domingo, 5 de enero de 2014

2014, año nuevo, vida vieja.

 

Éste es, según Lucas León Simón en su web, el último monólogo íntimo de Mariano Rajoy antes de terminar el año y tropezarse con la realidad: “Debo ir con cuidado. Ahora tengo que dar la rueda de prensa y se me van a tirar a degüello con el registro en la sede y con la Ley del Aborto. Procuraré ni nombrarlos, pero me lo preguntarán. A lo mejor tengo suerte y no me preguntan por Bárcenas. Ya me he aprendido lo que tengo que decir. Pedro (Arriola) me lo ha repetido hasta la saciedad. Ya casi no hay crisis. Estamos remontando. El 2014 va a ser la hostia. De creación de empleo, de actividad económica, de exportaciones…Nadie se lo va a creer, pero ‘nuestra’ prensa nos salvará la cara. No se puede olvidar que no debo hablar del desempleo porque me han filtrado que la EPA de enero va a ser de escándalo, más de seis millones. Y tengo que eludir la más mínima referencia a la congelación por segunda vez en mi mandato del salario mínimo. Me ha dicho Álvaro (Nadal) que diga que el cuarto trimestre del 2014 se puede crear algo de empleo, él tampoco se lo cree pero hay bastantes meses por medio y, cuando llegue, nadie se acordará que lo he dicho ahora. ¡En menudo embrollo me van a meter Pedro (Arriola), Alberto (Gallardón) y el cardenal! Me han dicho que de cara a las europeas de mayo es bueno integrar a los ultras y se han sacado una ley que parece de Trento... Un guiño tipo Cifuentes para que los más incautos se crean que no somos fachas contumaces. Que lo somos. Pero es que vota mucha gente. En cuanto a Cataluña, mucha mano dura. ¡Al enemigo ni agua! Este tema puede ser nuestra salvación electoral de las próximas convocatorias electorales. Esto debe dar mil veces más votos que el tema de Gibraltar, que Margallo volverá a sacar este verano. Le tenemos que pegar el milonganzo secesionista a los castellanos, leoneses, manchegos, mesetarios y señoritos fachas andaluces. A lo mejor hay que contratar a Manolo el del bombo. ¡Mucha España, banderas, toros y tricornios! Arturito se va a cagar las patas abajo. Lo malo es que luego, para poder gobernar otra vez, tenga que llamarlos a la Moncloa. Bueno, le diré que yo hablo catalán en la intimidad, a ver si cuela. Tengo que agradecer el esfuerzo de todos para esta ‘recuperación inminente’, pero sin pasarme, no sea que no nos den mérito alguno a nosotros, que hemos hecho tanto, aunque me parece que Cristóbal se está pasando con tanta amnistía y perdonando multas. ¡Y la Fiscalía del Estado! ¡Vaya chollo! ¿Dónde íbamos a encontrar mejor defensa para nuestros muchos chorizos? Y barata. Pagan las arcas de lo que los pringaos llaman ‘El Estado’. Tengo que hablar bien del Borbón, pero no sé cómo. Y en estos momentos a Leticia se le ocurre abortar. Que no se me olvide que ni de lejos puedo hacer referencia a que la Justicia es igual para todos. Bueno, al toro. ¡Joder, cómo se pusieron con lo del plasma! ¡Con lo cómodo que era! ¡Y a mí, que lo que realmente me gusta es ‘trotar’ en Pontevedra!

