Ningún imperio lleva hacia Dios, la toma de la Bastilla y la actitud chulesca de Arrimadas.
Para Pérez Tapias es
importante llamar la atención sobre el punto señalado, que hasta ahora ha
quedado en la penumbra mediática, pero al que no le falta sentido de la
oportunidad ya que en este 2019 estamos en el año llamado a celebrar el V
Centenario de la salida desde Sanlúcar de Barrameda de la expedición de
Magallanes y Elcano. “Habrá que estar, pues, atentos a los discursos que nos
vienen, pues mucho es de temer que, tras los acentos puestos en don Pelayo y
Covadonga, pasemos al énfasis más desmedido en la conquista de América, máxime
si recordamos no sólo palabras del adalid ultraderechista Santiago Abascal,
sino también del mismísimo Pablo Casado, presidente del extremadamente
derechista PP actual, cuando, inflamado de espíritu patriótico capaz de
exageraciones históricas sin empacho, dijo que ‘ninguna nación ha hecho tanto
por la historia de la humanidad’ como España con el descubrimiento de
América. A nadie se le escapa que sacar
a relucir ahora la conquista de América como gran gesta patria, con sus
correspondientes fabulaciones históricas, no es sólo por atender a la cita de
la celebración de la vuelta al mundo de la expedición hispano-portuguesa que,
tras dificultosos avatares, la culminó. A todas luces se deja ver que Vox moviliza
uno de los vectores que han provocado su entrada en la escena política española
tal como ha ocurrido. Es decir, frente a una visión de España como Estado
ocupante de Cataluña desde siglos atrás, se pretende una recreación de la
historia de una España unida como nación que en el descubrimiento y conquista
de América tuvo el momento de esplendor. Ese punto le otorga un lugar único y
destacado en la historia, bendecido además por esa Iglesia que echó agua
bendita a la alianza de espada y cruz en una colonización presidida por la
cristianización de los pueblos amerindios, continuación de la cruzada contra
los infieles musulmanes que culminó con la conquista del Reino nazarí de
Granada y que encontraría después prolongación en la ‘cruzada’ encabezada por el
golpista general Franco contra la II República, esta vez contra el rojerío
enemigo de España. ‘De Isabel y Fernando el espíritu impera…’, cantaban las
juventudes falangistas dispuestas a ‘morir besando la sagrada bandera de la
España gloriosa que nunca dejó de vencer’. Sí, ‘por el Imperio hacia Dios’,
lema nacional-católico tan antievangélico como antidemocrático”.
“Habiéndose percatado del
vacío de conciencia histórica sobre el que nos movemos –continúa recordando
José Antonio Pérez–, Vox pretende llenarlo, pero el factor perverso que
acompaña al intento es que lo quiere cubrir en falso. Lo grave, con todo, es
que se echan en falta recursos intelectuales –y éticos, diría también– para
hacer frente políticamente y de forma eficaz a tal pretensión de una
ultraderecha que también en ese terreno tira de las otras derechas y hasta
provoca que se deslice hacia esa zona de historia mitificada una izquierda
desarbolada de armazón teórico-crítico suficiente. Resultó preocupante ver cómo
desde derecha e izquierda, incluidos destacados miembros del Gobierno de Pedro
Sánchez se lanzaron a responder de la forma en que lo hicieron a la famosa
carta de López Obrador pidiendo reconocimiento de los excesos de la conquista,
por más que el presidente mexicano hubiera podido ser más atinado en sus
fórmulas. Las declaraciones de marras rezumaban una visión colonial de la
relación de España con las repúblicas americanas que desprende una concepción
de la historia no alejada de la visión dominante instalada en el imaginario
colectivo, aunque se desconozca mucho de la historia real durante siglos. Ni
por asomo se dejó ver sensibilidad alguna hacia ese componente de la conquista
que fue el expolio colonial y el genocidio cultural, cuando no físico, de
pueblos originarios, el cual fue ingrediente insoslayable de la empresa
americana de la monarquía hispánica. Cabe decir, ciertamente, que dicha empresa
tuvo otros innegables componentes de civilización, pero ello no mengua la
valoración negativa de esa ‘cara oscura’, como dice Walter Mignolo desde el
pensamiento decolonial, que no dejaba de ser bien visible en aquel imperio
protomoderno que reconfiguró América y a su vez lo que sería España desde su
arranque renacentista”.
