Donald Trump y Adolf Hitler.
Ramón Soriano, catedrático emérito de Filosofía del Derecho y Política de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, compara en Público a ambos personajes. “Creo que, tras el primer mandato de Trump y sus primeros pasos en el segundo como presidente de Estados Unidos, tenemos suficientes datos para intentar un análisis comparativo de ambos líderes, que representan a la ultraderecha en la Alemania de los años treinta y en los actuales Estados Unidos. Un análisis con cautela porque disponemos del perfil completo de Hitler, pero no de Trump, que es todavía un líder con una figura política en gestación, aun cuando sea ya posible señalar algunos caracteres de su perfil. Escojo algunas facetas para indagar las semejanzas entre ambos”. La primera es la expansión territorial del imperio. “Hitler comenzó con la apropiación de los Sudetes y de Austria y ya ven hasta dónde llegó su ambición territorial: hasta toda Europa y partes del mundo no europeas bajo el control del poder nazi, el nuevo orden mundial. Como buen agresor nunca ocultó la razón de su expansión territorial: el ajuste de cuentas, el resarcimiento de la humillación y el daño producido a Alemania por el tratado de Versalles, en el que las potencias se repartieron el mundo a costa de Alemania”. Por su parte, en los años ochenta, con ocasión del plan del presidente George Bush de derrocar tiranías para poner en su lugar regímenes democrático, se suscitó una viva polémica sobre qué clase de imperio era Estados Unidos. La teoría dominante en aquellas fechas, consideraba que Estados Unidos no era un imperio, porque no tenía “hambre de territorio”, sino una hegemonía benevolente. Trump descartó esta interpretación al manifestarse con “hambre de expansión territorial”, amenazando con apropiarse de Groenlandia y el canal de Panamá, además de insinuar que Canadá debiera de ser el Estado 51 de Estados Unidos. “No solo eso, sino que además Trump se ha convertido en agresor territorial cómplice para los intereses expansivos de terceros y en su propio beneficio. Pretende que su fiel amigo, Israel, se apropie de los territorios de Gaza. “Limpiarla (de palestinos, se entiende) ―aseguró― y que estos se ubiquen en Jordania y Egipto. Estamos en los inicios de su mandato y no sabemos hasta dónde llegarán las ansias expansionistas de Trump”.
Antes de alcanzar el poder en enero de 1933 Hitler, el líder del partido político más votado en las dos elecciones federales de 1932, había practicado la violencia extrema, sirviéndose de las fuerzas de asalto al mando de su amigo Ernst Röhm, asesinando a disidentes, especialmente comunistas y a judíos. Una vez convertido en canciller de Alemania, el nuevo régimen nazi utilizó la violencia sistemática como uno de los elementos de mantenimiento del poder, administrada por fuerzas de seguridad de obediencia directa a Hitler. Trump practica la violencia verbal insultando a periodistas, adversarios, incluso a quienes simplemente piensan de manera distinta a él. No olvidemos un hecho real: el asalto al Capitolio de masas incontroladas causantes de muertes y heridos de la policía, hecho en el que está demostrada la complicidad de Trump, objeto de un pendiente recurso judicial.
Ramón Soriano nos recuerda que el presidente de la república alemana, Paul von Hindenburg, no confiaba en Hitler y se opuso durante 1932 a encargarle la formación de un Gobierno, a pesar de la insistencia del líder conservador Franz von Papen, que le ofreció gobernar en coalición. “No confiaba porque le creía capaz de un golpe de Estado, como ya lo intentó en el putsch de Múnich en 1923. El punto de inflexión contra la democracia fue la asunción de plenos poderes concedidos por un temeroso Parlamento. En ese momento Hitler subvirtió el sistema liberal de fuentes del derecho, colocando como primera fuente el volkgeist (espíritu del pueblo), del que él, el Führer, el Conductor, sería el único interprete. Con los plenos poderes murió la democracia alemana”. Por su parte, prosigue Soriano, “son ya mucho los signos y actos que ofrece Trump de desprecio a la democracia y a las instituciones. Ha humillado al Congreso con centenares de decretos ejecutivos sobre materias nuevas, que no han sido tratadas por las cámaras del Congreso, y además está enmendando leyes del Congreso aprobadas con anterioridad a su mandato (como la ley de ayudas exteriores o la ley de regulación del canal Tik Tok), a las que no puede vetar, porque únicamente pudo hacerlo su predecesor, Joe Biden. Y ha vulnerado nada menos que una enmienda constitucional con uno de esos decretos. Al final de su primer mandato indujo a sus secuaces a que tomaran por la fuerza el Capitolio, algunos de los cuales han sido condenados por sedición. Muchos juristas y expertos en Derecho consideran que el asalto al Capitolio es la expresión de un intento de golpe de Estado. ¿Qué vendrá en el futuro?”
