El Supremo, con la Banca, quiso ganar al Gobierno y a las Cortes.
El círculo vicioso.
Qué sucede cuando el
poder (ejecutivo) y el poder (legislativo) corrigen al poder (judicial). O, lo
que es lo mismo, ¿qué ocurre cuando el poder judicial se enfrenta abiertamente
a los otros poderes? ¿Somos, acaso, mercancías en manos de jueces y de
banqueros?, tal como rezaba el lema de las manifestaciones que se convocaron el
15 de mayo de 2011 en más de 40 ciudades de todo el Estado y que, en Madrid,
fue especialmente numerosa, dando lugar al nacimiento del movimiento 15-M. “Desde
entonces -explica Sato Díaz en Cuartopoder, el ‘régimen del 78’ ha sufrido
grietas más profundas. A la económica y social que se arrastra desde la crisis
y que ha aumentado estrepitosamente la desigualdad económica entre los más
ricos y los más pobres, se le sumó la territorial… Y, si el 15-M sirvió para
manifestar la falta de confianza en la ciudadanía hacia políticos y el sistema
financiero, ésta se ha extendido por el resto de instituciones y poderes del
Estado y, desde hace unos meses, se focaliza en la Justicia”. “Un sistema que se desmorona” –titulaba Víctor
Chamizo el pasado 23 de octubre desde Rompamoslosgrilletes.wordpress.com–. Ya
no puede caer más bajo: el Poder Judicial al servicio de la oligarquía
financiera. Hasta la fecha se trataba de una especie de presentimiento, de una
conjetura, de una sensación que muchos albergábamos y denunciábamos en
artículos, o comentábamos en nuestros círculos de amigos. Pero, ahora, después
del comportamiento del Tribunal Supremo, se trata de una evidencia. Han sido
suficientes algunas horas para que el Tribunal Supremo frene en seco su propia
sentencia. Ha bastado que la banca ponga el grito en el cielo para que todo se
paralice. ¿Alguien piensa que, de este modo, la ciudadanía puede creer en el
Sistema Judicial Español? ¿Dónde está el rey para defender la igualdad de todos
los españoles ante la ley? ¿No se asoma hoy a las pantallas, a decirles a todos
los ciudadanos que se debe cumplir la ley, que no va a permitir que se vulneren
los sagrados principios constitucionales? Cuanto más avanzamos en esta farsa de
democracia que el pueblo español se otorgó en el 78 más se observa lo
corrompida que está. La podredumbre del sistema se hace cada vez más
ostensible(…)Se hace imprescindible, cada vez de un modo más meridianamente
claro, una revisión de la Constitución, del modelo de Estado, y una renovación
de las más altas instituciones. El sistema se está desmoronando a pedazos”.
El presidente del Supremo y del CGPJ,
Carlos Lesmes (d), junto al magistrado, Luis María Díez-Picazo.
Pero, para mejor
comprender este caso, cabe volver un poco atrás. La Organización de Consumidores y
Usuarios (OCU) pidió el pasado martes la inmediata dimisión del presidente de
la Sala Tercera del Tribunal Supremo, Luis Díez-Picazo, por su “gestión pésima”
del impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD), que ha concluido con una
sentencia favorable a los bancos que califica de “bochornosa”. Enrique García,
portavoz del organismo, se pronunció así después de conocer que el Tribunal
Supremo acordaba que fuera el cliente quien abonase el impuesto de AJD vinculados
a la firma de una hipoteca, con lo que daba un paso atrás en la reciente
doctrina, dictada hace tres semanas, que imponía a la banca el pago de este
gravamen. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pidió la inmediata
dimisión del presidente de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, Luis
Díez-Picazo, por su “gestión pésima” del impuesto de Actos Jurídicos
Documentados (AJD), que concluía con una sentencia favorable a los bancos que
calificó de “bochornosa”. Así lo declaró Enrique García, portavoz del
organismo, después de conocer que el Tribunal Supremo hubiese acordado que
fuera el cliente quien abonase el impuesto de AJD vinculados a la firma de una
hipoteca, con lo que daba un paso atrás en la reciente doctrina, que imponía a
la banca el pago de este gravamen. La organización de consumidores consideró
que esta sentencia ponía en cuestión la independencia del poder judicial frente
al poder de la banca y que creaba una situación de desconcierto e inseguridad
jurídica en la sociedad. “Hoy gana la banca y pierden los consumidores y toda
la sociedad”, decía en un comunicado. No obstante, la organización esperaba
que, al igual que había sucedido en el caso de las cláusulas suelo, el Tribunal
de Justicia de la Unión Europea (TJUE) rectificase la sentencia del Supremo.
