lunes, 6 de octubre de 2008

6 de octubre. Un gesto real que se echa de menos en tiempo de crisis.


Iñaki Anasagasti critica que los Presupuestos Generales del Estado para 2009 contemplen una subida del 2,7 por ciento en la partida destinada a la Casa del Rey. A su juicio, ésta debería ser la primera institución “en apretarse en cinturón” en una crisis económica como la que abordamos. “Lo normal –dijo el senador del PNV– es que la Monarquía, en tanto en cuanto es una institución simbólica y basada en la ejemplaridad, se apriete el cinturón”, como lo han hecho altos cargos del Gobierno, diputados y senadores, congelándose los sueldos para el próximo ejercicio. “Lo lógico es que la Casa del Rey se lo apriete igual o incluso más y que dé ejemplo, reduciendo algunos gastos superfluos”.

Javier Ortiz escribió en un artículo titulado, “Del rey abajo, todos”, que la mayor parte de los principales gobernantes españoles se han autoimpuesto, a título simbólico, la congelación de sus propios ingresos. “Pero él no –advierte este periodista de “Público”–, porque reina, pero no gobierna. Se ve que la Casa del Rey, en la que nadie para de trabajar denodadamente (a modo de ejemplo: las infantas, que es que se parten el espinazo por el bien de España, paralizaron hace unos días el puerto de Alicante para amadrinar la botadura de un par de naves de vela patrocinadas por una conocida marca cervecera), necesita más y más dinero”.

La cantidad aumentada en el presupuesto es pequeña. “Lo irritante –prosigue el periodista–, es que los correveidiles del monarca hayan negociado que se conceda a su patrón un 2,7% (cerca de 9 millones de euros) de aumento presupuestario cuando la crisis económica hace estragos en el mundo entero y el Estado, del que él es jefe, racanea en casi todo, limitando las inversiones hasta en Educación y Cultura”. Y concluye, lamentándose: “Estando las cosas como están, un gesto de austeridad, así fuera sólo de cara a la galería, le habría venido que ni pintiparado. La voracidad con la que se aferra a su 2,7% de aumento presupuestario produce vergüenza ajena. Eso sí: muy, muy ajena”.

Claro que gran parte de los gastos reales son asumidos por diversos ministerios. Patrimonio Nacional se encarga del mantenimiento de los palacios y del parque móvil de la Casa Real, compuesto por 60 vehículos, cuya gasolina paga el Ministerio de Hacienda, mientras que los viajes al extranjero son sufragados por Exteriores. Así y todo, no faltan los que critican muy duramente el gesto de aumentar el presupuesto. “¿No considera el Gobierno –plantea Joan Josep Nuet a través de una pregunta registrada en el Senado– que la Casa Real debería apretarse el cinturón en tiempos de crisis, como hacen el conjunto de los ciudadanos de nuestro país?”. Y el senador de Izquierda Unida solicita al Ejecutivo una “explicación del aumento presupuestario de la Casa del Rey en tiempos de crisis, que afecta muy negativamente a los sectores más vulnerables de la sociedad y donde las administraciones públicas deben dar ejemplo”. Explicación que sigue sin llegar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quien eche de menos el "gesto real" de renuncia al aumento presupuestario, o es un ingenuo, o bien, será monarquico. Es caracteristica esencial de las monarquias, (y más en tiempos de crisis) la rapiña recaudatoria. Inherente a su naturaleza atavica, absolutista y oscura. chiflos.

Daniel Hermosel Murcia dijo...

Una buena república les daba yo...