacaba a los agredidos. Cuando la tele le abandonó, cayó en una profunda depresión. Intentó convencer al mundo que le siguieran queriendo. Con unas ganancias acumuladas de 20 millones de dólares y los programas de mayor audiencia de la historia del país, Topaz había protagonizado sonoros escándalos, delante y detrás de la cámara. En 1995, atacó al periodista que había criticado su programa. Tras confesar un consumo de drogas, intentó en vano volver a ser Topaz el rey de la tele. “Una carrera tan espectacular –escribió un comentarista– sólo podía tener un final así. Ha conseguido volver a los titulares”.


Territorio Vergara nos muestra las vacaciones de los grandes, viñetas aparecidas en “Público”: Barak Obama, Mel Celaya, las vacaciones de Benedicto XVI y las de Berlusconi





Helge Scheneider se burla en la película Mein Fürhrer, parodia alemana del Tercer Reich, en la que los alemanes se ríen del las heridas del nazismo.



La islita del náufrago.



Mariano, tomando el sol.



Por último, Pep Roig nos presenta cinco de los dibujos de esta semana elaborados por él: Agotamiento, Clases sociales, Mantenella y no enmendalla, El negocio turístico y Blanco pide que suban los impuestos a las rentas más altas.







Derechil, el primer comprimido dedicado específicamente para los desordenes ideológicos provocados por el exceso de bienestar...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo primero que deberá hacer el transplantado de cara -como quien se cambia de domicilio- será sacarse un nuevo DNI, aportando fotos recientes que identifiquen y hagan corresponder su rostro con la identidad. -Después podra ir a comprar el pan y el periodico si lo desea, o ir al cine.- A partir de ahí es público y notorio quien tenía antes esa cara y quien la lleva ahora. El DNI - es decir la policia- es la filtración inevitable.
chiflos.