Por su parte, la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros de España
(ADICAE), calificó la sentencia de “barbaridad” y auguró que “la justicia
europea volverá a sacar los colores a la justicia española”. La asociación
considera que esto es una victoria “pírrica” de la banca y continúa defendiendo
el derecho de los consumidores a reclamar los gastos de la hipoteca. Lucía
Delgado, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), tildó de
“indignante” la rectificación del Tribunal Supremo, al que acusó de plegarse a
los intereses y la “presión del lobby financiero e inmobiliario”. Delgado
insistió en que la actual legislación “da sobreprotección a las entidades
financieras y no protege a las familias” y considera que “es una estafa
hipotecaria”.
Pedro Sánchez con la vicepresidenta, las ministras de Hacienda y
Economía, y el de Fomento, analizando el fallo de las hipotecas.
El mismo miércoles, el
presidente Sánchez anunció una ley para que el impuesto de las hipotecas lo
paguen los bancos y pidió que el Supremo reflexione. En una inusual rueda de
prensa anunció las medidas del Gobierno. Dijo que “creía y esperaba” que la
modificación legislativa no repercutiese en los clientes”. Y que modificaría la
ley a través de un decreto para que “nunca más” los clientes tengan que pagar
el impuesto de las hipotecas. Sánchez también anunció la creación de una
autoridad independiente de protección de los clientes ante posibles abusos y la
mejora de la “capacidad de resolver” conflictos. “Queremos -aseguró el
presidente- que nunca más los españoles paguen este impuesto sino el sector
financiero”. Sánchez “lamentó” la sentencia del Tribunal Supremo y, sobre todo,
las tres semanas de incertidumbre que se prolongaron desde el primer fallo de
este alto tribunal el pasado 19 de octubre, cuando decidió exactamente lo
contrario. Una situación que “no ha sido positiva ni para las entidades
financieras, ni para los jueces, ni, sobre todo, para los ciudadanos”. Aseguró
que “esperaba y deseaba” que los bancos no repercutan finalmente ese impuesto
sobre los clientes por la vía de subir las comisiones. Y apeló a “la
responsabilidad del sector financiero” para que no lo hagan. Por su parte, el presidente del Partido
Popular, Pablo Casado, anunció el mismo día que si se convierte en presidente
del Gobierno hará una “revolución fiscal” que incluirá la supresión de
impuestos como el de Actos Jurídicos Documentados que ahora está en cuestión.
Jueces para la Democracia pidió la
dimisión de Lesmes y de Díez-Picazo.
Tras la decisión del
Supremo de las hipotecas, la mayoritaria Asociación Profesional
de la Magistratura emitió un comunicado en el que reconoce la “lamentable
gestión” del asunto y considera “comprensible que haya causado desconcierto en
la opinión pública y un profundo malestar en quienes se ven afectados por su
contenido”. Jueces para la Democracia pidió la dimisión
de Lesmes y de Díez-Picazo. La asociación Juezas y Jueces para la
Democracia (JpD) solicitó el mismo martes la dimisión del presidente del
Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, y del de la Sala de lo
Contencioso-Administrativo del alto tribunal, Luis María Díez-Picazo, tras
conocer la decisión por la que este tribunal, totalmente fracturado, fallaba
que fueran los clientes quienes asumiesen finalmente el pago del impuesto sobre
actos jurídicos documentados -impuesto sobre hipotecas-. La asociación señala en
su cuenta de Twitter: “Discrepamos del modo que el TS ha gestionado el asunto
de las hipotecas y por el daño a los ciudadanos y a la justicia. Pedimos la
inmediata dimisión de Lesmes y Díaz-Picazo y apelamos al parlamento para que
actúe en defensa de los consumidores”. Por su parte, Francisco de Vitoria y
Foro Judicial Independiente reprocharon a Lesmes y los magistrados de la Sala
una gestión de la crisis que ha hecho emerger “dudas razonables” sobre la
independencia del Alto Tribunal ante los poderes financieros.
