lunes, 29 de septiembre de 2008

29 de septiembre. España sí es un país para viejos.


En el 2060, España, seguirá siendo el quinto país de la Unión Europea más poblado, con casi 52 millones de habitantes, sólo superado en número de población por el Reino Unido (77 millones), Francia (72 millones), Alemania (71 millones) e Italia (59 millones). Pero veinte años antes, es decir en el 2040, ya será el país más viejo del mundo –actualmente, más de dos millones de personas tienen más de 80 años–, con la mitad de la población por encima de los 55 años y casi el 40% de origen extranjero.

Lo que contradice la tradición del español que tuvo que salir para sobrevivir y la de la familia numerosa –yo mismo, soy el mayor de ocho hermanos–, pese a las aireadas ayudas, subsidios, bonificaciones y derechos adquiridos que el franquismo prometía. Otras fuentes indican que España hoy cuenta con la natalidad más baja de Europa y una de las más menguadas del mundo. Así lo declara el presidente del Congreso Español de Medicina Perinatal, Manuel Moro. La tasa de natalidad española está por los suelos: 9,2 por cada 1.000 habitantes. España, en concreto, se sitúa con una tasa de 1,2 hijos por mujer, entre los 10 países con un índice de natalidad más bajo. Ya lo decía Cela: “Los españoles somos una especie en vías extinción”. Además de ser el país que, junto con Italia, tiene el menor índice de natalidad, España es el que menos ayuda a la familia en la Unión Europea (UE).

Pero lo que más sorprende es que España, en contra del título de la película en la que Bardem ganó un Óscar de oro, sí es, o al menos va en camino de serlo, un país para viejos. Y un país sin niños, ya se sabe, es un país sin alegrías, sin esperanzas ni futuro. Por mucho que los inmigrantes españoles que lo eligieron intenten demostrar lo contrario. Proceden de una veintena de países como Marruecos (casi el 12 por ciento de los 4,5 millones de inmigrantes), Rumanía (9,5%), Ecuador (8,2%), Colombia (6,6) y de otras naciones. ¿Conseguirán al menos ellos devolvernos la juventud, la sonrisa y el humor que, con los años, vamos perdiendo?

1 comentario:

Anónimo dijo...

El problema quizá pueda ser que en España no hemos sabido "como acabar de una vez por todas con la cultura" tal como proponia Woody Allen, y por eso apenas hay niños. Se prefieren los libros, los discos, viajes, ocio, espectaculos, sexo esporadico y diverso, teatros, cines, restauración gastronomica, moda, petardeo de terrazas, etc. en fin... hedonismo y nihilismo. Amamantar y querer a un hijo, lleva mucho tiempo, y disminuye considerablemente el nivel de renta. Personalmente no lo he entendido así, ya que tengo tres hijos que son motivo unico de mi existencia. Algún amigo gay -que en secreto me ama y me odia- me dice (cariñosamente, eso sí) "reproductor" y "primario" y se burla de mi desinformación respecto de algunas cantantes de lied, u otros acontecimientos operisticos, literarios, o cinematográficos del momento. Yo le digo que dentro de poco pisaré las calles nuevamente, y seguiré estando en plena forma. Acompañado de mi particular Lolita, veré peliculas de Tinto Brass en la última fila del circulo de bellas artes, mientras que él se perderá en pensiones cutres con los chaperos moritos de la calle almirante. A pesar de estas lindezas, nos reimos mucho. chiflos.