José Luis Villacañas, 'Los libros que blanquean el Imperio español constituyen un suicidio de la inteligencia'
José Antonio Pérez Tapias
termina recordando: “A Imperiofobia le ha respondido críticamente el filósofo
José Luis Villacañas con su Imperiofilia (Lengua de Trapo, 2019, tres
ediciones), con la consiguiente controversia incluso mediática, con el
populismo nacional-católico, destacando que una lectura acrítica de la historia
de España que venga a exaltar un Imperio cuyo expolio colonial se vio
legitimado por el discurso de la Contrarreforma católica no puede ser sostén de
una identidad colectiva que pueda en verdad cohesionar la sociedad española a
estas alturas. Con tales argumentos, el profesor Villacañas ha venido a
responder no sólo a la obra de Roca Barea, Imperiofobia y Leyenda Negra, sino
que ha puesto el dedo en la llaga que supone la pretensión ultraderechista de
reconstruir el relato histórico de España volviendo a mitificaciones
insostenibles. El caso es que necesitamos relato histórico. El quid de la
cuestión es cómo elaborarlo y cómo compartirlo para que, en verdad, pueda
cubrir el clamoroso hueco que existe en la sociedad española a ese respecto. Es
importante que para ello no se renuncie en ningún caso a la mirada crítica, la
cual ha de mantenerse también frente a historiadores que, aun siendo críticos
en su investigación historiográfica, no dejan luego de apelar a la necesidad de
determinados mitos como algo irrenunciable para la identidad colectiva. Cuando
algunos añaden a ello el suscribir determinados discursos patrios, muy
escorados a interpretaciones sesgadas –por ejemplo, edulcorando lo que
significó la Guerra Civil y la dictadura franquista–, aduciendo la necesidad de
arropar con ellos el exagerado exhibir banderas de España que hemos visto en
nuestras ciudades, podemos decir que se está perdiendo la batalla de la
necesaria memoria para alentar un futuro común sin falsas mitificaciones. No se
trata ni mucho menos de caer en una concepción masoquista cuando se reivindica
una memoria que tenga su clave de bóveda en las víctimas masacradas,
perseguidas o excluidas en los procesos históricos que nos han traído al punto
en que estamos. Haciendo valer ese criterio, igualmente ha de ponerse a su lado
una reconstrucción de la historia que tenga en cuenta lo que Ernest Lluch decía
cuando afirmaba que la historia es, en muchos casos, el pasado que pesa.
Confrontándonos con ese pasado, sin eludirlo, es como se puede recuperar una
visión de la historia en plural, cuestión en la que insiste con suma lucidez el
historiador catalán Joaquim Albareda, pues si no es desde una historia de las
Españas –las Españas de las naciones, de la diversidad cultural, de las
tradiciones republicana y federalista…– no podremos encontrar un hilo común
susceptible de ser compartido. La solución no es pensar la historia de España
como si el Imperio español, con sus efectos fuera y dentro de la península
Ibérica, no hubiera existido; tampoco es cuestión de abordarlo como si fuera la
encarnación del mal sobre la tierra. Mirando la historia desde nuestro
horizonte, nuestro problema es cómo accedemos al futuro desde una memoria que
de verdad lo abra. Sin memoria no hay futuro. Y la memoria sabe que ningún
imperio lleva hacia Dios. Por eso la conciencia histórica, desde una acendrada
moral democrática, señala bien los caminos por donde políticamente se puede
desembocar en otros infiernos, para no dejarnos ir por ellos”.
Un día como hoy se inició la Revolución
Francesa con la toma de la Bastilla.
Tal día como hoy, hace
230 años, se produjo en París, la toma de la Bastille. Era martes, 14 de julio
de 1789. A pesar de que la fortaleza medieval solo custodiaba a siete
prisioneros, su caída en manos de los revolucionarios parisinos supuso
simbólicamente el fin del Antiguo Régimen y el punto inicial de la Revolución
francesa. La rendición de la prisión, símbolo del despotismo de la monarquía
francesa, provocó un auténtico sismo social tanto en Francia como en el resto
de Europa, llegando sus ecos hasta la lejana Rusia. La Bastille había sido
durante años la cárcel de muchas víctimas de la arbitrariedad monárquica. Allí
se encarcelaba sin juicio a los señalados por el Rey con una simple lettre de
cachet. Era una fortaleza medieval en pleno París, cuyo uso militar ya no se
justificaba. En los Cuadernos de quejas de la ciudad de París ya se pedía su
destrucción, y el ministro Necker pensaba destruirla desde 1784 por su alto
coste de mantenimiento. En 1788, se había decidido el cierre de la fortaleza en
la que se encarcelaba a los presos políticos y un símbolo de la opresión del
absolutismo. En la elaboración de una Constitución, la primera de la Historia
de Francia, aprobada en 1791, se incorporó como preámbulo la Declaración de
Derechos del Hombre y del Ciudadano, que había sido aprobada en agosto de 1789.