Iglesias dice que las medidas anunciadas por el Gobierno no son
suficientes.
Pablo Iglesias pidió que
se devolviese el dinero a los ciudadanos que ya habían pagado el impuesto: “La
propuesta del Gobierno está bien, pero no basta. La actuación del Gobierno es
insuficiente”. “Los bancos tienen suficiente poder para incrementar el coste de
la hipoteca en igual cantidad”, declaró Alberto Garzón. Albert Rivera cree que
el Supremo se ha “pegado un tiro en el pie” y le reclama “autocrítica”. El
líder de Ciudadanos reconoce que la decisión del Tribunal Supremo ha creado una
“conmoción social” y que, con este “escándalo”, se ha “autolesionado” su
credibilidad. Reclama al tribunal de Justicia “autocrítica” y pide “unidad”
para buscar con urgencia cambios legislativos para que sea la banca la que
pague el impuesto de las hipotecas.
La ministra de Hacienda, María Jesús
Montero, la de Educación, Isabel Celaá y el de Fomento, José Luis Ábalos
El Consejo de Ministros
aprobaba el jueves el real decreto para que sean los bancos los que paguen el
Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD) de las hipotecas. La ministra
de Hacienda, María Jesús Montero, daba, además, un golpe más a la banca: este
gasto no podrá deducirse en el Impuesto de Sociedades. “El gasto -dijo la
ministra- no será deducible por parte del prestamista.”. Y lamentó el cambio de
criterio del Supremo, que después de semanas decidía devolver la obligación al
cliente, “generado una gran alarma social e inseguridad jurídica en los
ciudadanos y en el propio mercado inmobiliario”. “La compra de una vivienda es
un gran plan de inversión y de vida que debe contar con seguridad política”,
aseguró el presidente Sánchez, enfatizando que los cambios legales buscarán,
además, “salvaguardar el principio de igualdad entre los ciudadanos”. Y lamentó
la sentencia del Tribunal Supremo, sobre todo, las tres semanas de
incertidumbre que se han prolongado desde el primer fallo de este alto tribunal
el pasado 19 de octubre. Una situación que “no ha sido positiva ni para las
entidades financieras, ni para los jueces, ni, sobre todo, para los
ciudadanos”. Desde el próximo lunes, 12 de noviembre, las entidades bancarias
tendrán que empezar a pagar el impuesto a las hipotecas, después de la entrada
en vigor del Real Decreto Ley aprobado por el Consejo de Ministros. El
Ejecutivo pone así en marcha la modificación anunciada para evitar que sean los
ciudadanos quienes hagan frente a ese gravamen como estableció el Tribunal
Supremo, en su polémica decisión. El presidente del Ejecutivo aseguró que
“espera y desea” que los bancos no repercutan ese impuesto sobre los clientes
por la vía de subir las comisiones. Y apeló a “la responsabilidad del sector
financiero” para que no lo hagan. Pero el jefe del Ejecutivo no respondió si el
Gobierno podría impedir que termine siendo así.
El presidente del Tribunal Supremo y del
Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes.
Manuel Marraco recuerda
en El Mundo: “Lo único bueno del Pleno es que ya ha acabado, dijo un magistrado
de la Sala Tercera con tono socarrón. Intentaba sacarle algo de humor a una
situación a la que nadie en el Tribunal Supremo le ve ninguna gracia. ‘Muchos
salimos del Pleno muy tristes. Cambiar de jurisprudencia dos veces en 15 días
deja una sensación muy mala. Esto es tremendo’, afirmaba otro miembro veterano
de la Sala, que reconoce no haber vivido una crisis así antes en el Alto
Tribunal. Preguntando en el Supremo, lo más fácil es encontrar críticas a la
gestión de su presidente, Luis Díez-Picazo, en particular a su convocatoria del
Pleno. Pero algunos magistrados extienden ya las críticas a algunas reacciones
públicas a la decisión del martes. ‘Parece que si votas a favor del banco eres
un canalla y si votas a favor al consumidor, no. Eso es muy populista. Como si
nos quisieran coaccionar. Que si no hacen ustedes lo que yo quiero le armo un
pollo en la calle. ¿Entonces para qué estamos nosotros?’, dice un magistrado que
respaldó ‘una jurisprudencia consolidada de 30 años’. Y sitúa la
responsabilidad inicial en la Sección Segunda, que ‘sin motivo suficiente’
cambió ese criterio. ‘Nos hemos metido nosotros solitos en el lío’, se lamenta.