“Un Gobierno canallesco”, titula Cive Pérez en su Carnet de Paro. “Se trata de la última del Gobierno de Rajoy que ha terminado el año congelando el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), uno de los más bajos de la Unión Europea. La medida no tiene ningún sentido  económico. Ni ayuda a la reducción del déficit. Sólo expresa la baja estatura moral de un Gobierno formado por auténticos canallas. Alguien me comentó hace poco su impresión de que cualquiera de los actuales miembros del Gobierno podían muy bien haber sido ministros del sanguinario dictador Francisco Franco. El comportamiento y hechos de los distintos personajes de este gabinete ministerial parecen corroborar esa observación. Hace poco escribí aquí que no todos los votantes del PP son fascistas, pero que no iría del todo descaminada la hipótesis de que los fascistas que hay en España están dentro del Partido Popular. Hoy apuntalo esa opinión afirmando, con plena rotundidad y convicción, mi sentimiento de que estamos en manos de un Gobierno canallesco, o si se prefiere, formado por canallas. Es decir, por gente baja, ruin, despreciable y de malos procederes, según define el DRAE a esta ralea. Porque cada actuación, cada medida y cada manifestación verbal de estos ministros es una auténtica canallada, un insulto a la dignidad ciudadana, un fraude a la mayoría de sus propios votantes y una agresión a los derechos y condiciones de vida de las personas más débiles de nuestra sociedad.  En este sentido, también hace dos años escribí en este cuaderno que la congelación del Salario Mínimo Profesional era la primera canallada cometida por el Gobierno de Rajoy. Canallada en la que persevera el último consejo de ministros celebrado en 2013, que ha vuelto a congelar el SMI. Escribía entonces, que da la puñetera casualidad de que el Salario Mínimo Interprofesional no es un gasto que afecte a los presupuestos del Estado, como es el caso del Iprem. No hay policías, soldados, maestras, jueces, catedráticas, médicos, enfermeras, parlamentarios, reyes... y resto de profesiones a sueldo del Estado retribuidos con una paga tan humilde como el SMI. Un nivel salarial que perciben sólo alrededor de 135.000 personas empleadas en el sector privado. Por lo tanto, la congelación del SMI no contribuye a la reducción del déficit público. Responde, única y exclusivamente, a esa miserable opción ideológica que impregna al Partido Popular en el sentido de que no deben existir salarios mínimos.
Por si pudiera interesar a alguien, el resto del artículo mantiene plena vigencia. Sólo el profundo asco que me inspira esta banda canallesca que nos extorsiona (decir 'gobierna' sería inexacto) se ha incrementado hasta la enésima potencia”.

Según A. R., de ElPlural.com, la ‘Marca España’ ha caído en picado desde que el PP llegó a La Moncloa. Frente a los esfuerzos del Gobierno de vender brotes verdes y de proclamar que ya hemos salido de la crisis, el informe anual de Brand Finance, que evalúa las marcas de los diferentes países, España no solo empeoró nota en el 2.012, primer año de Gobierno de Rajoy, sino que la empeoró aún más el segundo año de Gobierno del PP. Según el informe Brand, la ‘Marca España’ se ha situado al finalizar 2.013 entre las diez del mundo que más valor pierden. La penosa promoción de la ‘Marca España’ que está haciendo el Gobierno, con el ministro de Exteriores García Margallo al frente, pasa factura, además de las escalofriantes cifras del paro y la crisis. El Gobierno organizó dos actos de promoción de la ‘marca España’, uno en Bruselas que consistió básicamente en una representación de flamenco a la que se llevaron desde España a personajes de la prensa del corazón, como la modelo Nieves Álvarez. En el segundo, se montó un autobús que recorría España, cuando lo lógico es suponer que la ‘Marca España’ debe promocionarse en el extranjero y no aquí. El valor de la marca ha caído un 20% respecto a 2.012, año en el que Brand Finance la valoró en 908.000 millones de dólares para rebajarla a 725.000 millones en 2.013. La caída de la ‘Marca España’ roza lo humillante al quedarnos fuera del Top Ten del turismo, es decir que ya no nos incluyen entre los 10 primeros mejores destinos turísticos del mundo. En el top ten del turismo aparecen, por este orden: Tailandia, Malasia, Austria, Nueva Zelanda, Suiza, Singapur, Estonia, Portugal, Emiratos Árabes y Australia. La clasificación general por valor conjunto de las marca país la encabeza Estados Unidos, con un valor de 17,9 billones de dólares (España no llega, ni de lejos, al billón) y el segundo lugar es para China, con su marca valorada en 6,9 billones de dólares (menos de la mitad que USA). El tercer lugar es para Alemania (4 billones de dólares), seguida por Reino Unido (2,3 billones), Japón (2,2), Francia (1,9 billones de dólares), Canadá (1,8), Brasil (1,4), India (1,3) y Australia (1,2). Europa no sale mal parada con tres países en el Top Ten, pero España ha bajado cinco puestos en un año, del 13 al 18, puesto que compartimos con países como Marruecos, Bosnia y Chipre.


