jueves, 11 de septiembre de 2025

Broncano se enfrenta en la 1 con la derecha de Montero.

 

Mariló Montero fue a La Revuelta a promocionar MasterChef y acabó en la entrevista más tensa del programa. Se quejó de que “ya no se puede decir nada” por culpa del Gobierno. La respuesta de Broncano fue demoledora: “Es ridículo”. El aplauso del público lo dijo todo: el discurso victimista de la derecha mediática no se sostiene ni cinco segundos frente a un poco de lógica.

Mariló Montero convirtió su entrevista en un mitin en directo. Pero terminó acusando a TVE de estar “controlada por Sánchez” y repitió la eterna queja de la derecha: “ya no se puede decir nada”. La respuesta de Broncano fue sencilla: “Literalmente, lo estáis diciendo desde un programa de máxima audiencia desde el que decís lo que os sale de los cojones”.  El debate subió de tono con la tauromaquia. Montero la defendió como “arte cultural” que debería volver a TVE. Broncano, antitaurino, respondió que “llamar arte a clavarle banderillas a un animal es una falacia”. Y cuando la invitada insistió en que la cadena estaba “sesgada a la izquierda”, Broncano cerró con la frase que desmonta toda conspiranoia: “Si el sanchismo condicionase los contenidos, tú no estarías aquí diciendo esto”. La escena resume la hipocresía mediática: quienes nunca han sido callados gritan “censura”, mientras las voces realmente silenciadas —las trabajadoras y trabajadores precarios, las familias desahuciadas, las y los migrantes explotados— jamás tienen espacio en prime time. La censura no está en que Mariló Montero no pueda hablar. Está en que nunca escuchamos en la televisión pública a quienes sostienen el país desde abajo.

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