En la lista de responsables aparece rápido el presidente del Supremo, Carlos
Lesmes, ex mentor de Díez-Picazo y cuya petición de que aclarara la sentencia
desembocó en una convocatoria de Pleno de la que no era partidario”. Sin
embargo, según Juez Fernando Presencia, en Diario 16, “Carlos Lesmes y
Díez-Picazo lo tenían todo planeado de antemano. Sabían que la sentencia de la
sección 2ª iba a ser desfavorable a la banca y decidieron no intervenir, para
poder avocar al Pleno después. Y las
disculpas públicas de Lesmes reconociendo que hubo una mala gestión en el
asunto de la sentencia de las hipotecas fue en realidad un paripé. Carlos
Lesmes remataría después el paripé anunciando públicamente en una nueva rueda
de prensa que la culpa la tenía el legislador, por la supuesta oscuridad e
insuficiencia de la Ley.”.
La 'consellera' de Presidencia, Elsa Artadi.
El Govern denunciará ante
la Fiscalía General del Estado al presidente del Tribunal Supremo, Carlos
Lesmes, y al de la Sala tercera contenciosa administrativa, Luis Díez-Picazo,
por la sentencia sobre el impuesto de actos jurídicos documentados de las
hipotecas ya que considera que cometieron un delito. Así lo anunciaron el
pasado viernes la portavoz del Govern y 'consellera' de Presidencia, Elsa
Artadi, que sostuvo que la Fiscalía debe investigar a los “responsables” de la
sentencia. La denuncia se presentará el el próximo martes, tras la reunión. Artadi
afirmó que hay una “posible existencia de hechos delictivos”, ya que considera
que el cambio de criterio del Supremo sobre este tema supone una violación de
las propias leyes de funcionamiento del tribunal.
La jueza, Ángela Murillo.
Coincidiendo con estos
hechos, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que la jueza Ángela
Murillo no debió volver a juzgar a Arnaldo Otegi por sus salidas de tono y sus
comentarios despectivos. Según EFE, sus comentarios despectivos durante un
juicio ya la invalidaron para ello y haber permitido que le juzgara después por
tratar de restaurar la ilegalizada Batasuna solo ha servido para sacar los
colores a la Justicia española. Sus salidas de tono con el exportavoz de
Batasuna provocaron que el Tribunal Supremo anulara la condena de dos años de
cárcel que le impuso la sección cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional,
que preside Murillo, por homenajear al preso de ETA José María Sagarduy. El
Supremo ordenó repetir el juicio con un nuevo tribunal al estimar que se
“prejuzgó” su culpabilidad, al preguntarle la magistrada si condenaba la
violencia de ETA. La vista se celebró de nuevo y finalmente resultó absuelto.
Fue en ese juicio, celebrado en enero de 2010 y después anulado, cuando Murillo
y Otegi se vieron por primera vez las caras y, desde el comienzo de la vista,
la magistrada logró robar el protagonismo al acusado con sus sorprendentes
comentarios. “A mí como si bebe vino”, fue uno de los primeros exabruptos que,
en tono jocoso, dirigió Murillo indirectamente a Otegi cuando su abogada, Jone
Goirizelaia, preguntó al tribunal si podía acercarle una botella de agua a su
cliente, que entonces se había declarado en huelga de hambre. Pero no fue hasta
que concluyó el interrogatorio cuando lanzó la frase que llevó a la anulación
del juicio. La magistrada hizo uso de su potestad para plantear preguntas a los
acusados y emplazó a Otegi a decir si condenaba “rotundamente” la violencia.