Qaesar tilda a Rajoy, además de miserable, cobarde. “El presidente que no se iba a esconder, el que iba a dar la cara ha resultado ser un tipo que no se atreve a comparecer en solitario más que a final de año, y para hablar de humo. El presidente que iba a llamar a las cosas por su nombre no osa siquiera a pronunciar la palabra que preocupa a buena parte de los gobiernos europeos y que está presente en las conversaciones de media España. Hace lo mismo que hacía Zapatero con el término 'crisis', hasta que se lo tuvo que tragar a paladas. Es posible que le pase lo mismo a Rajoy. Gallardón será un despreciable misógino de sacristía, pero al menos defiende su ley. Con barbaridades propias del siglo XIX, pero la defiende, destapando definitivamente su pensamiento medieval. Rajoy no quiere hablar de ella, y hace unos días se limitara a soltar lugares comunes esperando a que escampe. Lo ha hecho con la ley de Seguridad Ciudadana o con la Educación. Como si fuera un ser virtual que preside el Consejo de Ministros desde una pantalla de plasma. Los periodistas le preguntaron sobre el ‘asunto’, como lo llamó, pero miró para otro lado. No dijo nada de los sarpullidos que ha levantado entre lo poco salvable que anda por el PP. No se atrevió a opinar sobre la carta que el Gobierno francés le envió con duras críticas sobre la ley ni de que solo haya encontrado el apoyo del fascista Jean-Marie LePen. No habló de los duros titulares de la prensa internacional ni de si dejará a sus diputados votar en conciencia. Lo único que dijo fue mentira: que así se volvía a la situación de 1985. Es posible que el Gobierno se haya metido en un charco del que puede salir tocado. Aunque la mayoría de su electorado ha demostrado con creces que traga con todo, la ley ha generado preocupación en la Unión Europea, incluidos los partidos conservadores, y en la prensa internacional. El Gobierno no podría soportar ahora un juicio por un aborto ilegal. España no es Chile ni El Salvador, por ahora. Esta ley, tal y como está, nunca entrará en vigor”.


José Carlos Díez, profesor de Economía en el Icade, escritor y tertuliano en medios de comunicación, cree que Mariano Rajoy “sabe perfectamente lo que está pasando, pero manipula los datos económicos para tapar la corrupción y los malos resultados de su partido en las encuestas”. Díez afirma en unas declaraciones que el presidente del Gobierno utiliza su discurso de la recuperación como “un instrumento político”, que es, en realidad, “una provocación” en un país con “seis millones de parados”. Está indignado por la intervención del presidente de hace quince días. “No puedo quedarme callado cuando veo que miente y me baso en los datos oficiales, en los del propio Ministerio de Economía, del Gobierno… Es el primer presidente de la democracia que saldrá con menos empleo que el que se encontró. No es cierto que haya menos desempleados registrados en las oficinas de Empleo porque estén trabajando. Lo sabe. Lo que sucede es que han perdido la esperanza, han tirado la toalla y ya no confían en que este Gobierno cree empleo. Muchos han dejado de buscar y otra parte se van fuera de España”. José Carlos Díez asegura que las arcas de la Seguridad Social no están nada bien. Este año cerrarán con “un déficit de 1,8% del PIB o sea 18.000 millones”, porque “casi 300.000 personas han perdido su puesto de trabajo y, por supuesto, ya no pueden aportar. Los empleos precarios están sustituyendo a los estables y esto significa también menor recaudación”. Díez apunta a los serios problemas de recaudación del Estado, porque hay menos empleos y salarios más bajos, con lo que por concepto del Impuesto sobre la Renta (IRPF) la recaudación es menor. “No es cierto que las exportaciones vayan bien. Sólo hubo dos meses buenos la primavera pasada y después de eso, se han paralizado”, asegura Díez, que desmonta el que es uno de los argumentos estrella de Rajoy cuando habla de recuperación. “Las familias siguen sin acceso al crédito, lo mismo que los pequeños empresarios”, que tienen que hacer frente a unas condiciones leoninas por parte de los bancos cuando les reclaman créditos, aclara el economista. José Carlos Díez critica que el Gobierno no haya afrontado una reforma fiscal que España necesita a gritos. “Retrasarlo ha tenido efectos devastadores sobre el empleo y la deuda pública de su ajuste del año pasado”. Está convencido de que “hay vida después de una crisis de deuda, como ha demostrado Estados Unidos, pero sólo si “hay un buen diagnóstico y políticas adecuadas”.


