No a la mutilación genital femenina.
Según Avaaz, más de
330.000 personas de todo el mundo están reclamando al presidente de Sierra
Leona que prohíba la mutilación genital femenina. En los próximos días, el
presidente tiene que tomar una decisión histórica: prohibir dicha mutilación y
proteger a las niñas de su país, tal y como se lo ha exigido la Corte de
Justicia de África Occidental. Aunque esté de acuerdo, se enfrenta a la
oposición de su Parlamento y necesita saber que cuenta con el respaldo de
ciudadanos y ciudadanas del mundo entero.
Hace casi 10 años, cuando
Kadijatu Allieu acudió a casa de una vecina, un grupo de mujeres le ataron de
manos, le taparon los ojos y la amordazaron, para después mutilar sus genitales
con una cuchilla de afeitar. La dejaron tirada en el suelo en un charco de
sangre, donde pasó tres días hasta que logró escapar. Kadijatu reunió el valor
de llevar su caso a la Corte de Justicia de África Occidental, que acaba de
emitir una sentencia histórica: la mutilación genital femenina (MGF) es una
forma de tortura y Sierra Leona debe prohibir esta práctica.
Muriel, Nate, Eza, Mo,
Nadia, Huiting, Miguel, Antonia y todo el equipo de Avaaz presentan al presidente, Julius Maada Bio, como
partidario de la penalización, pero el Parlamento se opone. Ya se hizo algo
parecido en Gambia, cuando se amplificaron las protestas de supervivientes y
activistas ante el intento de su gobierno de despenalizar la mutilación genital
femenina. Hoy, Bio demuestra su compromiso con los derechos de las mujeres. Hizo
historia al incluir en su lista electoral a la primera mujer candidata a la
vicepresidencia del país y aumentó la presencia femenina en el Parlamento.
Inspirado por la fortaleza de su madre, considera que las mujeres son la
columna vertebral de la nación, cree que “el futuro de Sierra Leona es
femenino” y ha afirmado que “aunque tenemos que respetar nuestra cultura,
tenemos también el deber de proteger a nuestras niñas y garantizar su
seguridad”.
Activistas y
supervivientes sierraleonesas están reclamando la prohibición inmediata de la
mutilación genital femenina, piden ayuda para amplificar su demanda y demuestran
a Bio que no estará solo ante al Parlamento: ¡el mundo entero lo respaldará!
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