“No voy a contestar”, contestó el dirigente 'abertzale', a lo que Murillo
reaccionó diciendo: “Ya sabía yo que no iba a responder”, a lo que Otegi
replicó: “Y yo que iba a hacerla [la pregunta]”.
Estrasburgo da la razón a Otegui y condena
a España por no darle un juicio justo.
Pese a este precedente,
Murillo volvió a formar parte del tribunal que juzgó a Otegi por tratar de
reconstruir Batasuna a través de la organización Bateragune. Ni la Audiencia
Nacional ni después el Supremo y el Tribunal Constitucional admitieron la
recusación que planteó contra ella Otegi. Según dictaminó la Audiencia
Nacional, ni la pregunta de Murillo “ni su comentario pueden constituir juicio
alguno de valor en relación a lo que ahora es objeto de este procedimiento, con
lo que no cabe temer que exista una contaminación objetiva por haber
exteriorizado una opinión previa”. La decisión, después refrendada por el
Supremo y el TC, contó con el voto discrepante del magistrado ya fallecido
Javier Martínez Lázaro, que consideró que la recusación debió ser aceptada
porque esa pregunta a Otegi “implicaba un juicio previo sobre el
posicionamiento del acusado en relación con la lucha armada”. De este modo, una
Murillo respaldada por los tribunales españoles volvió a juzgar a Otegi, motivo
por el que ahora el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condena a España, al
considerar que, con el precedente que ya existía, debió ser apartada del caso
Bateragune.
El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegui.
David Bollero escribe en
Público: “El día que Otegi se convirtió en víctima”. En el mismo, dice: “No sé
qué suena más fuerte, sí que Arnaldo Otegi no tuvo un juicio justo o que
España, esa democracia de la que tanto presumen algunos, violó el artículo 6.1
de la Convención Europea de Derechos Humanos (derecho a un juicio justo). Las
dos afirmaciones parten de una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos
Humanos y, a buen seguro, que habrá provocado que las hordas aborregadas acusen
a este tribunal de nido de etarras. Tanto Otegi como otros cuatro dirigentes
abertzales (Jacinto García, Rafael Díez Usabiaga, Miren Zabaleta Tellería y
Arkaitz Rodríguez Torres) son víctimas de la parcialidad de la Audiencia
Nacional y, más concretamente, de la magistrada Ángela Murillo. Hoy no serán
pocas las personas que carguen contra Estrasburgo, que lancen los más obscenos
exabruptos y, por supuesto, que lo califiquen de etarra. Cuando lo hagan, se
equivocarán, porque si contra alguien tienen que cargar es contra la magistrada
Murillo, que ella sola con su parcialidad se ha encargado de echar por tierra
una sentencia que, de no haber estado ella, seguramente habría sido la misma…
pero no todo vale”. Bollero recuerda que “no somos una democracia moderna y no
lo seremos mientras no se cambien mentalidades que, por ejemplo, nos mantienen
cautiv@s de una Constitución caduca. “El fallo del Tribunal Europeo de Derechos
Humanos vuelve a tirar por tierra a la Justicia española, precisamente, en un
momento en el que se cuestiona si los políticos catalanes encarcelados merecen
o no serlo. ¿Está existiendo también parcialidad en esta cuestión? Lo cierto es
que, en el caso de los Jordi, por ejemplo, hablar de ‘presos políticos’ está
más que justificado… incluso en las filas populares, pese a tratar de tener
bien atado su argumentario, les falle el subconsciente, como le sucedió
recientemente a su vicesecretario de Organización del PP, Javier Maroto cuando,
en una entrevista en Cadena SER habló de ‘preso político’ para referirse a
Junqueras. Así pues, queda encima de la mesa el cuestionamiento de la Justicia
en ese procedimiento y, en lo que a Otegi se refiere, el posible levantamiento
de lo que resta de su condena (aunque los seis años y medio en la cárcel que le
han robado por un juicio injusto no se los devolverá nadie) podría habilitarlo
de nuevo para cargo público… Y eso, repito, no es culpa de Estrasburgo, sino
única y exclusivamente de la Audiencia Nacional y de la magistrada Murillo.
