El Consejo de Europa exige a España la libertad de los presos políticos, la vuelta de los exiliados y el fin de la represión.
El pasado 21 de junio la
Asamblea del Consejo de Europa aprobaba por una aplastante mayoría el informe
que emana de la Comisión de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos. El informe
salía adelante con 70 votos a favor, 28 en contra y 12 abstenciones. Las
enmiendas que habían sido presentadas tanto por el PSOE como por el PP,
siguiendo la petición que hicieron tres de las cuatro asociaciones de jueces, fueron
tumbadas con contundencia. Siguiendo la petición expresa que hicieron estas
asociaciones de jueces, tanto el PSOE como el PP, habían planteado enmiendas
que pretendían suavizar el texto del informe y, sin embargo, no consiguieron que
ninguna saliese adelante.
El texto, según Beatriz
Talegón, en Diario 16, es contundente: exige la modificación del Código Penal
español, que no se judicialice la política, que no se persiga a nadie por sus
ideas políticas, incluso aunque pueda haber un delito de desobediencia, que se
ponga en libertad inmediatamente a los presos políticos catalanes, que se
permita volver a los exiliados y que se aborde la cuestión catalana desde la
dimensión política. La resolución reclama al Gobierno de Pedro Sánchez no solo
que conceda el indulto o libere a los políticos condenados por organizar el
referéndum “inconstitucional” del 1-O y las manifestaciones masivas
posteriores, sino que “abandone el proceso de extradición” contra el
expresident Carles Puigdemont y el resto de políticos catalanes, que “viven en
el extranjero” y que son objeto de una orden europea de detención y entrega, y
que reforme las disposiciones sobre el delito de sedición y rebelión.
Uno de los elementos que
más han escocido a populares y socialistas, que han visto rechazadas todas las
enmiendas votadas durante el pleno, incluidas aquellas en las que pedían
eliminar la recomendación sobre las euroórdenes, es que el informe elaborado
por el socialista letón, Boriss Cilevics —que lleva como título ¿Se debería
perseguir a los políticos por las declaraciones hechas en el ejercicio de su
mandato?— vincula la situación en Turquía y en España. Según el ponente, que ha
calificado de desproporcionadas las largas penas de prisión contra los
políticos del 'procés', la inclusión de ambos países en el documento se adoptó
antes de su mandato.
La resolución reclama a
las autoridades españolas “reformar las disposiciones penales sobre (los
delitos de) rebelión y sedición” de forma que “no permitan reinterpretar la
despenalización de la organización de un referéndum ilegal, pretendida por el
legislativo cuando abolió este delito específico en 2005, o dar lugar a
sanciones desproporcionadas para transgresiones no violentas”. El punto que más
polémica ha generado, sin embargo, ha sido la petición al Gobierno de que
considere “indultar o liberar” a los políticos encarcelados y abandonar los
procedimientos de extradición.
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