La Declaración reconocía una serie de derechos individuales e inviolables de
alcance universal: igualdad, libertad, derecho a la propiedad privada,
soberanía nacional y libertad de opinión.
El 19 de junio de 1790, a
propuesta del diputado Armand Camus, la Asamblea Nacional votó por aclamación
un decreto en el que se decidió dar un lugar preeminente a los “vencedores de
la Bastilla” en los actos de la primera Fiesta de la Federación que se iba a
celebrar al mes siguiente. Pero un decreto del día 25 les retiró ese honor para
reservarlo a la Guardia Nacional. Se les otorgó una pensión, un uniforme, un
fusil y una espada con su nombre grabado, un brazalete y una medalla, y un
diploma de agradecimiento de la patria. Una comisión examinó de marzo a junio
de 1790 las pruebas aportadas por los postulantes y censó oficialmente en ese
momento a 954 combatientes, entre civiles y guardias francesas. En 1832, bajo
la Monarquía de Julio, se revisó la lista, rechazándose algunos expedientes por
considerarse “dudosos” y fijando la cifra final en 630. Historiadores
románticos, como Jules Michelet, quisieron convertirla en el símbolo de la fundación
de la República. Otros autores afirman que el sitio y la capitulación de la
prisión no debió ser un hecho muy heroico en vista de que solo era defendido
por un puñado de hombres, y que los únicos muertos habrían sido el alcaide
Bernard de Launay y el político Jacques de Flesselles. Pero los documentos de
la época dejan constancia de que el 14 de julio de 1789, la fortaleza estaba
defendida por 32 soldados suizos y 82 “inválidos de guerra”, disponiendo de
cañones y de municiones en abundancia. Y el asedio se saldó con 98 muertos, 60
heridos y 13 mutilados, entre los asaltantes. El acontecimiento tuvo una fuerte
resonancia en Europa entera, no tanto por la importancia del suceso, sino por
su valor simbólico, que aún perdura como hito en la historia de las
revoluciones.
Miembros de Ciudadanos, durante la manifestación del Orgullo.
David Torres, en el
artículo “Inés Arrimada al sol que más calienta”, aparecido en Público el
pasado miércoles, nos recuerda a Carlos Pérez, senador de Ciudadanos, pegando
el otro día un subidón de adrenalina y comparando a Inés Arrimadas con Rosa
Parks. “Muchos pensaron que se refería a que ambas tienen piernas, culo y
columna vertebral, pero, en su mensaje, Pérez aclaraba que, al igual que Rosa
Parks, desafiando una ley injusta, se sentó en un asiento reservado para
blancos en 1955, Inés Arrimadas, desafiando el calor tórrido de julio, se sumó
a la marcha del Orgullo Gay en Madrid. ‘En 1955, Rosa Parks se negó a cederle
el asiento a un blanco’ escribe Pérez. ‘En 2019, Ciudadanos nos negamos a
cederles el Orgullo a los totalitarios’. Habrá que tomar a Pérez por un poeta
de la vieja escuela, o al menos por un ingeniero en figuras retóricas, ya que
es difícil incluir más antítesis, paradojas y antífrasis que las contenidas en
estos dos escuetos versículos. Inés Arrimadas con la cara pintada de betún,
como Al Jolson en El cantor de jazz. Los miles y miles de homosexuales que
llevan décadas luchando por sus derechos -y a quienes les asquea ver a una
banda de oportunistas y provocadores subidos a su carroza- transformados en
totalitarios a golpe de tecla. Ciudadanos, un partido que ha firmado pactos con
una formación repleta de homófobos y retrógrados, orgulloso propietario del
Orgullo Gay. Lo más ridículo de todo es que, varios de quienes portaban en
primer plano la bandera arcoiris con la sola intención de montar un pollo,
jamás en su vida han participado en el desfile del Orgullo. No por homofobia,
ni mucho menos, sino porque son gente que no soporta la algarabía, los
decibelios y la alegría obligatoria”.
Inés Arrimadas, Patricia Reyes e Ignacio Aguado en el Orgullo 2019.