Carguen las tintas contra ellos porque son los que han convertido a Otegi en
víctima”
Eco Republicano asegura
que ha ganado la Banca: el Supremo acuerda que los clientes paguen el impuesto
de las hipotecas. Los jueces del Pleno de lo Contencioso-Administrativo han
acordado por 15 votos a 13 que sean los clientes quienes hagan frente al Impuesto
de Actos Jurídicos Documentados (AJD) y no los bancos. Entre las primeras
reacciones, destacan la del Coordinador General de IU, Alberto Garzón, quien
carga duramente contra la decisión del Tribunal Supremo y, a través de su
cuenta en Twitter, se pronuncia duramente contra la decisión del Tribunal
Supremo: “¡Qué bien le sale a la banca chantajear al poder judicial! ¡Qué bien
relacionados algunos jueces del Supremo, que hacen de todo menos justicia!
Indignante, lamentable, un despropósito impropio de una democracia: el Supremo
decide que pagan los clientes. Los bancos privados son unos ladrones, el
principal enemigo de las democracias y los responsables de saquear nuestras
economías. Hoy, la mayoría del Tribunal Supremo se sitúa de su lado,
ratificando que la justicia tiene un precio y que el sistema está podrido y
agotado. ¿Qué podríamos esperar de una institución, el Tribunal Supremo, que
está presidida por un ex alto cargo del gobierno de Aznar? ¿Qué esperar de una
‘Justicia’ que es dura con el pobre y mansa y vendida con el rico?”, se
pregunta.
"Puñetas" Supremas.
Legná ed al Zurc publica,
en LQSomos, el siguiente artículo titulado “Puñetas Supremas”, que lleva por
subtítulo: Los JUECES de la BANCA siempre al servicio SUPREMO del CAPITAL. Dice
así:
Ante la decisión de los
28 “puñetas” de la Sala III en torno al problema de quién debe abonar el
impuesto de “los gastos jurídicos documentados”, derivados de las firmas de
hipotecas, cabe preguntar:
• ¿Cuánto perciben de
sueldo medio al mes?
• ¿De qué gabelas
disfrutan?
• ¿De cuantas hipotecas
son rehenes? ¿En qué cantidades?
• ¿De qué bienes y
patrimonios inmobiliarios gozan?
• ¿Cuántos de ellos
llegaron en la época del “fuero de los españoles”?
• ¿Padecen exámenes
periódicos a su preparación e idoneidad?
• ¿Cuál es su Edad Media?
¿Con cuántos años se jubilan?
• ¿Hay algún republicano?
• ¿Cuántos
aconfesionales, laicos, ateos, herejes o materialistas dialécticos?
• ¿Son todos varones?
• ¿Hay algún gitano,
emigrante, llegado en patera o discapacitado cerebral?
• ¿Disponen de plan de
pensiones privados?
• ¿Han dedicado algo de
su regalado tiempo al servicio de la Humanidad?
• ¿Son incompatibles con
otros momios? ¿Han recibido cohechos o ´convolutos`?
• ¿La prevaricación nace
con el cargo o se hace?
• ¿Alguno de ellos
-alguna vez-, ha sido sancionado, dimitido o cesado?
• ¿Quién juzga a los
juzgadores?
• Un voto decisivo: el de
Luis Díez-Picazo, licenciado por la UAM y doctorado en Bolonia
• Montesquieu:
¿Separación de poderes o de funciones?
• En un estado burgués /
capitalista la función judicial ¿a quién sirve?
Duda: los impuestos de
los cuatro años anteriores ¿los podrían cubrir estos sujetos uniformados?