Una parte fundamental de
la ideología nazi consistió en definir al enemigo y a quienes representaban una
amenaza para la denominada raza “aria”. La propaganda nazi fue esencial para
promover el mito de la “comunidad nacional” e identificar a quienes deberían
ser excluidos. Se consideraba que los judíos eran el enemigo principal al que
se le adjudicaban todos los males, que padecía Alemania. Es presentado con los
más horribles rasgos de la maldad y la criminalidad. La figura del enemigo
interior siempre está presente en los líderes populistas, porque es el factor
necesario para que triunfe el carismático salvador de la patria. El enemigo
interior es el chivo expiatorio de las sociedades frágiles, como la alemana de
los años treinta. También el presidente estadounidense ha
fabricado y señalado al enemigo interior causante de los infortunios de su
país, el inmigrante, que ha irrumpido en el territorio, elevando la cifra de la
criminalidad, y que debe ser deportado esposado de pies y manos a su país de
origen. La ultraderecha europea ha acogido al enemigo interior de su líder
incontestable, el presidente Trump. También en los Estados europeos los
inmigrantes deben ser deportados, porque son criminales, incluso los menores de
edad no acompañados.
Ramón Soriano concluye que pocos líderes políticos han alcanzado tal cota de respaldo social e incluso fervor popular como Hitler. “Sin embargo, a Hitler lo único que le interesó fue cumplir con las aspiraciones de su incontenible e ilimitada prepotencia, el dominio de Europa, a costa incluso de la vida de sus conciudadanos, que para él no tenía otro valor que asistirle en su ansia de grandeza. Primero, desintegró a la sociedad alemana, poniéndose de parte de un sector de la misma y practicando la violencia contra la otra parte disidente. Después, cuando el destino se le volvió en contra, aniquilando a toda la sociedad alemana, inclusive jóvenes y niños, en batallas imposibles de ganar”. Por su parte, los presidentes estadounidenses después de ganar la presidencia se dirigen en su discurso a la nación aduciendo que en su ánimo está conseguir la unión de todos/as, corrigiendo las heridas del enfrentamiento de la campaña electoral. “Trump, no. Todo lo contrario. Es el presidente de una parte de la nación, la que le ha votado, y la otra parte que asuma una política que va a ir dirigida contra sus intereses y aspiraciones. En su discurso se nota unos tics de venganza, que ya está ejecutando contra quienes se opusieron a él durante su primer mandato. Pero no solo determinados sectores de la población van a sufrir los embates de la política del presidente de la nación, sino toda la población del país. La retirada de Estados Unidos de la OMS dejará desprotegidos a millones de estadounidenses que no tienen seguro médico y que ahora no podrán recabar la ayuda de la OMS. Trump revocó la extensión de los seguros médicos que Obama había concedido a millones de estadounidenses. Por otro lado, la retirada de Estados Unidos de los Acuerdos de París hará que todos los estadounidenses/as se vean abocados a sufrir las inclemencias del clima en primera fila, ya que junto a ellos no pararán de funcionar las perforaciones de petróleo y gas, que Trump ironizaba con la expresión drill, baby, drill (perfora, niña, perfora), que sus irresponsables acólitos coreaban en los mítines”.
Francesca Albanese,
Relatora Especial de la ONU para los Territorios Palestinos, ha sido una de las
primeras personas que, desde en el seno de Naciones Unidas calificó como
“genocidio” la respuesta militar de Israel sobre la Franja de Gaza. Y una de
las voces más críticas con las acciones del gobierno de Netanyahu y contra la
propuesta de Donald Trump para que Estados Unidos gestione la Franja de Gaza en
un futuro próximo. “Es una absoluta
tontería”, ha dicho varias veces a preguntas de los periodistas en una
comparecencia en Copenhague, “es ilegal, es inmoral y es irresponsable”,
continuó explicando para señalar que la idea del nuevo inquilino de la Casa
Blanca solo traería una mayor tensión y sufrimiento para los ciudadanos
gazatíes. Albanese ha sido muy dura durante su charla: “Hay gente que habla de
limpieza étnica, lo que es incluso peor. Es un desplazamiento masivo forzoso
que supone un crimen internacional", aseguró para terminar atacando a
Trump por “fortalecer la complicidad con los crímenes que Israel ha cometido en
Gaza en los últimos quince meses y antes”. Para finalizar, la representante de
la ONU advirtió que “la comunidad internacional la componen 193 países” y que,
por tanto, Trump no es el representante del sentir general del mundo. Es más,
desde que el mandatario estadounidense informara de esta propuesta, apareció el
rechazo de los países árabes, de los principales gobiernos europeos, de China o
de Australia. “Lo único que tiene que hacer la comunidad internacional es
asegurarse de que haya un Estado palestino”, finalizó Albanese, “y que Israel
se retire. Que retire a sus tropas, sus asentamientos y su control sobre los
recursos naturales. Es tan simple como eso. El resto es hipocresía”.
