Samuel, el joven apalizado y muerto en La Coruña.
Ocurrió el sábado en La
Coruña. Lina y Samuel estaban contando a Vanessa, al otro lado del teléfono, anécdotas
de la noche pasada y giraron el móvil para enseñarle por donde habían ido
andando. En ese preciso momento pasaron un chico y una chica juntos, gritándole
que dejase de grabarles. Sin darle importancia, Samuel y Lina se apresuraron a
explicarle que se trataba de un malentendido, y que simplemente estaban
haciendo una videollamada. “Sin embargo, el chico, dirigiéndose exclusivamente
a Samuel, pronunció las palabras amenazantes: “O paras de grabar o te mato,
maricón”. Momento en que, según Lina recuerda, el chico le propinó un puñetazo
muy fuerte y ella empezó a gritar. Vanesa cuenta que “el vídeo se bloqueó, pero
el audio seguía sonando y ella no sabía qué era exactamente lo que estaba
ocurriendo. Sólo escuchaba los golpes y a Lina gritar: ‘Déjalo, es mi amigo. ¡Por
favor, déjalo!’. En ese momento apareció otro joven que intentó que el agresor
dejara de golpear a Samuel. “Gracias a él no siguió pegándole. No le he vuelto
a ver y quisiera decirle estamos enormemente agradecidos por su gesto valiente”.
Lo que ocurrió a
continuación fue todo muy rápido. El agresor desistió y se fue, dejando a
Samuel con contusiones visibles en la cara. Pero, cinco minutos más tarde,
volvió, “esta vez acompañado de otras 12 personas, que aprovecharon la ocasión
para acorralarlo y asesinarlo a golpes”. Lina vio a lo lejos que una multitud
de gente se movía a gran velocidad y salí corriendo hacia ahí. “Escuché que
alguien gritaba '¡maricón de mierda!' y, cuando llegué, me encontré a Samuel inconsciente,
en el suelo. El grupo de agresores lo habían dejado allí tirado y se habían
escapado. En cuando lo vi supe que no iba a salir adelante”. En efecto, Samuel
no pudo sobrevivir a la paliza y murió en el hospital de La Coruña esa misma
madrugada del sábado 3 de julio.
Maxsoud Luiz, un
ciudadano brasileño residente en Galicia, donde vive con su mujer, española, y con
su hijo Samuel desde que éste tenía 14 meses, dio una lección de humanidad al
afirmar que “de corazón” a él no se gustaría que los hechos costasen la vida a
los jóvenes que mataron a su hijo porque “eso provocaría sufrimiento a otros
padres y ellos no son culpables”. Y, en las manifestaciones
convocadas para homenajear a su hijo y denunciar lo ocurrido, pidió que no llevasen
banderas de ningún tipo. “Vayamos todos en silencio”, afirmó el hombre, roto de
dolor. “Vamos a hacer una cosa mejor, que cada joven, padre o madre, pase por
un supermercado y compre un paquete de arroz, un kilo de sal, de azúcar, y lo deposite
en la Cruz Roja para llevar a quien tenga necesidad en ese momento. Eso será
una cosa que nos alegraría a nosotros, la familia. Y tengo fe de que, a mi
hijo, que ayudaba a todos, quedaría contento” afirmó el padre de Samuel.
“Mi hijo siempre evitó
los problemas. Nunca en su vida se metió en peleas o llegó borracho a casa ni
tomaba drogas. Mi hijo era un chico cariñoso, amigo de sus amigos y amigo de
sus padres”, recordó el padre. Los colectivos LGTBI y multitud de personas
protestaron en todo el país en distintas manifestaciones en calles y plazas,
pero, en Madrid, hubo polémica porque cuando la multitud continuó la protesta
marchando por las calles aledañas al centro de la ciudad, tras una sentada en
la Gran Vía, sufrió las cargas policiales de los agentes antidisturbios, que fueron
tachadas de violentas y desproporcionadas, ya que no hubo ni incidentes ni
desorden público. Varios partidos de izquierda, incluido Unidas Podemos, exige
explicaciones al Ministerio del Interior por la dureza empleada en dichas
cargas. Íñigo Errejón se refirió a los enfrentamientos registrados. El
líder de Más País anunció que pediría explicaciones al Gobierno de Pedro
Sánchez por lo que, a su juicio, fue una “desproporcional” actuación de la
Policía Nacional en la manifestación. “Esta
desproporcionalidad es incomprensible. Pediremos explicaciones al Gobierno”,
señaló Errejón en un mensaje publicado en la red social Twitter.
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