La chequera de las farmacéuticas da 1.130 millones de euros en cuatro años para médicos y congresos.
A principios de este mes
de julio, según publica Raúl Rejón en Eldiario.es, el organismo público
Instituto de Salud Carlos III destituyó como director de su Centro Nacional de
Microbiología al biólogo Julio Vázquez por haber cobrado honorarios de la
farmacéutica GSK mientras coordinaba el centro. Se trataba de una de las “transferencias
de valor” con las que la industria farmacéutica financia a profesionales y
organizaciones sanitarias. En 2018 fueron 597 millones de euros, un 20% más que
hace cuatro años. Los listados de ese flujo económico solo se conocen desde
2016. Ese curso se estrenó el nuevo sistema de autorregulación de
Farmaindustria –que se adhiere así al código de la patronal europea del sector–
por el que cada empresa publica cuánto abona cada año. La secuencia de los
pagos totales que se ha podido conocer corresponden al periodo entre 2015 y
2018 y como sigue: 496, 501, 564 y 597 millones de euros.
“Las relaciones entre
compañías farmacéuticas y profesionales sanitarios han planteado problemas: han
extendido sombras sobre si la recomendación de un fármaco, la financiación
pública de determinada vacuna o la adquisición de productos pudieran estar
contaminadas por las aportaciones económicas de los laboratorios implicados. Lo
más reciente: la negativa por parte del Consejo Interterritorial de Sanidad a
incluir la vacuna contra la meningitis B de GSK,
Bexsero, en el calendario nacional. Las familias pueden disponer del suero en
cualquier farmacia con la receta de un pediatra. Cada dosis cuesta 100 euros y
la pauta de aplicación consta de tres. La Asociación Española de Pediatría (AEP)
pidió que Bexsero (la vacuna contra la meningitis B de GSK) entrara en los
calendarios de las comunidades autónomas. El análisis de los técnicos del
Comité público sobre este producto indicaba que su coste-beneficio apuntaba a
que el precio asumible sería de tres euros de media por dosis. La AEP ha
recibido 499.800 euros de GSK en los últimos tres años, pero esta información
no aparece en sus comunicados acerca de la vacuna fabricada por la farmacéutica
británica”.
Los pagos tienen dos
grandes bloques generales: por un lado, se dedican a financiar los congresos
médicos o simposios que montan organizaciones profesionales, costear los gastos
de particulares para que asistan a esos encuentros y abonar honorarios por
servicios prestados. Esos capítulos han sumado 1.130 millones de euros desde
que se puede acceder a las transferencias. Y, separados en otra contabilidad,
se agregan los proyectos de investigación que han supuesto 893 millones, según
explica la patronal. Farmaindustria califica esos pagos como “colaboraciones en
investigación y en formación médica” y entiende que “constituyen uno de los
pilares esenciales de la I+D y de la calidad de la prestación sanitaria en España.
Clave para la investigación de medicamentos y su uso adecuado que contribuye,
además, a la actualización de conocimientos sobre fármacos por parte de los
profesionales”.
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