martes, 29 de mayo de 2012

Bankia, un plato muy difícil de cocer.


El grupo financiero BFA-Bankia ha pedido al Estado español una ayuda pública de 19.000 millones de euros, que se sumará a los 4.465 ya inyectados, en lo que supone el rescate más caro de la historia financiera de España. El agujero de Bankia nos costará 23.500 millones de euros a fondo perdido, casi cuatro billones de las futuras pesetas. Son 457 euros por español: niños, pensionistas y parados incluidos. El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, nos advierte de la no devolución del capital y de la prioridad del nuevo equipo gestor de la entidad en hacer “una gestión eficiente, austera y transparente que genere valor”. La mejor manera de que el Estado, “cuando lo considere oportuno y mediante el mecanismo que desee”, pueda vender las acciones que va a tomar en Bankia “al mayor precio posible con el consiguiente beneficio para los contribuyentes”.

No obstante, el PSOE reclama transparencia sobre la mala gestión de Bankia y vuelve a pedir responsabilidades. Advierte de que la nacionalización de la entidad “se ha hecho tan mal”, y que el proceso “va a contaminar” al resto del sistema financiero español. Y Óscar López, secretario de Organización, denuncia que nadie del Gobierno haya explicado cómo se ha llegado a la situación actual e incide en que su partido va a pedir “transparencia” para saber quiénes son los responsables de esa “mala gestión” y garantías para que los recursos aportados por el Estado “no tengan un coste para los ciudadanos”.

El titular de Justicia, Ruiz-Gallardón asegura que la crisis de Bankia se está abordando con la mayor transparencia, oponiéndose, no obstante, a la posibilidad de que, hoy por hoy, se abra una comisión de investigación en el Congreso para explicar públicamente cuál ha sido la gestión de la institución que solicita una dotación pública de 19.000 millones adicionales. “Se hará en el momento oportuno”, dice el ministro, quien cree que, con ello, se pondría poner en juego la credibilidad del sistema financiero, en el punto de mira de los mercados. Y Rajoy descarta una comisión de investigación sobre Bankia.

Por su parte, Adicae (Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros) califica de “tomadura de pelo” las explicaciones de Goirigolzarri y denuncia que haya “minimizado” la importancia de la reformulación de las cuentas de 2011 y no mencione a los pequeños accionistas. Adicae asegura que la intervención del nuevo e “ilegítimo” presidente de Bankia “constituye una auténtica tomadura de pelo hacia los cientos de miles de depositantes reconvertidos con engaños en pequeños accionistas”, que sólo interesan “por su capacidad para tapar los agujeros de la empresa”. Critica que haya recurrido a “una infinidad de eufemismos y mentiras”, como asegurar que los 19.000 millones de euros solicitados al Gobierno, que, sumados a los 4.465 que ya ha recibido (al convertir en acciones el préstamo concedido por el FROB hace dos años), supondrán una inyección pública de más de 23.500 euros y “no son ayudas, sino capital”. E “insta a la nulidad” de la salida a Bolsa de Bankia y a la “devolución íntegra a los pequeños accionistas de las cantidades desembolsadas”, si la entidad modifica las cuentas del ejercicio pasado.

Bankia, un plato para Arguiñano, muy difícil de cocer.

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