Otros comentarios, imágenes, fotos y fotomontajes:
Donald Trump acaba de anunciar lo impensable: Estados
Unidos “tomará el control” de Gaza, la “poseerá” y la demolerá para construir
su nueva “Riviera de Oriente Próximo”. Un eufemismo brutal para encubrir la
limpieza étnica definitiva del pueblo palestino. Trump y Netanyahu lo dicen sin
tapujos: los gazatíes serán desplazados por la fuerza de manera “permanente”, y
la Franja quedará en manos de especuladores y colonos. Lo que Israel no pudo
conseguir con masacres, ahora lo imponen con el sello del imperialismo
estadounidense. Este plan viola la ONU, la Convención de Ginebra y hasta la más
mínima noción de justicia. Se repite la Nakba de 1948, pero ahora con apoyo
total de la Casa Blanca. (Spanish Revolution).
Trump
busca el sueño de la ultraderecha: una población menos formada, menos crítica y
más fácil de manipular. Vuelve a la carga con su política de devastación
institucional. Según ha revelado The Wall Street Journal, la Casa Blanca ya
discute la firma de una orden ejecutiva que significaría el desmantelamiento de
la agencia. La estrategia es clara: reducir al mínimo el papel del Estado en la
educación pública y entregar aún más poder a los estados, donde los gobiernos
republicanos ya llevan años aplicando políticas de censura, privatización y
ataque a la educación inclusiva. Las fuentes citadas por el WSJ confirman que
la orden ejecutiva buscaría eliminar todas las funciones del departamento que
no estén expresamente recogidas en su estatuto, mientras que algunas
competencias serían transferidas a otros organismos. El plan necesitaría,
además, la aprobación del Congreso, donde los republicanos ya han mostrado su
entusiasmo por la idea de dinamitar el sistema educativo federal. El ataque de
Trump a la educación no es nuevo. Durante su primera presidencia, sus políticas
ya se centraron en desfinanciar la enseñanza pública, favorecer el negocio de
los préstamos estudiantiles y atacar la inclusión de las personas LGTBI en el
ámbito educativo. Su actual propuesta sigue la misma línea: menos derechos, más
desigualdad y un sistema educativo hecho a la medida de la élite conservadora.
Quizás eso es exactamente lo que buscan Trump y su séquito de multimillonarios:
una población menos formada, menos crítica y más fácil de manipular.
1. Juan García-Gallardo se une a Monasterio, Olona, Espinosa de los Monteros, Steegman, Rubén Manso, Sánchez del Real y “abandona” Vox por “discrepancias con la dirección”. Vamos, que Santiaago Abascal sigue su PURGA. A este paso quedan él, su señora y Smeagol Buxadé para repartir. (Skakeo)
“Aquest psicòpata vol
ocupar Gaza, deportar la població palestina i fer´hi una urbanització turística
de luxe. Els israelians, com és natural, estan encantats. Això és el "Nou
Ordre Mundial" que ens volen imposar. Esgarrifant! (Gabriel Mestre Oliver)
La Biblioteca de Tianjin en China, diseñada por una empresa holandesa, tiene una capacidad de 1,2 millones de libros. National Geográfic.
Nuestro instrumento nació a finales de 1800. A alguien se le ocurrió que un músico podía tocar a la vez, dos instrumentos de la época (la caja y el bombo). El llamado “Double Drumming”0. Más tarde añadieron el “Low Boy”, los primeros Hi-Hat, convirtiéndolos en unos auténticos multi-instrumentistas. Fue en 1885, cuando la compañía “Excelsior Drum Company”, fabricó la primera de estas baterías.
El humor en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Eneko, Manel F., Vergara, Idígoras y Pachi, Enrique, Ricardo,Tomás, Santytiérrez …
Pep Roig, desde Mallorca:
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