David Torres termina así
su reflexión: “Yo mismo, por ejemplo, procuro alejarme lo más posible de ese
tipo de saraos: hay tantas posibilidades de encontrarme subido a una carroza
del Orgullo Gay como de que vaya un día a correr los Sanfermines o a bailar en
una discoteca de Ibiza. Me parece sumamente sospechoso apuntarse a una fiesta
que ni te va ni te viene para defender los derechos de un colectivo minoritario
cuando en realidad lo que estás haciendo es barrer para adentro. Por lo demás,
la supuesta violencia cometida contra Inés Arrimadas y los mártires de
Ciudadanos en plena calle ha sido ampliamente rebatida por un informe policial
en donde queda meridianamente claro que no hubo agresión física de ningún tipo
(todo lo más insultos, el lanzamiento de una botella de plástico vacía y
chorros de agua) y que los dirigentes de Ciudadanos no obedecieron en ningún
momento las instrucciones proporcionadas por las fuerzas de seguridad.
Probablemente, también la policía madrileña sea fascista o ETA o esté financiada
por Irán o por Venezuela, o todo eso la vez. Cualquier día Felisuco va a
aclararnos el asunto en uno de sus monólogos. La metamorfosis de Inés Arrimadas
en la Virgen de la Moreneta tuvo lugar debido a una aleación de altas
temperaturas, confusiones semánticas y mucha jeta. Es una negra del método: del
método de dar la brasa. No es la primera vez ni será la última que los líderes
de Ciudadanos se amparan detrás de la careta de una etnia oprimida, como aquel
día glorioso en que Albert Rivera hizo un encendido elogio de Nelson Mandela
olvidando que Mandela, en su día, fue acusado de comunista y de terrorista. El
día en que se entere de que también era negro, la que se va a liar”.
Fotomontajes e imágenes
sorprendentes de esta última semana:
Imágenes tras el show
montado por Ciudadanos en la manifestación durante la celebración del Orgullo
LGTBI, el sábado, 6 de julio, en Madrid. @DolorsBoatella.
La actitud chulesca de Arrimadas.
Esa marcha a la que
fueron con una pancarta que no reivindicaba nada sobre el colectivo y en la que
un informe policial desmiente la versión de los de Rivera. Las imágenes, de
Tremending, han dado la vuelta a las redes sociales y los tuiteros le han dado
su 'toque' personal.
Montando el pollo.
Bichilloverde
Diputados del PSOE piden por carta al PP que se abstenga Ahora es el momento de la reciprocidad.
Sánchez huevos.
Realmente, ¿quién gobierna en Madrid?
Visto lo visto...¡¡¡ESTÁIS DESPEDIDOS!!!
El
humor en la prensa de esta semana: Forges. El Roto, Peridis, Eneko. Manel F, Vergara,
Pat, Ferranmartín, J. R. Mora, Malagón…
El gráfico que explica la curiosa relación entre votos y sillones.
Plan C.
Egos.
Victimismo.
Los sillones.
De qué habla Aguado.
En qué piensa Díaz Ayuso.
Rivera y Arrimadas. Por fín sabéis ya de qué van.
Estas
son las dos viñetas que he parido y enviado para colaborar en una acción de
protesta colectiva de los humoristas gráficos españoles que está organizando
Luis Conde para Reporteros sin Fronteras para expresar rechazo a la decisión
del diario The New York Times.
Fracasa la negociación con Madrid.
Pep
Roig, desde Mallorca: Luz pasional, Juegos perfectos, Culpas extremas, No, pero sí,
Centrifugado, La izquierda gana, pero gobierna la derecha…
Los vídeos de esta semana:
José Luis Villacañas: “Los libros que blanquean el Imperio español constituyen un suicidio de la inteligencia”. Desmontando el libro IMPERIOFOBIA Y LEYENDA NEGRA (Maria Elvira
Roca Barea).
1789. Francia: Toma de la Bastilla, símbolo de la opresión .
Cs ve su paso bloqueado y recibe abucheos en la marcha del Orgullo .
La portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas, culpa al PSOE y a Podemos de la “agresión” sufrida el sábado, 6 de julio, en la manifestación el Orgullo en Madrid, por
considerar que ambas formaciones han estado alimentando “el odio” contra los votantes de Ciudadanos.
Cs culpa a PSOE y Podemos de la "agresión" sufrida en el Orgullo .
El zàping del Polònia. Publicado el 11 julio de 2019.
NADIE SABE NADA - (6x44): La última gota de samanté .
Festival de Música y Danza de Úbeda 2019 · Orquesta Sinfónica de Cuba y Silvio Rodríguez.
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