Juan Carlos Monedero
titula en Público “Un Tribunal poco Supremo”, en el que escribe: “Convirtámonos
en gobernantes por un instante. Imaginemos que somos los responsables políticos
de nuestro país. Y que tenemos un compromiso con la democracia. Tenemos que
gobernar y hay que hacer ciertos gastos. Hay que escoger en qué gastar unos
recursos que siempre son escasos. La democracia no es barata. ¿No habría que
empezar garantizando el Estado de derecho? Porque ¿qué es antes, la democracia
o el derecho? La verdad es que vienen casi de la mano. El derecho que no está
comprometido con la igualdad es un sistema legal, pero no es un sistema de
justicia. Preguntémonos entonces: ¿cuánto habría que invertir en construir un
Estado de derecho? Porque el Estado de derecho es, quizá, la expresión más
compleja de la institucionalidad de un país. Incluso de un país capitalista. El
Estado de derecho presupone un sistema judicial confiable y bien preparado. Hay
que garantizar la propiedad privada, las transacciones comerciales, el futuro.
Ahí están las universidades, las escuelas jurídicas y, claro, las relaciones
con otros sistemas judiciales. El Estado de derecho implica policías, cárceles,
abogados. Y jueces. Por supuesto, también una Constitución. Que es aprobada por
un pueblo informado. Hacen falta también, entonces, medios de comunicación. Son
mil piezas de un puzzle enorme. ¿Cuánto hay que invertir para contar con jueces
honestos comprometidos con la Constitución? ¿Cuánto tiempo necesita un país
para formar a hombres y mujeres honrados? Un Estado de derecho necesita una
jerarquía jurídica que garantice la posibilidad de reclamar. Para que la
pregunta “quién vigila al vigilante” tenga respuesta. ¿Cuánto dinero cuesta armar ese ejército de
gente comprometida con la idea de igualdad en la que reposa la Constitución? En
España, todo eso, parece que cuesta menos de los 5000 millones que los bancos
tenían que devolver a los ciudadanos por haber cargado sobre los clientes los
impuestos de las hipotecas. Sobre esos ciudadanos que creen en la Constitución,
en los jueces y en la jerarquía del poder judicial”.
Y Monedero termina
recordando: “Jueces honestos, por tres veces, dijeron que los que ganan dinero
con una transacción son los que tienen que pagar los impuestos. Pero los
bancos, que llevan mucho tiempo invirtiendo en el PP y en Ciudadanos, no
quieren malgastar su dinero. Y han comprado el Estado de derecho por 5000
millones. Nuestra democracia hoy se ha arrodillado gracias a 15 jueces del
Supremo. Y encima, el mismo día, Europa nos dice que contra el mundo abertzale
el Estado de derecho tampoco valía. Luego salen los reyes, el Emérito o el
preparado, a decirnos que la justicia es igual para todos. Para el que roba un
bocadillo o roba 5000 millones. Para los políticos catalanes en prisión o para
los que tienen la connivencia de los altos tribunales. Hoy quizá se entienda un
poco más por qué decimos que en España la judicatura se acostó franquista y se
despertó demócrata. Vamos, que les regalamos la condición de tales. Y que así,
la democracia no está a la altura”.
Las fotomontajes más
sorprendentes de esta semana:
Resumen de lo del TS. @eldelteto
Resumen de lo del TS. @eldelteto
La Banca gana. @unmundolibre.
@iNKuBo_Punk
La nueva sucursal que hace justicia. La banca gana. @El_TylerDurden
El Supremo y sus presiones.
El
Jueves. Los jueces del Supremo llevarán publicidad de bancos en sus togas.
Así respondía la actriz Anabel Alonso a la noticia de que Mario Vargas
Llosa debería 2 millones de euros a Hacienda. Está claro, cuanto más patriota
es uno, más le debe a Hacienda.
Hacienda reclama más de dos millones de euros a Mario Vargas Llosa.
El humor en la prensa de
esta semana: El Roto, Peridis, J. R. Mora, Vergara, Malagón, Manel F., Pat,
Pedripol…
El acta de diputado... ya tal.
La banca y las cosas claras.
Pep Roig, desde Mallorca:
Entrevista en el más allá, Supremaciadas, El que soborna el último, soborna mejor,
De la sopa boba, Hastío, Pesar, Humor en libertad vigilada en el país de
Ofendidos…
Los vídeos de esta semana:
El mensaje de Sánchez al Tribunal Supremo: "Tienen que hacer autocrítica"
La voz de Iñaki | 7/11/18 | Una enfermedad muy grave
Polònia - 08/11/2018
Y las vacas vuelan
3 comentarios:
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