Antonio Tarabini, sociólogo y presidente de la Fundación Gadeso, habla de la Marca España. “El gobierno español –dice– ha basado buena parte de su estrategia de arranque de nuestra actividad económica, básicamente de la macroeconomía, en la Marca España basada de dos pilares: la exportación y las inversiones extranjeras. Rajoy y Guindos se ufanan del crecimiento espectacular de nuestras exportaciones basadas en las actividades de empresas españolas en el extranjero y no en la venta exterior de productos manufacturados en nuestro país. Pero, últimamente, el prestigio de la Marca España está sufriendo un importante deterioro. El último, el producido en Panamá, donde SACYR lidera un consorcio para la macroobra de ampliación del Canal. El consorcio, adjudicatario del concurso, ha anunciado la paralización de las obras si no se le abonan más de 1.200.000.000 euros por trabajos extraordinarios no previstos en el contrato. Tal reclamación supone un aumento del 50% del total presupuestado. El asunto es grave. Las primeras reacciones internacionales han sido duras: no son pocos los que consideran que su oferta económica fue claramente temeraria, aspecto que ya denunciaron las demás empresas multinacionales que compitieron con Sacyr. En cualquier caso, es un hecho que el concurso se adjudicó al consorcio liderado por la empresa española. Nos guste o no, tal conflicto en una de las obras más relevantes del momento sitúa a SACYR en una incómoda situación ante otros posibles contratos a nivel internacional. Tampoco han colaborado en el prestigio de la Marca España el caso Repsol en la Argentina a la que se le “expropió” su participación en la empresa YPF a cuyo cargo está la gestión de los recursos petrolíferos en Argentina, así como la explotación de nuevos yacimientos. El motivo que dio el gobierno argentino fue que la empresa española no destinaba una parte significativa de sus beneficios en inversiones en las explotaciones en marcha. El litigio está en los tribunales. De nuevo, nos guste o no, la Marca España está en entredicho”.

“Si nos referimos a las inversiones extranjeras en España –continua Tarabini–, el conflicto como el existente entre el Gobierno y las empresas productoras de energía eléctrica no trasmite seguridad jurídica a posibles inversiones. Probablemente, la manera como se calcula el déficit tarifario de las compañías, que después repercute en los recibos, sea totalmente irracional e injusto. Pero la realidad es que el gobierno, su ministro Soria, ha improvisado sin entrar en el fondo de la cuestión, cuyo resultado es una revisión trimestral de nuestros recibos de energía eléctrica sin conocer cuales serán los criterios de revisión. Es cierto que se están produciendo algunas inversiones extranjeras en ciertas empresas españolas punteras, pero también es un hecho la presencia de grupos inversores, incluidos algunos calificados como ‘tiburones’ cuyo objetivo es la adquisición a precio casi de saldo de empresas españolas. No deja de ser significativo que un empresario español de primera línea, precisamente en la presentación de la Marca España en el Japón, expusiera como gran argumento para que los japoneses invirtieran en España nuestros bajos salarios, la posibilidad de contratos ‘flexibles’ (léase precarios), y el bajo coste y facilidades para el despido. Sin duda debe apoyarse la presencia de las empresas españolas en el extranjero, pero siempre que ofrezcan garantías de seriedad y coherencia empresarial. Es evidente que deben facilitarse inversiones extranjeras en nuestro tejido productivo, pero siempre que no se reduzcan a meras inversiones especulativas a corto plazo. La mejor inversión pública es la destinada a I+D+I. Esa no parece ser la política del gobierno. Expulsamos a nuestros investigadores hacia el extranjero. ¿Volveremos de nuevo al “que inventen ellos”?
Entre las gangas del momento ofrecemos el 2 x 1, es decir, la venta del gobierno y la oposición a precio de saldo, con el regalo incluido de rey campechano. Otras fotocomposiciones del momento: La ley de seguridad ciudadana, La ley del aborto que nos devuelve al pasado, El borrador mágico y España 2014 (la corazonada de un Rajoy “embotellado”).




Seguimos con las viñetas de Erlich. Brindamos sin más, esperando que el nuevo año no nos pisotee. Para ello, observamos las instrucciones. ¿Qué nos proponemos para el nuevo año? Erlich nos muestra el índice de desempleo explicado a través de un gato.




Dejémonos llevar por la imaginación humorística de otros humoristas como Forges, El Roto, Peridis, J. R. Mora, Pat, Kap o A. López.










Pep Roig nos propone, a través de su humor: Buenos deseos de Año Nuevo, Manos arriba, 2013, La gran estafa de los políticos grises, Miseria “made in Spain” y Propaganda triunfalista.






Terminamos hoy con cuatro vídeos. En el primero, recopilamos las viñetas de humor gráfico de Pep Roig, publicadas en el diario “Última Hora”, de Palma de Mallorca durante 2013.



En el segundo, mostramos el poder de la Madre Naturaleza.



En el tercero, la británica Keira Rathbone no traza sus dibujos con pincel o lápiz, como otros artistas gracias a sus herramientas. El arte mecanográfico se desarrolló en los sesenta y a partir de los setenta desembocó en el llamado arte ASCII, su versión digital. Pero Rathbone prefiere la modalidad tradicional y se mantiene fiel a las máquinas de escribir de toda la vida.



El último es sobre el humor ácido de la crisis actual. Interpretado por el actor José Luis Gil, famoso en parte por la serie “Aquí no hay quién viva”.


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